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| Foto: Lluis Gené / Getty Images |
El Celta salió de inicio con el mismo equipo que el pasado sábado derrotó al Alavés en Balaídos. El once de gala formado por Dituro, Kevin, Aidoo, Araújo, Javi Galán, Fran Beltrán, Denis Suárez, Brais Méndez, Cervi, Iago Aspas y Thiago Galhardo.
Muy buena puesta en escena de los de Coudet, que no tardaron en hacerse con el balón y dominar a todo un Barcelona en su propio estadio. Pocas veces se habrán visto en esa situación los catalanes y su afición, que llegó a entonar silbidos hacia el juego de su equipo.
A los 13 minutos pudo adelantarse en el Celta con una gran ocasión de Iago Aspas, que aprovechó un error de Ronald Araujo para plantarse ante Ter Stegen, pero el propio Araujo se recuperó e incomodó al atacante céltico que ya se relamía pensando en el 0-1.
El Celta seguía poniendo el juego, pero fue el Barcelona el primero en dar tras una gran arrancada de Dembelé por la banda derecha, poniendo un centro al corazón del área que se encargó de convertir en gol Memphis.
Rápida respuesta del Celta, con dos ocasiones consecutivas de Thiago Galhardo. Primero recogiendo un excelente pase de Denis Suárez para poner el balón con mucha intención al primer palo, encontrando la gran respuesta de Ter Stegen. Casi a renglón seguido el brasileño volvió a gozar de otra ocasión tras un centro lateral de Aidoo, pero nuevamente el guardameta alemán impidió el tanto del empate.
Y cuando más arreciaba el dominio del equipo celeste llegó el segundo del Barcelona, en otra contra en la que el equipo celeste no está fino en defensa, con un mal despeje de Araújo, que aprovecha Aubameyang para anotar el 2-0, totalmente irreal por lo visto sobre el terreno de juego en los primeros 45 minutos.
Tras el descanso salió el Celta con un cambio obligado por la lesión de Kevin, que se retiró del terreno de juego, entrando en su lugar Murillo. Con esta modificación Aidoo pasaba al lateral derecho, y el colombiano se situaba como pareja de baile de Araújo en el eje de la zaga.
Nada más comenzar la segunda mitad Dembelé repitió la jugada del primer gol, ganando por banda y poniendo el balón al corazón del área para que en esta ocasión Aubameyang fuese el ejecutor para poner el 3-0 que dejaba el partido casi sentenciado. No fue la única que hizo el francés, que llegó a ofrecer varios pases de gol similares en la segunda mitad.
Si algo bueno tiene este Celta es que nunca se rinde. O casi nunca. Y casi a renglón seguido del gol catalán llegó el tanto de Iago Aspas que recortaba distancias, aprovechando un gran pase de Galhardo tras recuperación del brasileño.
El Celta incluso pudo recortar distancias en la siguiente jugada con un balón que cayó a pies de Galhardo, que en una posición complicada envió un balón que se fue alto, pero la resistencia del equipo vigués decayó en el minuto 57 cuando fue expulsado Murillo tras cometer una falta al borde del área sobre Memphis. Coudet recompuso el equipo dando entrada a Tapia en lugar de Galhardo.
Al cuarto de hora se paró el partido después de que Ronald Araújo tuviese que ser desalojado del terreno de juego en camilla al sufrir una conmoción tras un golpe con su compañero Gavi.
Con un jugador menos todo se volvió cuesta arriba. El Barcelona además introdujo un cambio en el descanso para dar entrada a Riqui Puig buscando tener más balón. Aún así, el Celta tuvo una clarísima ocasión en el minuto 68 para recortar distancias y meterse en el partido, pero entre Aspas y Brais no se entendieron cuando tenían todos los pronunciamientos para anotar el segundo. No pudo ser. El Celta perdió la oportunidad por su falta de efectividad y el increíble acierto del Barcelona. El domingo visita Balaídos el Elche. Pero eso será otra historia.
