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Foto: Denis Doyle |
Desde hace unas semanas, Augusto Fernández ha tomado el relevo a Borja Oubiña como primer capitán céltico. El internacional argentino asume la responsabilidad con orgullo: "Lo llevo bien. Es un título que no cambia mi esencia. Le doy mucho valor y me gratifica y enorgullece porque me eligieron mis compañeros. En Argentina nombra el entrenador, que lo hagan los compañeros enorgullece. Me siento preparado para ejercer la capitanía".
"El cuerpo me pasó factura, pero no arrepiento de forzar"
Las lesiones, no siendo importantes, le han perseguido en los últimos meses e impedido poder conseguir un rendimiento óptimo: "Estoy poniéndome bien. Fue un semestre atípico, he ido a destiempo, con irregularidades en cuanto a lesiones que no me han permitido estar al cien por cien en lo deportivo pero cada día me encuentro mejor. Nunca me había pasado antes. El cuerpo me pasó factura por forzar, pero no me arrepiento de haberlo hecho".
"Nos llevaremos muchas alegrías esta temporada"
Entiende que es necesario conseguir un triunfo con celeridad, tras cinco semanas sin conseguirlo: "En su momento abrí un poco el paraguas porque esto es fútbol y la temporada es muy larga y es lógico que durante ella pases por diferentes momentos y situaciones. Es clave tener equilibrio emocional cuando vienen los elogios y las palabras bonitas, generalmente estas debilitan. Es cuando hay que estar con la guardia en alto, aunque no creo que a nosotros nos hayan relajado" .
Augusto está convencido que el Celta volverá a conseguir buenos resultados: "Seguro que nos llevaremos muchas alegrías con el Celta esta temporada, estos momentos te hacen ser más humilde para trabajar el doble. Al final de temporada, estaremos muy contentos".
"El halago debilita y mantener el equilibrio emocional resulta clave"
"Siempre apoyaré desde el lugar que me toque"
Trabaja para volver a ser titular: "No conozco otra forma que esforzándome cada día, en cada entrenamiento. Valoro el lugar donde estoy. El técnico sabe lo que puedo dar. Estando bien, puedo ayudar al equipo. Siempre apoyaré desde el lugar que me toque. El Celta está por encima de las individualidades".
Tiene ganas también de marcar: "Mi hijo mayor, Benjamín, es el que más presión me mete a sus tres años y medio. Después de cada partido se enoja porque no marqué. Ya no sé cómo mirarlo".
"Cualquier partido nos viene bien en esta situación"
No le parece reseñable utilizar como referencia el 0-5 de la pasada temporada en La Rosaleda, estadio al que vuelven este sábado: "Son estadísticas. No creo mucho en estas cosas, aunque a mí me ha ido bien en Málaga. El primer año hice el gol del 1-1 y el año pasado ganamos 0-5. Son buenos datos, si crees en esas cosas. Cualquier partido nos vendrá bien para salir de este mal momento. Todos son una final".
"El Celta tiene que estar muy por encima de las individualidades"
"Hay que cortar de raíz la violencia"
Conoció en Argentina lo que es la violencia en el fútbol y no quiere vivir lo mismo en España: "Es como un pequeño monstruo que cada vez se hace más grande. En Argentina prácticamente lo maneja todo. En España está empezando y lo mejor es cortarlo de raíz. De no ser así, se empiezan a sobrepasar límites y deja de ser fútbol. La afición del Celta me ha demostrado ser ejemplar".
Dos de los tres hijos de Augusto nacieron en Vigo, por lo que siempre estará vinculado a la ciudad: "Nos gusta mucho". Mientras, con año y medio aun de contrato, no existen novedades sobre la ampliación del mismo o que el Celta se haga con el 100 % de sus derechos.