El Celta se vació esta noche en Balaídos, lo dejó todo en busca de la remontada, pero la exigencia era demasiada alta y hubo demasiados factores en contra. La lluvia dejó impracticable el campo en la segunda mitad, el colegiado perdonó la expulsión a Sergio Rico, Guidetti falló un penalti. Demasiadas cosas en un partido que se recordará durante mucho tiempo. El equipo llenó de orgullo a su afición, que lo despidió con una sonora ovación.
De entrada, Berizzo sorprendió con la alineación, dejando a Cabral y Jonny en el banquillo, colocando a Hugo Mallo en el eje de la zaga, y a Daniel Wass como lateral derecho. Marcelo Díaz fue otra de las novedades. El chileno, junto a Bongonda, apareció en el once inicial.
El Celta salió decidido a buscar al Sevilla desde el primer minuto, pero los de Unai Emerey reacionaron con ejemplaridad. El gran mérito del cuadro sevillano fue contener al Celta en su arreón inicial. Los vigueses tardaron más de media hora en disparar a puerta, y eso que el juego era de auténtico vértigo, honrando y dignificando la camiseta.
A los 35 minutos llegó el primero del Celta, tras una emocionante jugada llevada entre Iago Aspas y Orellana, que finalizó con remate del primero. El tanto envalentonó al Celta, que vivió buenos minutos en las postrimerías de la primera mitad.
Lo mejor quedaba reservado para la segunda mitad. El Celta salió en tromba, como la que caía del cielo vigués, apretó los dientes y fue a tumba abierta por el Sevilla. El partido estaba brillante, heroico, emocionante, épico. Pudo marcar Iago Aspas, que falló un gol pintiparado, y también Guidetti, gracias a un fallo de Sergio Rico. Se mascaba el segundo, y llegaría finalmente en las botas de Iago Aspas.
Eran los mejores minutos de un Celta que perseguía a la heroica un milagro que parecía imposible. Pero como decía Calderón de la Barca “Los sueños, sueños son”, y Banega fue el encargado de despertar a los celestes de su sueño con el 2-1, un tanto que helaba el corazón de los presentes en Balaídos, y fue una losa insuperable para los pupilos de Berizzo.
Y eso que este equipo no se rinde jamás. Martínez Munuera perdonó la expulsión a Sergio Rico. Lo que no pudo evitar fue un penalti grosero, que debió enviar al guardameta sevillista al vestuario. Guidetti envió el balón al poste, y el escollo ya era insalvable. En los últimos minutos, con muy poco juego debido al estado del terreno de juego, solo quedó tiempo para homenajear a unos futbolistas que merecen, incluso en la derrota, un homenaje. El empate final deslució el espectáculo, pero no hará olvidar el orgullo que sintió Balaídos por los de celeste.
Ficha técnica
Celta: Rubén, Wass (Jonny, min.65), Hugo Mallo, Sergi Gómez, Planas, Marcelo Díaz (Radoja, min.68), Pablo Hernández, Iago Aspas, Orellana, Bongonda y Guidetti (Señé, min.71)
Sevilla: Sergio Rico, Carriço (Cristóforo, min.63), Ramí, Kolodziejczak, Koke, Escudero, Iborra (N´Zonzi, min.56), Banega (Konoplyanka, min.71), Vitolo, Kronh-Dehli y Gameiro
Goles: 1-0, min.32; Iago Aspas; 2-0, min.55: Iago Aspas, min.56: Banega; 2-2, min.87: Konoplyanka
Árbitro: Martínez Munuera, del comité valenciano. Amonestó a Planas, Pablo Hernández, Sergio Rico
Campo: Balaídos, 15.201 espectadores
