El sueño de Dani Abalo


Foto: Getty Images
Dani Abalo vivió un sueño incompleto con el Celta. Llegó al primer equipo, con el que disputó 122 partidos oficiales, pero no pudo disfrutar de la Primera División con el equipo de su corazón. El arousano se vio obligado a hacer las maletas. Primero en sendas cesiones al Nástic de Tarragona mediada la temporada del ascenso (2011/2012) y un año después, en el mercado de invierno de la campaña 2012/2013, al Beira Mar portugués. En verano del año pasado rescindió su contrato con el club vigués e inició una aventura arriesgada en el Ludogorets que, superado el sufrimiento inicial, le ha permitido vivir otro sueño. El curso pasado ganó la Liga y la Copa en Bulgaria y alcanzó los octavos de final de la Liga Europa (donde cayó con el Valencia) y en el presente ejercicio ha logrado la Supercopa y ha podido disfrutar de la Liga de Campeones. Hoy concluye la fase de grupos en un escenario soñado para él, el Santiago Bernabéu, a donde el Ludogorets llega sin opciones de pasar a octavos y con pocas de lograr plaza en la Liga Europa, para lo cual debe puntuar ante un Real Madrid que suma dieciocho victorias seguidas y tiene el primer puesto asegurado.

"Vine aquí por lo que me está pasando ahora, jugar en Europa, en la Liga de Campeones. Era difícil y no imposible. El primer año jugué en la Europa League y ahora en Champions. También conseguí títulos, el año pasado tres. Este año, lo de la Champions ha sido mi colofón y sigo luchando por títulos", explica Abalo, que en lo que va de temporada acumula 9 goles (dos ante el Liverpool, uno en Anfield y otro en Bulgaria) y 9 asistencias en 28 partidos.

La apuesta futbolística de Dani fue acertada. Tanto es así que a sus 27 años siente que está viviendo la mejor temporada de su carrera: "A nivel personal, sí. En menos de seis meses de competición llevo nueve goles y nueve asistencias y la verdad que estoy contento con mi rendimiento. Encima tengo la suerte de poder jugar en Liga de Campeones, competición en la que también he marcado (2 goles)". Pero sus primeros meses en Bulgaria resultaron difíciles para él y la vida más allá de su club sigue siéndolo. "El día a día en la vida fuera del fútbol es muy difícil. No hay nada, no tienes nada que hacer, sobre todo donde vivimos. Te pasas el día en casa mirando fútbol o viendo películas. Es como pasa el tiempo. A nivel futbolístico, los primeros meses fueron los peores. El fútbol era muy diferente, muy difícil, no hablaba nada, y por suerte llegaron preparadores físicos españoles. Después de seis meses cambió la dinámica de los entrenamientos y de ver el fútbol. Empecé a jugar, a meter goles y todo mejoró mucho", explica en declaraciones a Efe.

Hoy, el canterano celeste espera que su equipo dé la cara ante uno de los mejores equipos del mundo. "Sabemos del potencial del Madrid y que es muy difícil hacerles goles. Queremos dar buena imagen como hasta ahora y si es posible sacar algo positivo, pues bienvenido sea. Pero sabemos de la dificultad que tiene", explica Abalo, consciente de que su buen hacer en Bulgaria le puede abrir puertas interesantes a partir del próximo 30 de junio, cuando termina contrato. "Estoy jugando en varias posiciones, me va todo bastante bien y tengo que seguir así. Este año acabo contrato y puede salir una buena oportunidad para mí. Me quedo libre en junio, pero prefiero no saber nada. Quiero jugar y disfrutar de este partido que es muy importante para mí porque estará toda mi familia y amigos y sobre todo porque voy a jugar en el Bernabéu. Allí no se juega todos los días", remacha.

Atlántico Diario

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