El Celta disputa esta tarde (18:00) el primero de los amistosos previstos para este parón por la disputa del Mundial. Será un encuentro muy especial por tratarse del mismo rival, el Boavista, ante el que jugó el primer encuentro de su historia, hace casi cien años. El club portugués será una interesante piedra de toque para los pupilos de Carlos Carvalhal, que tienen por delante el reto de escapar de la zona baja de la clasificación cuando regrese LaLiga a finales de mes.
Se espera un gran ambiente en Balaídos, ya que el club decidió abrir las puertas para que puedan acudir de forma gratuita todos aquellos aficionados que lo deseen. La idea, en principio, es abrir Tribuna Alta y Tribuna Baja para ubicar a los seguidores célticos que se acerquen al estadio municipal.
Para Carvalhal será un partido importante, ya que podrá poner en práctica lo trabajado desde que llegó a Vigo, donde apenas tuvo tiempo para entrenar por la sucesión de partidos oficiales que tuvo en su primera semana y media como técnico del Celta. Ahora, con más tiempo y trabajo, se empezará a esbozar su idea de juego.
La elección del Boavista no fue casual. Carvalhal quiere medirse a equipos que tengan un alto ritmo competitivo, y el hecho de que en Portugal no se parase la competición, ya que se sigue jugando la Copa de la Liga, sumado al carácter del equipo ajedrezado, que destaca por su intensidad, convierte a este equipo en un rival ideal para el cuerpo técnico celeste.
Durante estos días han entrenado muchos futbolistas del filial y del juvenil con el primer equipo. Carvalhal ha querido ver de primera mano como trabajan muchos de ellos, y esta tarde podría tener una oportunidad Javi Rodríguez, que entró en una convocatoria que contaría con más jugadores del filial de no ser por la coincidencia con el partido que esta noche disputa el Celta B en Talavera. Además de él también está Pablo Durán, claramente en dinámica del primer equipo, además de los habituales Carlos Domínguez, Gabri Veiga y Coke Carrillo.
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