De cuando en vez, el fútbol nos deja historias crudas e impactantes, que asoman a los aficionados a la realidad de un deporte que va más allá de lo racional, de la lógica. Nos lo cuenta Sergio Cortina, en Deportes Yahoo, y se trata de la historia de Lorenzo Schoonbaert, un belga, aquejado de cáncer, que decidió posponer su visita a una clínica de eutanasia, para ver ganar a su equipo por última vez.
En Bélgica, la Eutanasia es legal desde el año 2002. Lorenzo, sufrió 37 operaciones en los últimos 20 años, y decidió poner fin a su vida para evitar más sufrimientos, pero antes pidió un último deseo: Pisar el césped del estadio del Brujas, el club de su corazón, y poder disfrutar de una última victoria en el Jan Breydel. Los aficionados, más de 20.000, presentes en la cancha, le aplaudieron a rabiar mientras realizaba el saque de honor.
Schoonbaert realizó el saque de honor acompañado de su esposa, y de su hija de siete años: “Mi último sueño se ha hecho realidad. Puedo morir en paz y lo celebraré desde el cielo”. Un día después puso fin a su sufrimiento.
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