Mismos números, pero distinto rédito


Foto: Ángel Díaz
Los números van por un lado y los resultados por otro. Esa es la realidad de un Celta cuyo tridente de ataque -Larrivey, Nolito y Orellana- se ha quedado seco en las últimas cuatro jornadas a pesar de que sus estadísticas se mantienen en niveles muy similares a los de los momentos de bonanza. Tomando como referencia las últimas ocho jornadas -desde el Villarreal al Barcelona y desde el partido del Granada hasta la visita al Bernabéu- ningún registro numérico sirve para explicar la debacle goleadora viguesa. Solo la falta de pegada y cierta falta de frescura de los atacantes a la hora de encarar portería parecen explicar el atasco céltico. En todo caso, en el vestuario niegan que hayan saltado las alarmas. «Puede preocupar llevar cuatro jornadas sin marcar, pero el equipo es consciente de lo que hacemos, sabemos que estamos teniendo muchas ocasiones, materializándolas no tanto. Tenemos ganas de volver a marcar y ganar un partido», comentaba ayer Jonny.

La dependencia: Quince goles de diecisiete
El Celta ha frenado en seco a la hora de celebrar goles, una parcela que hasta el momento parecía reservada a su tridente ofensivo. De los 17 goles que tiene el equipo de Eduardo Berizzo en su casillero, 15 han salido de las botas de Larrivey (7), Nolito (5) y Orellana. Solo el taconazo de Pablo Hernández en el Calderón y el gol de Álex López al Levante han nacido en la segunda línea. «Es verdad que empezaron muy bien los de arriba y es difícil mantener esa línea», razona Jonny sobre la dependencia celeste de sus hombres de ataque, de los que niega falta de frescura. «Los tres están con ganas, los que los sustituyen también y todo el equipo está con ganas de hacer gol y seguir mejorando y ganando partidos», asegura.

Disparos: Más cantidad, menos calidad
El gol que Joaquín Larrivey endosó al Barcelona en el Camp Nou es hasta la fecha la útlima alegría que los de Berizzo se han llevado en Liga. Desde entonces no han encontrado la fórmula del gol, a pesar de que han generado ocasiones más que suficientes. En los últimos cuatro encuentros de Liga el tridente de ataque ejecutó hasta 36 disparos de los que 7 encararon portería. Ante el Granada firmaron una decena, seis frente al Rayo y la friolera de 15 tiros ante el Éibar. La cifra decayó considerablemente ante el Real Madrid, en el que los de Berizzo firmaron cinco aproximaciones, pero ninguna vio portería. Esa precisión es la principal diferencia respecto a las cuatro jornadas anteriores, en las que el Celta sí había logrado el gol. Ante Villarreal, Athletic, Levante y Barça los tres jugadores de ataque célticos dispusieron de 24 disparos, de los que 9 se encaminaron a la portería rival, y de los que seis acabaron en gol.

La posesión: Más balón a los delanteros
El control de la pelota por parte de los tres hombres de ataque del Celta ha ido a más en los últimos cuatro partidos, si bien esto no se ha traducido en peligrosidad. Ante Villarreal, Athletic y Barcelona entre Larrivey, Nolito y Orellana superaron siempre el 10,4 % de posesión de pelota, mientras que en los últimos cuatro -con más minutos de los tres futbolistas sobre el terreno de juego- conectaron más más con el esférico (entre un 10,3 % y un 14, 4 %). Esa mayor participación del tridente ofensivo en el juego (ante el Granada coparon el 14,4 % y ante el Real Madrid un 12,7 %- no ha ido pareja a la resolución.

Larrivey: Menos partido al juego aéreo
El pichichi del Celta ha tenido menos participación en el juego del equipo en los dos últimos partidos en cuanto a interacción con el balón, sin embargo, ante el Éibar fue capaz de registrar hasta seis disparos de los que tres se encaminaron a portería, aunque no acabaron en el fondo de la red. Ni ante los de Garitano ni en el Bernabéu los de Berizzo fueron capaces de aprovechar el poderío aéreo del argentino, que ganó tres y dos duelos, respectivamente.

Nolito: Protagonismo sin réditos
Nolito es el futbolista céltico que más se ha animado a disparar en las últimas cuatro contiendas, aunque esto no se ha traducido en premio. El internacional ha tirado a portería en cuatro ocasiones en los cuatro últimos encuentros, sin firmar gol en ninguno. Tras un arranque espectacular, el gaditano da señales de cierta pérdida de frescura.

Orellana: Llegada sin resolución
Fabián Orellana se ha especializado en alcanzar la línea de fondo y centrar balones para que sus compañeros los rematen. Aunque en los últimos encuentros se anima más a la hora de buscar portería, su juego se enfoca cada vez más en buscar soluciones desde la banda con las que habilitar a sus compañeros. Ante el Éibar forzó ocho córneres.

Lorena García Calvo / La Voz de Galicia

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