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Foto: EFE |
Tras los acontecimientos de Madrid Río y la muerte del ultra del Deportivo, Miguel Cardenal, secretario de estado para el deporte, ha liderado la reacción del Gobierno para endurecer las sanciones y acabar de una vez con esta lacra.
-¿Somos un país demasiado reactivo y poco preventivo?
-Creo que en este caso había que reaccionar rápido y con contundencia. Y así se ha hecho. Pero no sería justo decir que en España no se hacía nada en materia de prevención porque precisamente días antes de los tristes sucesos tuvimos una reunión en Canillas en este sentido. Estábamos estudiando medidas para acabar, por ejemplo, con la violencia verbal.
-Sobre ese asunto ya habló en Vigo a los presidentes de los clubes.
-Así es. Le hablé sobre la violencia verbal. Pedíamos la máxima colaboración a los clubes, a la Federación, a los coordinadores de seguridad y policía para que nos ayudaran en este tema, porque en caso contrario estamos atados de pies y manos. Es cierto que se ha producido una gran reacción por parte de todos, pero repito que sería injusto no reconocer que este tema ya estaba en nuestra agenda.
-Pero quizá, más importante que legislar es la verdadera voluntad por parte de todos de cumplir con las leyes.
-Lo primero que se tiene que producir es una toma de conciencia por parte de todos y que se haga aflorar una determinación por todos los agentes sociales para llevarlo a cabo
-Entiendo que todas las medidas de que se está hablando y la determinación que se anuncia no serán entonces flor de un día.
-No. Por ello nos estamos dando plazos para que, cuanto antes, se puedan aplicar las nuevas medidas. Y tenemos el compromiso firme de explicar estas medidas a la sociedad.
-Se ha acabado el panorama ultra.
-Sí, se acabó el mundo ultra en España.
-Usted felicitó a Tebas por la fulminante decisión de destituir a Lendoiro, ¿Habría hecho usted lo mismo en su lugar?
-Creo que la pregunta se responde sola cuando recuerda que felicité a Tebas. Pienso que la decisión de Tebas con Lendoiro fue una decisión afortunada.
-Hay que preguntarle por Villar y su sonora ausencia en las reuniones que se han mantenido.
-Esta pregunta debería de hacérsela al presidente de la Federación Española de Fútbol. En cualquier caso, su conducta no está siendo comprendida por la opinión pública.
-¿Lendoiro debería también ser cesado como miembro de la junta directiva de la Federación?
-Ya hice mi valoración sobre la presencia de Lendoiro en los órganos de organización del fútbol. Y es la misma.
-Sin duda, buena parte del éxito de las medidas que se van a llevar a cabo estará en que los clubes, sus dirigentes, no amparen a los ultras.
-Es una clave, una de ellas. No quiero situar el peso de la eficacia de las medidas única y exclusivamente en que no haya condescendencia de los clubes de fútbol. Pero es importante.
-Durante años sí que existió condescendencia.
-No estoy valorando el pasado. Me gustaría decir que nuestro sistema funciona razonablemente bien. No hay nadie que dude de la eficacia española para prevenir la violencia. Quizá sí hubo momentos en los que las actuaciones no tuvieron todo el rigor necesario.
-¿A qué se refiere?
-En este caso deberemos de ver cómo acabaron las entradas en poder de los Riazor Blues. Tenía que haber habido una mayor diligencia con este asunto.
-¿Cómo?
-Los que estaban inmersos en el proceso de la distribución de las entradas tenían que haber evitado todo esto.
-¿Esto puede derivar en alguna responsabilidad?
-Sí, pero esto es un tema de orden administrativo o jurídico. Pero alguien será señalado como responsable. Tuvo que haber una acción humana, negligente o intencionada, que acabó con las entradas en poder de los Blues y sin avisar.
-¿Está señalando directamente a alguien?
-Pueden ser empleados, directivos... no sé. Alguien fue.
-En A Coruña se piensa que se está señalando demasiado hacia aquí y poco a Madrid.
-No hay esa intención. Estoy seguro de que los instrumentos de que está dotado el estado de derecho harán aflorar la verdad.