Dorsales históricos del Celta: [11] Gustavo López




Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo.

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11 Gustavo López (295 partidos) 

Como buen jugador argentino, Gustavo López es de esos hombres que tienen la cabeza para algo más que para rematar. El incisivo centrocampista del Celta, mira, piensa y elige siempre la mejor opción, ya sea para realizar uno de sus rápidos y variados regates, o para ofrecer precisas asistencias a sus compañeros.

Se inició en el fútbol argentino, su debut en la máxima categoría de aquel país se produjo el 1 de diciembre de 1991 en su partido que su equipo, el Independiente de Avellaneda jugaría en su estadio contra Boca Juniors, con resultado de empate a 1 gol. El primer tanto lo transformaría el 8 de mayo de 1992 contra Huracán, ese día anotó los dos goles que dieron el resultado final (0-2). El primero en el 36 de la primera parte y el segundo en el 39 de la segunda.

En total, y antes de dar su salto a España, Gustavo López jugaría un total de 74 partidos en el campeonato argentino, anontando 9 goles. En el año 1995 emprendía su aventura española enrolándose en las filas del por entonces potente Real Zaragoza, acompañado de su compatriota Sebastián Rambert, que no tendría tanta suerte como el.

Su primer año no fue todo lo que desearía, el hecho de haber llegado en diciembre le impidió hacerse con un hueco de titular en el equipo. Pese a que ya empezaba a demostrar su enorme clase. El año de su despegue definitivo hacia la gloria se produciría en la temporada 96-97 donde se hace con un puesto en el once y se consolida como uno de los grandes jugadores de la Liga española. Ese mismo año finaliza la temporada con 13 asistencias, a solo 2 del mejor pasador de la Liga, Robert Jarni, jugador del Betis.

En 1999 y por petición expresa de Víctor Fernández, técnico que ya lo fuera de Gustavo López en el Real Zaragoza, el "cuervo" llegaba a Vigo. Durante sus 8 años de estancia en Vigo y sus múltiples partidos vivió la cara bonita del fútbol, pero también la cara más amarga. Fue partícipe de increíbles partidos en Europa, como el 7-0 al Benfica o el 4-0 a la Juventus, ambos en Balaídos, dónde Gustavo era un puñal que dinamitaba las defensas rivales por la banda izquierda.

En la Temporada 2000-01, una de las más intensas del Celta, se proclamó Campeón de la Intertoto en el verano de 2000 y casi un año después de iniciar esa larguísima temporada perdería la final de la Copa del Rey ante su ex-equipo. Uno de los tragos más amargos para el argentino, pues él no estaba al 100% a causa de unos problemas físicos y no pudo ayudar como quisiera para evitar la derrota de su equipo.

Con el Celta aún tendría que vivir la gloriosa clasificación para la Champions League, la disputa de dicha competición con una gran victoria en San Siro, pero trambién esa misma temporada vivió el descenso. El contrato de Gustavo vencía en 2004 y se barajaba la posibilidad de que el argentino no renovase con el equipo celtiña. Sin embargo, el jugador aceptó una rebaja considerable de sus emolumentos a cambio de continuar durante dos años más en Vigo.

En la siguiente temporada, el Celta conseguiría el ascenso, siendo Gustavo habitualmente utilizado como revulsivo en las segundas mitades, pues su estado físico le impedía dar un rendimiento notable durante un partido entero. La Temporada 2005-06 fue muy positiva en lo colectivo, pero frustrante en lo individual. Con el paso de las jornadas el argentino fue perdiendo peso en los encuentros hasta dejar de ser convocado en la recta final y decisiva del campeonato. El Celta obtendría la clasificación para la UEFA y el último partido de la temporada ante el Getafe, ya con la clasificación obtenida, parecía ser el último de Gustavo con la camiseta del Celta.



Una vez más a Gustavo le pesó más el corazón que la cabeza y aceptó una nueva renovación por un año más con otra rebaja sustancial de sus emolumentos y el riesgo de cobrar en función de los partidos jugados. En la Temporada 2006-07, última de Gustavo en el Celta, el jugador sufrió un importante rejuvenecimiento, y aunque fisicamente estaba tocado, recordó por momentos al Gustavo del Zaragoza y de los primeros años en Vigo con actuaciones sobresalientes que levantaban al público de sus asientos. La temporada tendría un dramático desenlace con el Celta, una vez más, abocado al infierno de la Segunda División y la continuidad de Gustavo López en el equipo más en el alero que nunca.

Esta vez, sin embargo, no hubo acuerdo. El club le ofreció la renovación al jugador con idénticas condiciones a las del año anterior, pero la condición de Gustavo era cobrar un salario fijo, sin que éste estuviese en función de los partidos jugados. Tras la negativa de Gustavo a aceptar la primera propuesta, el club anunció que Gustavo no renovaría al haber rechazado esta única propuesta.

Gustavo quería seguir jugando al fútbol y encontró acomodo en el ilusionante proyecto del Cádiz. A Gustavo le costó entrar en la dinámica del equipo, en el que fue entrando poco a poco, hasta hacerse con un hueco en el equipo titular mediada la temporada.
Después de una estancia discreta en el club gaditano, se queda sin equipo, y tras rechazar varias ofertas de Qatar, Estados Unidos e incluso Argentina, por motivos personales, se retira.

Actualmente es comentarista deportivo para Canal Plus, y tiene un campus de fútbol para niños que lleva su nombre.

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Dorsales históricos del Celta: [10] Alexander Mostovoi


Foto: Eugenio Álvarez


Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo.

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10 Alexander Mostovoi (175 partidos) 

Mediapunta u organizador ruso de gran calidad, visión de juego y capacidad de llegada al área rival. Poseía un potente disparo a puerta y era un consumado especialista en los lanzamientos de falta. Su magnífico regate le permitía eludir, si estaba inspirado, a cuantos rivales le salían al paso. Jugador con un carácter demasiado fuerte, defecto que moderó en la última etapa de su carrera. Comenzó su carrera deportiva en las secciones inferiores del CSKA de Moscú. Posteriormente con 16 años fichó por el Spartak. Allí saltó a la fama tras un partido en el que la figura del Zar emergió con fuerza. Fue en concreto ante el Metallist, conjunto al que le hizo un gol antológico tras regatear a seis rivales dentro del área. Permaneció en el Spartak cuatro temporadas, hasta que en 1991 se marchó al fútbol luso para jugar en las filas del Benfica.

Allí obtuvo la nacionalidad portuguesa, pero los problemas tanto deportivos como extradeportivos, impidieron que el bueno de Mostovoi desplegara su impresionante juego en las filas del Benfica. En 1993 llegó al Caen de la mano del técnico Daniel Jeandupeux, que apostó decididamente por él y que a la campaña siguinte se lo llevó al Estrasburgo, donde rindió a un excelente nivel que le permitió convertirse en uno de los jugadores más destacados del campeonato galo. Su debut con la zamarra del Caen en la Liga francesa se produjo el 3 de diciembre de 1993, en un Caen-Lyon (1-0).

Con la selección rusa debutó el 28 de octubre de 1992, contra Luxemburgo en Moscú. El partido, correspondiente a la clasificación para el Mundial 94, concluyó con una victoria rusa por 2-0. Una lesión le impidió acudir a la Eurocopa de Suecia 92 y disputó el Mundial de Estados Unidos 94, en el que jugó un partido, contra Suecia. Disputó también la Eurocopa de 1996.

En 1996 el Celta se hizo con sus servicios por 325 millones de pesetas. Su debut en la Liga española se produjo el 22 de septiembre de 1996, en un Celta-Betis (0-2). Su adaptación al conjunto gallego al principio no fue del todo buena y es que el carácter del ruso le jugó más de una mala pasada y tuvo muchos problemas en el seno de la plantilla viguesa. Afortunadamente para el fútbol, el Zar resurgió cual "Ave Fenix" y se convirtió en el amo y señor del juego del conjunto gallego y en el máximo ídolo de una afición viguesa que por fin disfrutaba con el fútbol del crack ruso.

Su etapa en el Celta resultó, simple y llanamente, memorable. Llegó a un equipo modesto que intentaba asentarse en Primera, y, de la mano de una escuadra fantástica, consiguió alzarlo a los altares del fútbol, aunque sin llegar nunca a tocar el cielo. Con Víctor Fernández en el banquillo, y rodeado de extraordinarios compañeros como Karpin, Revivo, Mazinho, Makelele o Salgado, Mostovoi comandó al Celta por los senderos de la grandeza futbolística. Fue el abanderado de un conjunto que practicaba un futbol hermoso, preciosista, valiente, sin trampa ni cartón. El objetivo siempre era la meta contraria, y el camino era el balón. Un balón que idolatraba a su amo, a Mostovoi. El ruso era quien marcaba el tempo, quien ponía la gota de calidad, la guinda a un pastel que previamente se encargaban de cocinar Mazinho y compañía.

De sus botas salía magia, ese pase imposible, ese gol impensable. No era un hombre rápido; su velocidad no estaba en las piernas, sino en su cabeza, la cual siempre dibujaba la jugada perfecta. Su regate en parado, con los pies clavados en el suelo y un simple movimiento de cadera, le sirvió para desarbolar a muchas defensas rivales. Su golpeo de balón, el cual mostraba en esas faltas a la escuadra contraria o en esos centros milimétricos, permitió a Balaídos celebrar muchos goles. Incluso con la cabeza también mostraba destreza, y sino véase sus dianas a Real Madrid y Real Sociedad en la temporada en la que se consiguió la tan anhelada clasificación para la Champions League.



En nuestro recuerdo siempre quedarán esos partidos memorables en los que nos hizo sentirnos orgullosos de ser del Celta. Esos goles al Real Madrid, Barcelona, Benfica, Liverpool, Aston Villa o Deportivo. Esos derbys en los que establecía un duelo directo con Djalminha por la hegemonía del fútbol gallego. Todas esas tardes de gloria que nos dio y que ahora tanto echamos de menos.

No obstante, la historia de Mostovoi en el Celta no fue totalmente de color de rosa. Siempre formará parte del lamento general del celtismo el hecho de que la generación que él comandaba nunca hubiese alzado un título. Tuvo su gran oportunidad en varias ediciones de la Copa de la Uefa, pero sobre todo en la final de la Copa del Rey en Sevilla, donde un majestuoso gol suyo a los cinco minutos nos hizo soñar con verle levantar el primer trofeo del celtismo. Pero el fútbol se portó mal con Mostovoi y sobre todo con el Celta. Esa es una deuda que aún nos queda por cobrar.

Otro de sus puntos negros fue su marcha. La temporada de la Champions que él tanto había deseado acabó en la tragedia del descenso. El ruso tuvo un enfrentamiento con la grada y se borró de los últimos partidos. Asimismo, cuando se confirmó la caída del equipo al infierno, decidió marcharse al Alavés. No fue un gesto bonito.

Sin embargo, es mejor acordarse de la multitud de cosas buenas que aportó a nuestro equipo, en lugar de los pocos episodios negativos que vivió. Siempre tuvo un carácter fuerte que lo hacía en ocasiones incomprendido para reducidos sectores de la afición. En general, mientras en otros campos era silbado y odiado (especialmente en Riazor), en Balaídos era coreado constantemente como el mayor de los héroes.

Una lesión de pubis le "persiguió" entre el tramo final de la temporada 98/99 (no pudo jugar las dos últimas jornadas) y el inicial de la 99/00 (se perdió los dos primeros partidos). Al no surtir efecto el tratamiento conservador que se le aplicó, el 14 de julio de 1999, en plena temporada, fue operado. Jugó su partido 100 en la Liga española el 19 de septiembre de 1999. Fue un Celta-Rayo Vallecano (0-1).

Fue elegido en el once ideal de la Asociación de Revistas Europeas de Fútbol (World Soccer, Kicker, France Football).

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Dorsales históricos del Celta: [9] Haim Revivo





Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo. 

9 Haim Revivo (153 Partidos) 

Considerado como uno de los mejores jugadores en la historia de su país. Se desempeñaba como mediapunta y destacaba especialmente por sus goles de tiro libre y las entretenidas celebraciones que efectuaba cada vez que marcaba un gol.

Procedente de una familia tradicional judía, muy cumplidora de los preceptos del judaísmo. Su primer equipo fue el Bnei Yehuda (1990-1993).Luego pasó al Hapoel de Tel Aviv, donde tan solo pasó un año gracias a su gran calidad. Entre 1994 y 1996 jugó en el Maccabi Haifa donde despuntaría en el equipo y donde los equipos europeos empezaban a fijarse en el. Finalmente y tras muchas y duras negociaciones el futbolista Israeli ficho por el Real Club Celta de Vigo, aunque no fue fácil debido a que su religiosidad fue una de las razones por lo complicado de este traspaso. En 1996, en pleno Yom Kippur (la fiesta judía del perdón),el Celta se vio en un aprieto, tenía un partido de domingo ante el Real Betis, pero según el Yom Kippur, ese día requería recogimiento, ayuno de 24 horas y una serie de rezos. El Celta pidió pasar el partido al sábado, pero al final la cosa no cuajó y Revivo tuvo que elegir entre jugar o rezar. Al final se decidió una solución intermedia.

El Celta consiguió adelantar un par de horas el partido, del que Revivo sólo jugó el primer tiempo, para que el jugador pudiera ir a casa a cumplir con los preceptos de la festividad. Tras el partido saltó esta polémica pero Revivo aclaro rápidamente la polémica diciendo: "Yo ya negocié todo esto con la directiva cuando firmé mi contrato".

Haim Revivo llegó al Celta como un jugador absolutamente desconocido para el gran público en nuestro pais. Sin embargo muy pronto presentaría sus credenciales. Ya en la primera temporada, mala para nuestro club, pudimos comprobar todo su talento. Pero la verdadera explosión de Haim llegaría en su segunda temporada, la temporada de Javier Irureta, la temporada en la que el Celta ingresó entre los grandes clubes de Europa, donde permaneció 7 magníficas temporadas. En esa temporada, la primera grande, Revivo era una de las piezas claves de aquel equipo inolvidable donde Michel Salgado, Mostovoi, Karpin y el propio Revivo nos hicieron vivir tardes mágicas.

Las lesiones hicieron mella en Revivo en las dos siguientes temporadas, en las que apenas pudo jugar muchos partidos, pese a que sus actuaciones, cuando jugaba seguían siendo fenomenales. La llegada de Gustavo López en 1999 cerró el paso a la titularidad del israelí, que desgraciadamente decidió buscar otro lugar en el que pudiese demostrar su extrema clase.

Sus dos años con el Fenerbahçe (68 partidos y 26 goles) fueron un éxito, ya que en 2001 fue una de las figuras en la obtención del título, pero luego perdió la atención de los dirigentes al contratarse nuevas figuras y decidió irse al eterno rival, el Galatasaray, donde se quedó un año antes de abandonar Turquía.

Con la Selección Nacional Israelí jugó 67 partidos y convirtió 15 goles. Uno de ellos fue un tiro libre muy recordado, en un amistoso previo al Mundial de Francia '98, que le dio el triunfo a Israel sobre Argentina por 2-1. Desde 1985 hasta ese partido, la Selección Argentina visitaba Jerusalén como cábala y ganaba siempre, pero luego de esa humillante derrota (Israel sólo se clasificó una vez a un Mundial) se terminó la costumbre.

Actualmente es propietario del FC Ashdod, equipo en el que se retiro del futbol profesional, además es un aclamado hombre de negocios en Israel y debido a esto vive a caballo entre la ciudad americana de Los Angeles e Israel. Ademas Haim Revivo colabora con la Fifa para ayudar a los niños pobre de Israel por medio del futbol.

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Malos tiempos para Paco Herrera en el Real Zaragoza


Foto: Nuria Soler / El Periódico de Aragón 
No han arrancado bien las cosas para Paco Herrera. El veterano técnico catalán emprendió este verano una tan difícil como atractiva aventura en Zaragoza: La de reflotar a un histórico del fútbol español como es el conjunto maño, un equipo que descendió el año pasado después de temporadas complicadas con salvaciones milagrosas y un tanto extrañas, cimentadas en remontadas forjadas con victorias en las últimas jornadas que no llegaron el pasado curso. El reto es delicado porque se atisba una clara brecha entre el Consejo de Administración y buena parte de la afición. 

Por eso el fichaje de Paco Herrera parece tener un doble sentido. El catalán llega a Zaragoza para alcanzar un consenso, tanto deportivo como social. Herrera es un entrenador con capacidad, como ya demostró en Vigo, pero también con mano izquierda y habilidad para tender puentes entre afición, directiva y equipo. Claro que eso se logra, fundamentalmente, con resultados, y hasta el momento no están llegando. En las cuatro primeras jornadas, dos empates y dos derrotas, con el agravante de la derrota de esta tarde ante el Lugo, un conjunto que visitaba por vez primera La Romareda, y que se llevó los tres puntos con justicia. 

Así las cosas, el Real Zaragoza ocupa puestos de descenso a Segunda B, y Herrera decía al término del partido, en la rueda de prensa protocolaria, que el Zaragoza es el Racing de Santander del año pasado, por aquello de aspirar a Primera, y que la presión le está superando. Una palabra, presión, nervios y atenazamiento, que solía utilizar también en sala de prensa cuando entrenaba al Celta. En todo caso, no parece que la situación que viva el conjunto maño este año tenga mucho que ver con la del Racing el pasado curso. Paco Herrera trabajará duro y saldrá adelante. Por delante queda mucho aún, y como dijo un día el entrenador Luis César, la clasificación a estas alturas solo cuenta mentiras. 
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Dorsales históricos del Celta: [8] Valery Karpin




Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo. 

7 Valery Karpin (218 Partidos) 

Centrocampista diestro de gran potencia y desborde desde la banda derecha, donde aprovechaba su gran llegada desde la segunda línea y su gran disparo para hacer goles y mandar buenos centros. Comenzó a jugar al fútbol en las filas del Sport Tallin, conjunto de su localidad natal en el que jugó entre 1986 y 87. Su siguiente destino fue el PFC CSKA de Moscú cal que llegó on 18 años. Posteriormente y tras dos años en las filas del CSKA se marchó al Fakel Voronezh, donde consiguió destacar especialmente y convertirse en uno de los nuevos talentos del fútbol ruso de la época.

En 1990 ingresó en las filas del Spartak de Moscú, donde consiguió tres Campeonatos de liga y una Copa rusa. Con la selección nacional debutó en un partido ante Inglaterra en abril de 1992, con la por entonces Comunidad de Estados Independientes (CEI), la antigua URSS. Posteriormente y en agisto del mimso año ya pudo jugar con la selección rusa, en Moscú, en un Rusia 2-0 México.

También estuvo presente en el Campeonato del Mundo FIFA de 1994 y de 2000 y en la Eurocopa UEFA de 1996. Jugó su último partido como internacional el 12 de febrero de 2003 en Lemesos, en un Chipre 1-0 Rusia. En 1994 y tras su magnífica progresión con el Spartak se marchó a España para jugar en las filas de la Real Sociedad. Su debut en la liga española se produjo el 4 de septiembre de 1994 con la Real Sociedad y ante el Compostela.

En dos temporadas jugó más de 70 partidos y se convirtió en una de las piezas básicas del conjunto donostiarra. Después recaló en el Valencia CF, que lo fichó por 6 millones de euros, pero su paso por el conjunto valenciano no fue nada satisfactorio, Karpin no se adaptó y nunca fue aquel gran futbolista que por encima de todo sorprendió a todos en sus anteriores equipos por su regularidad.

Buena prueba de ello es el hecho de que que llegó a la Liga española en 1994 con la Real, el centrocampista ruso siempre ha jugado un mínimo de 30 partidos por temporada, y sólo en liga ha disputado 477 partidos (31,6 por temporada) y ha marcado 96 goles (6,4 por campaña). Tras su fallido paso por Valencia aceptó la oferta del Celta y pese a que fichó en un principio por una temporada, acabó pasando cuatro maravillosos años en Vigo.

En las filas del Celta coincidió con otro magnífico futbolista ruso: Mostovoi, ambos se convirtieron en el terror de las defensas contrarias por la calidad que atesoraban en sus botas y en el terror de los árbitros por su peculiar y fuerte carácter.

Valery contribuyó a que el conjunto gallego acabara sexto en la Liga y lograra así su clasificación para competiciones europeas. En la temporada 2002/03 regresó a la Real Sociedad con la carta de libertad y jugó en 36 ocasiones en Liga, en la que finalmente acabaron subcampeones en una campaña memorable en San Sebastián.

Valery Karpin ha jugado más de 600 partidos oficiales desde su estreno como profesional en 1989 con el Fakel Voronezh ruso. Desde entonces, completó quince temporadas en Primera División de forma ininterrumpida. Tras su retirada fijó su residencia en Vigo a Vigo, donde tiene negocios inmobiliarios. Además su empresa patrocinó a un equipo de Voleibol y otro de Rugby en la ciudad olivica, además del Karpin Galicia, equipo profesional gallego de ciclismo.

La crisis económica, sin embargo, provocó que en 2008 regresase a Moscú para hacerse cargo del Spartak de Moscú, siendo nombrado director deportivo del conjunto capitalino. Los malos resultados propiciaron que Michael Laudrup, entrenador del conjunto rojo, fuese destituído, ocupando su lugar el propio Karpin, que de este modo debutaba en los banquillos. A finales de 2009 el conjunto ruso propuso la renovación por un año más a Karpin, que éste aceptó.

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Dorsales históricos del Celta: [7] Rogerio Vagner




Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo. 

7 Rogerio Vagner (120 Partidos)

Versátil, muy técnico y bueno en el apoyo y en la destrucción, Vágner Rogério Nunes, “Vágner”, fue uno de los grandes medio-campistas que Brasil tuvo a finales de los años 90. Dueño de personalidad fuerte, Vágner se destacó en varios clubes del fútbol brasileño en algunos de ellos salió de forma polémica y jugó también en la Roma, de Italia, y en el R.C. Celta de Vigo.

Vágner comenzó su carrera de jugador en el Paulista de Jundiaí (SP), en el comienzo de los años 90. En 1994, él se transfirió para lo Unión Son João, que contaba con jugadores como el punta Israel, el zaguero Beto Médici, el lateral-izquierdo Carlos Roberto (jugó en el Corinthians y Portuguesa) y el nostálgico Ozias (ex-Atlético Paranaense).

Después de buenos campeonatos provinciales por el equipo de Araras, Vágner fue sondeado por varios clubes grandes del fútbol brasileño. Llegó a quedarse próximo al Parque Son Jorge, pero fue el Santos que lo contrató en 1995. El mismo año, Vágner, jugando con la camisa 7 del Pez, ayudó el equipo comandado por el técnico Cabralzinho a conquistar el vice-campeonato brasileño. El título nacional se quedó con El Botafogo, pero los santistas reclaman hasta hoy del arbitraje confuso de Márcio Rezende de Freitas en la gran final.

La buena participación de Santos en aquel Brasileirão dio valoración internacional a muchos de sus futbolistas. Vágner tuvo su valoración al ser comprado por la Roma, equipo italiano que siempre contó con varios brasileños. El pasaje de Vágner por el país de la Bota duró casi dos años. Sin confirmarse como titular del equipo italiano, Vágner retornó a Brasil en 1998 para defender el Vasco de la Gama, donde llegó a actuar como lateral-derecho en el Torneo Río-São Paulo de 1999, competición vencida por el club de Son Januário.

En 2000, Vágner fue uno de los principales jugadores de São Paulo. Con el Tricolor, él fue campeón paulista del mismo año. El jugador dejó el equipo de Morumbi de forma polémica, ya que no aceptó defender el equipo en los partidos finales de la Copa de Brasil. Vágner estaba a punto de terminar su contrato y no aceptó la renovación. São Paulo llegó a la final del torneo, pero fue superado por el Cruceiro.

Después de São Paulo, retornó al Viejo Continente, para fichar por el Real Club Celta de Vigo en el verano del 2000. En el equipo vigués Vagner solo demostró a cuenta gotas la calidad que atesoraba. Jugaría en su estancia en Vigo, 88 partidos de liga anotando seis goles, uno de ellos en la histórica victoria viguesa en Bilbao (1-6). Participó también en 5 partidos de la Liga de campeones, marcando un gol frente al Ajax en Balaidos (3-2).

Tras dejar el Celta, Vagner concluyó su carrera en 2005, después de un rápido pasaje por el Atlético Minero, y se fue vivir a Londinense (PR). Llegó a cursar estudios de periodismo, pero desistió por creer que no era lo suyo. Abrió una empresa de seguridad y paralelamente, administra los inmuebles que adquirió al largo de la carrera y comenta partidos de fútbol en la Radio Globo de la ciudad paranaense. Está casado y tiene una pareja de niños que nacieron en España, Alexandre y Uxia.

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Túñez y Madinda no jugaron con su selección. Krohn fue suplente



Tres de los cuatro internacionales del Celta de Vigo que durante estos días están con sus selecciones tuvieron ayer partidos de clasificación para el Mundial de Brasil 2014, con suerte dispar.  Dinamarca venció por 1-2 en Malta y se reenganchó a la pelea que existe en el Grupo B por entrar en la repesca de la fase de clasificación para el Mundial de Brasil 2014. Michael Krohn-Dehli fue suplente, pero disputó toda la segunda parte. El conjunto dirigido por Morten Olsen es quinto de su grupo con nueve puntos, pero a solo uno de Bulgaria, segunda y con acceso a la repesca. Italia, con 17 puntos, ya está prácticamente clasificada.

Por otro lado, Venezuela cayó con merecimiento por 3-0 ante Chile, en un encuentro que deja prácticamente sin opciones a la Vinotinto para clasificarse para el Mundial en el grupo sudamericano. Andrés Túñez vivió lo que puede pasar si está toda la temporada sin minutos, y no jugó. Lévy Madinda tampoco tuvo minutos en la derrota de Gabón ante Burkina Faso por 1-0, entre dos selecciones que ya no tienen opciones de clasificarse para Brasil 2014. 

El que todavía no ha jugado es Augusto Fernández, que esta noche tiene partido con Argentina.

Terra
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Dorsales históricos del Celta: [6] Mazinho




Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo. 

6 Mazinho (138 Partidos) 

Extraordinario jugador brasileño que demostró su polivalencia y su calidad jugando tanto de lateral como de centrocampista, donde se consagró y deleitó a todos con su capacidad técnica y su visión para llevar la manija de su equipo.

Mazinho fue un crack desde sus tiempos de juvenil en las inferiores de Vasco. En sus comienzos en el conjunto junior su posición natural era la de centrocampista pero debido a la gran calidad y cantidad de futbolistas que habían en esa posición fue reconvertido como lateral izquierdo. Mazinho impresionó a todos con su versatilidad. Algo que puedo certificar personalmente ya que tuve la oportunidad de verlo jugar en un Trofeo Carranza jugando en esa posición con Vasco, y la verdad es que era una auténtica maravilla ver a un lateral haciendo las cosas que hacía el brasileño sobre la cancha. En las filas de Vasco conquistó el Bicampeonato carioca 87/88 y el Campeonato brasileño de 1989. Permaneció en el Vasco hasta 1990, año en el que se marcha al Lecce italiano.

Su experiencia italiana aunque corta fue importante puesto que durante su estancia tanto en el Lecce en la temporada 90/91, como en la Fiorentina en la 91/92, el brasileño se curtió aún más como futbolista y explotó definitivamente en Palmeiras un año después. A su regreso a Brasil en 1992, Mazinho se mostró volvió a demostrar su calidad y polivalencia. Durante su carrera jugó como lateral-izquierdo, posición en la cual comenzó, lateral-derecho, donde jugó en sus primeros meses con Palmeiras, en 1992, y en el medio-campo, donde se consagró definitivamente. En las filas de Palmeiras conquistó 2 Campeonatos Paulistas, 2 Campeonatos brasileños y un Torneo Río Sao Paulo.



Con la selección brasileña estuvo presente en dos Copas de América, siendo uno de los destacados y campeón en la edición de 1989. Estuvo presente en el Mundial de Italia 90, donde no dispuso de muchas oportunidades. En 1994 fue uno de los componentes de la selección brasileña dirigida por Parreira que se proclamó Campeona del Mundo. En 1994 se marchó a España para jugar en el Valencia, donde jugó a buen nivel durante dos temporadas.

Fue traspasado del Valencia al Celta por 100 millones de pesetas, en el 96. Debutó con el Celta el 1 de septiembre de 1996 en un Celta 2-0 At.Madrid.

En las filas del conjunto gallego se convirtió en el máximo idolo de la afición celeste junto a Alexander Mostovoi. El brasileño cogió la batuta del equipo con maestría y en 1998 el centrocampista del Celta de Vigo, terminó en el segundo puesto de la clasificación del Trofeo EFE por detrás de Roberto Carlos. El Celta realizó una de las mejores temporadas de su historia y llegó a cuartos de final de la Copa UEFA con un conjunto en el que sobresalían jugadores de la talla de Mazinho, Mostovoi, Karpin, Revivo, Penev, Sánchez, Makelele, Berges, Djorovic, Cáceres, Dutruel... y en el que el brasileño se ganó el apodo de "O Rei" Mazinho.

Desgraciadamente para el fútbol muy poco tiempo después, una lesión en el cartílago de su rodilla le apartó de los terrenos de juego y prácticamente lo dejó sin opciones de volver al fútbol. Aun así gracias a su tesón volvió a jugar aunque ya tuvo que hacerlo fuera del club gallego. En 2001 se marchó al Elche y en 2002 regresó a su país para jugar en Vitória, de Bahia, donde jugó apneas tres meses y dijo adiós al fútbol activo.

Tras dejar el futbol ha sido director técnico del Aris de Salónica griego. Ahora ha vuelto a vivir en España, en concreto en Barcelona. La razón es que se dedica en cuerpo y alma a promocionar y representar la carrera futbolística de su hijos, Thiago y Rafael.

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Dorsales históricos del Celta: [5] Everton Giovanella




Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo. 

5 Everton Giovanella (194 Partidos) 

Everton Giovanella fue un mediocentro defensivo brasileño que inició su carrera en el Lajeadense, de donde pasaría al Porto Alegre en la Temporada 1992-93. En la siguiente Temporada Giovanella llegaría a Europa para formar en el Tirsense portugués, donde tras un buen año sería fichado por el Estoril y la siguiente temporada por un equipo ya más potente como el Os Belenenses de la capital de Portugal.

Su llegada a España se produciría en 1996, cuando el Salamanca contrató a muchos jugadores procedentes del país vecino, tanto portugueses como brasileños. En Salamanca Giovanella viviría tres buenas temporadas, la primera de ellas se saldaría con el ascenso del conjunto charro a Primera y en las otras dos, en la División de honor, Giovanella sería una pieza importante en el equipo jugando muchos partidos.

Sus buenas actuaciones motivarían el interés del Celta por hacerse con sus servicios y así, tras el descenso del Salamanca en 1999, el jugador llegaría al Celta. Su debut en el Celta se produjo el 22 de agosto de 1999 en el Carlos Tartiere ante el Oviedo. Con el Celta jugaría durante 7 temporadas, siendo un jugador importante, especialmente en los primeros años. Era un mediocentro defensivo, de carácter y mucho trabajo. Su esfuerzo constante en los partidos es muy valorado por la afición celtiña que guarda muy buen recuerdo de Giovanella. Con el Celta alcanzaría una final de Copa y la clasificación para la Champions League, además de participar en grandes encuentros de la historia del Celta como el 7-0 al Benfica, o el 4-0 a la Juventus ambos en Copa de la UEFA. No era un gran goleador, y tan sólo anotó un gol en Liga ante el Oviedo.

Giovanella viviría su peor momento en el mundo del fútbol cuando dio positivo por nandrolona en un control realizado el 19 de diciembre de 2004 tras el encuentro que enfrentó al Celta contra el Pontevedra en Balaídos. La muestra de orina de Giovanella presentó unos niveles de nandrolona de 3,7 nanogramos por milímetro, lo que supera en 1,7 el límite permitido, establecido en 2 nanogramos. Por este motivo el futbolistas fue sancionado por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol el 27 de septiembre de 2005 a una suspensión de dos años de más una multa de 1.502,53 euros.

Desde ese momento, Giovanella se enfrentó a un farragoso proceso jurídico, en el que el casó pasó todos los comités que establece la justicia deportiva e incluso la justicia ordinaria sin encontrar solución todavía. Su último partido con el Celta de Vigo sería el 21 de septiembre de 2005 ante el Villarreal en El Madrigal, que terminaría con victoria (1-2) del Celta.

Durante la Temporada 2006-07 el jugador se ejercitó en A Madroa junto a sus ex-compañeros del Real Club Celta. Esa misma temporada el jugador tuvo una propuesta del Celta de fútbol Sala para participar en la Primera División con ellos, pero la Federación de fútbol prohibió la participación de Giovanella, que llegó a jugar un amistoso con el equipo, aduciendo que la prohibición era extensible también para este deporte.

En la Temporada 2007-08 y tras finalizar sus dos años de inhabilitación, el jugador firmó por el Coruxo, de la Tercera División, actualmente entrenado por un ex-jugador del Celta; Javier Maté. El Celta, por su parte, durante esa misma temporada, homenajearía al jugador por la dedicación mostrada durante sus años como celeste.

Actualmente es el secretario técnico del Lejadense, el lcub en el que debutó en el futbol. Desde allí colabora ba como ojeador, con su amigo Miguel torrecilla, director deportivo del Celta, hasta que regresó a Vigo, ya que su hijo, Luca, ingresó en las categorías inferiores del conjunto céltico. 


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Lista de convocados del Celta B para visitar al Coruxo


Foto: Marta Grande
David de Dios ha convocado a 18 futbolistas para el derbi que mañana enfrentará a Coruxo y Celta B en O Vao a partir de las 18:00 (TVG2). La relación de jugadores que entran en la lista de convocados es la siguiente: Rubén Blanco, Óscar Santiago, Pablo Pérez, Soto, Antón, Maceira, Sergio Santos, Borja Fernández, Yelko Pino, Fernán, Borja Domínguez, Borja Iglesias, Javi Rey, Goldar, Aitor, Añón, Thaylor y Marcos Torres.

Se quedan fuera Santi Mina, que es baja por lesión. Kevin, sancionado tras ser expulsado ante el Ourense, mientras que David Costas disfruta de las jornadas de descanso establecidas para el primer equipo. 
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Gil Manzano vuelve a cruzarse con el Celta


Foto: Futbolbalear.es
El Comité Nacional de Árbitros ha designado a Jesús Gil Manzano para dirigir el partido del estreno del nuevo San Mamés que el próximo 16 de septiembre enfrentará al Athletic Club y al Celta. A pesar de estar considerado como una de las más firmes promesas del arbitraje español, el colegiado pacense, de 29 años, ha sido en el pasado un verdadero azote para los celestes, a los que más de una vez ha perjudicado gravemente lejos de Balaídos. Ambos coincidieron por primera vez en Segunda División, donde el Celta sufrió hace tres campañas los rigores del colegiado, primero en Villarreal, con un penalti que solo existió en su imaginación y que costó dos puntos al conjunto dirigido entonces por Paco Herrera. Esa misma campaña, en el Benito Villamarín, el Celta sufrió dos expulsiones, una justa de Iago Aspas por llevarse la mano a la cara (que luego costó al moañés tres encuentros de suspensión) y otra,incomprensible, de Roberto Lago por una mano dudosa.

Pero quizá la peor actuación del árbitro pacense contra el Celta se produjo la pasada temporada en Son Moix, contra el Mallorca, en un duelo directo por la permanencia. Aquella tarde, el extremeño se tragó dos penaltis de libro a favor del conjunto vigués, uno a Bermejo, que fue literalmente arrollado por Geromel en el área pequeña y otro, también del central brasileño a Andrés Túñez. El Celta acabó perdiendo este vital partido en el último segundo. El pasado curso Gil Manzano también dirigió al Celta en un partido en Balaídos, frente al Sevilla, sin mayores problemas, que los célticos ganaron por 2-0 y con un penalti a favor.

Julio Bernardo / Faro de Vigo
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Celta, Areosa y Porriño inician su camino


Foto: Marta Grande


Este fin de semana se inicia una nueva temporada en la División de Honor juvenil, en donde los aficionados vigueses todavía guardan en la memoria la gran temporada realizada por el Celta la campaña pasada y que finalizó con una brillante Copa de Campeones disputada entre A Madroa y Balaídos. La campaña que esta tarde comienza lo hace además con el regreso del Areosa y del Porriño Industrial a la máxima categoría, con lo que se recupera el esplendor de hace unos cuantos años, cuando había cuatro equipos (falta el Rápido de Bouzas) en la categoría.

El más madrugador será el Celta, que esta tarde juega en Gijón ante el TSK Roces a partir de las 16.30 horas en el campo de Covadonga. Un máxima, la de jugar en sábado, que tendrán los tres equipos cuando se midan a rivales asturianos, ya que el viaje se puede hacer en el día con el consiguiente ahorro de costes.

Los célticos tienen el listón muy alto tras lo que sucedió la temporada pasada, pero no podemos olvidar que este año toca "cambio". El primero, en la dirección técnica, pues con el ascenso de David de Dios al Celta B llega al banquillo David García Sierra, que la temporada pasada estaba en el juvenil B. La mitad del equipo también será nueva en la categoría al subir desde las categorías inferiores. El club ha traídos a dos jugadores foráneos, Quiles, procedente del Recreativo, y Nacho, del Santa Marta.

El otro equipo vigués, el Areosa, viaja a Santander, en donde le espera otro recién ascendido, el Bansander. El encuentro se jugará mañana, a partir de las 12 horas, en el campo de El Monte 1. Vuelve al banquillo Humberto, quien durante muchos años fuera técnico del equipo en División de Honor. A su lado estará Joao, que la temporada pasada llevó la responsabilidad en Liga Nacional. El objetivo no es otro que luchar por la permanencia.

La racha del Porriño Industrial es envidiable. Dos ascensos consecutivos son el aval de un equipo que llega como novato, pero con la sensación de que pueden hacer un buen papel. Su debut será mañana domingo, a partir de las 12 horas ante el Atlético Perines en el Vicente Miera de Santander. El club porriñés ha sido fiel a su filosofía y han sido varios los jugadores de categorías inferiores que han ascendido al equipo. Manu Gómez llega al banquillo procedente del Val Miñor. El cambio de categoría ha obligado también a hacer algunos fichajes, entre los que destacan Diego, Copa, Lamas, Sergio, Sene y Adri.

Fuente: Faro de Vigo
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Dorsales históricos del Celta: [4] Fernando Cáceres




Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo. 


4 Fernando Cáceres (264 Partidos) 

Jugador argentino que militó en el Celta entre los años 1998 y 2004. Cáceres no tuvo la mejor salida posible del Celta. El último año, rodeado de polémica por una "actuación" suya en un hotel de Sevilla a altas horas de la madrugada, marcaría su recuerdo. Pero durante su estancia en el Celta, Cáceres ha hecho muchas mas cosas que mear delante de un hotel. De hecho con nuestro club ha realizado grandísimas actuaciones, y en su dilatada carrera ha militado en grandes clubes, lo cual habla, para bien de sus condiciones. Se inició en el antiguo equipo de Diego Maradona, Argentinos Juniors, donde conquistó el campeonato de Clausura en el año 91. De ahí el Salto a uno de los grandes de Argentina, River Plate. Años después militaría en el otro grande, Boca Juniors.

En 1993 da el salto mas importante de su carrera, Europa. El equipo encargado de abrirle las puertas sería el Real Zaragoza de Víctor Fernández. Una Copa y una Recopa es el balance de titulos en el equipo maño. Eso y un enorme prestigio como defensor central ganado a base de buenas actuaciones. Este prestigio lo llevaría a un Valencia que buscaba la fórmula del exito definitivo, pero allí, como tantos otros grandes jugadores que luego llegarían al Celta, no triunfó. Curioso este el caso de jugadores del Valencia que llegan al Celta después de no haber demostrado toda su valía con los Che.. Sánchez, Mazinho, Juanfran, Karpin y más recientemente Canobbio, Silva y José Enrique.

Desde su llegada en el año 1998 hasta su salida en 2004, Cáceres consiguió ser titular en la mayoría de los encuentros desde su posición de defensa central. Formó parte del equipo que maravilló a Europa por su juego y que posteriormente alcanzaría la final de la Copa del Rey y la clasificación para la Champions, como culminación a la participación durante cinco años, de forma ininterrumpida, en la Copa de la UEFA. También fue componente del equipo que en la Temporada 2003-04 descendería a Segunda División.

Tras su salida del Celta emprendería una nueva aventura en el Córdoba que tan sólo duraría una temporada. Finalizada esa temporada colgaría definitivamente las botas a sus 36 años.

En noviembre de 2009 sufrió un aparatoso incidente en Buenos Aires, cuando un grupo de adolescentes intentó robar su automovil. El ex-jugador del Celta intentó defenderse y acabó recibiendo un disparo en un ojo que lo mantuvo entre la vida y la muerte durante varias semanas. A finales de diciembre de 2009, Cáceres mostraba una milagrosa recuperación e incluso llegó a hablar y a comprender lo que le había sucedido.

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Antonio Núñez podría fichar por el Deportivo


Foto: Manuel Corujo / El Mundo
Antonio Núñez, un ex del Celta, con quién jugó entre 2005 y 2008, podría acabar jugando en el Deportivo, tal y como se desprende de unas informaciones publicadas hoy por el diario La Opinión de A Coruña. El madrileño, que se encuentra actualmente sin equipo, motivo por el cual está en el mercado, tras finalizar contrato con el Huesca el pasado verano, podría reforzar al conjunto presidido por Lendoiro y volver a coincidir con Fernando Vázquez, que ya lo entrenó precisamente en su etapa como jugador céltico. 

A sus 34 años, la trayectoria de Núñez es larga, con experiencia en Real Madrid, Liverpool, Celta, Apollon Limasol, Murcia y SD Huesca, lo que no ha evitado que se quedase sin trabajo en junio y que le esté costando encontrar ahora un nuevo destino. En las páginas del diario coruñés, el jugdador ni afirma ni niega la posibilidad de fichar por el conjunto blanquiazul, aunque el hecho de que esté Fernando Vázquez como técnico podría abrirle las puertas. Se da la circunstancia de que Antonio Núñez es actualmente accionista del Real Club Celta. 

También hay otra curiosidad en torno a Núñez y su pasado. En una visita del Celta a Riazor, Núñez golpeó a una aficionada deportivista durante una calentamiento. Los hechos de se remontan al 29 de abril de 2006, cuando en el intermedio del derbi, los futbolistas suplentes, entre los que se encontraba Núñez, calentaban para preparar la segunda parte del partido. La "agredida" denunció, y el jugador fue condenado a pagar más de 9.500 euros de indemnización. El juez condenó a Núñez porque chutó el balón por un "acceso de ira y no en el curso de las labores de entrenamiento, probablemente en respuesta a los improperios que se proferían desde la grada". Ahora, más de siete años después, podría firmarle un autógrafo. 
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El Celta revoluciona su pizarra


Foto: EFE
En poco más de dos meses el Celta se ha lavado la cara. La llegada de Luis Enrique y los fichajes de Fontás, Nolito, Charles, Rafinha y Aurtenetxe han impactado de lleno en un equipo que, para muchos, poco tiene que ver con el de la temporada pasada. Actitud, juego y sobre todo planteamientos tácticos diferencian al nuevo Celta del que logró la salvación en la última jornada del curso pasado, a ojos de Jorge Otero, Moncho Carnero y Josiño Abalde.


Identidad
Un Celta muy definido
Es precisamente Abalde el más drástico de los tres expertos. «No único no que este Celta se parece ao do ano pasado é na cor das camisetas e no campo no que xoga», sentencia el entrenador. Bajo su punto de vista «este Celta ten moi definido o concepto de xogo. Ten moi claro tanto como ten que facer en defensa como en ataque, e iso é unha das maiores virtudes deste equipo». A ojos de Josiño, «con Abel non se sabía moi ben o que quería facer o Celta, e con Paco Herrera podían ter unha idea pero non se era capaz de levala a cabo». Con Luis Enrique, cuya personalidad ha redundado en la confianza del equipo, el Celta sabe lo que busca y cómo conseguirlo, entiende Josiño Abalde.


Táctica
Las diferencias, en la pizarra
Moncho Carnero y Jorge Otero coinciden al hablar de un Celta evolucionado y que ha experimentado un cambio sobre todo a nivel de pizarra. «As diferenzas están na situación táctica dos xogadores», asegura Carnero, «Luis Enrique quere dous centrais que se abran moito á banda, deixa un mediocentro que baixa a recibir e tenta elaborar o xogo, e dous laterais que suben constantemente pola banda». Con Herrera, recuerda, primaba «avanzar polo centro, con Oubiña e Álex, e os laterais subían menos; agora son completamente ofensivos». El análisis de Carnero coincide con las líneas maestras que señala Otero. El exfutbolista enumera algunos cambios: «A liña que se forma de tres para a saída do balón, esa inclusión do mediocentro entre os centrais para ter o campo máis ancho e ter mellor saída de balón, e eses tres xogadores arriba en punta para presionar con moitísima movilidade». Modificaciones que «dan un salto significativo respecto ao ano pasado». Josiño, por su parte, subraya que «este Celta é moito máis sólido defensivamente e ten outros movementos moito máis marcados. Todo está moito máis definido, os movementos de Nolito e Augusto cara dentro para que entren os dous laterais, os dous interiores, Álex e Rafinha, como ían recibir a Fontás para darlle saída ao balón e que non quedara só, ou ata onde se replega o equipo cando perde o balón». Todo está medido, a ojos de Abalde.


Posesión
El hilo conductor de un equipo
Aunque tácticamente este Celta puede distar mucho del que comenzó el curso pasado con Herrera y despidió la Liga con Abel, Otero, Abalde y Carnero detectan una idea común: el gusto por la posesión. «É un equipo que quere ser protagonista co balón. Xa o ano pasado se estaba un pouco acostumado a querer o balón, pero agora está máis acentuado», argumenta Otero, para quién el «pero» de esta Celta está en que «cando non ten o balón defensivamente cústalle un pouquiño». Carnero, por su parte, habla de continuidad entre la propuesta iniciada por Herrera y la actual al destacar que «tanto a Luis Enrique como a Herrera lles gusta o bo trato co balón, os dous tentan chegar ao gol por medio do fútbol».


Sensaciones
Aplauso y llamada a la calma
Las sensaciones que transmite el Celta de Luis Enrique son buenas. En eso hay unanimidad, al igual que en la idea de que el conjunto irá a más. «O equipo está indo de menos a máis, pero non hai que esquecer que o primeiro é facer 42 puntos», sostiene Moncho Carnero lanzando una cierta llamada a la calma, al igual que Otero. «A afición ve un equipo sólido e que está xogando moi ben, pero o importante é que os xogadores saiban que non vai a ser sinxelo», alerta el exjugador. Mientras, Josiño no titubea. «Algo se está movendo no Celta e penso que este ano pode marcar un antes e un despois».

Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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Dorsales históricos del Celta: [3] Roberto Lago




Desde la Temporada 1995-96 los jugadores tienen dorsal fijo a lo largo de la temporada. A lo largo de estas 17 temporadas muchos jugadores han portado los distintos números que van del 1 al 25 que delimita las plantillas profesionales. Alberto Fernández, historiador y estadístico, propietario del prestigioso blog "Celta Historia", y colaborador estadístico de "Yo Jugué en el Celta" ha realizado un estudio en su web tendente a determinar qué futbolistas han sido los que en más ocasiones han llevado a sus espaldas cada uno de los dorsales del Celta. Lo que él ha llamado "Los dueños de los números", y que a partir de hoy recordaremos uno por uno, como homenaje a todos ellos. Si los pudiésemos reunir a todos en plenitud de condiciones tendríamos un gran equipo. 


3 Roberto Lago (175 Partidos) 

Roberto Lago es todo un referente de la cantera viguesa y celeste. Nacido en el popular barrio de O Calvario, el joven Lago se incorporó al Celta en 1995 con apenas diez años y fue escalando por los diferentes equipos del Celta hasta llegar al filial y posteriormente dar el salto al primer equipo. Apodado "La galerna del Calvario" por el periodista de la Cadena SER Jacobo Buceta, demostró durante sus seis temporadas en el primer equipo ser un lateral de largo recorrido, gran capacidad físico y proyección ofensiva. 

Su debut con el filial se produjo el 27 de marzo de 2004 en un encuentro disputado ante el Bilbao Athletic en tierras vascas. Aquel día fue titular y sería sustituído en el minuto 53 por Cristóbal Juncal, tío de Iago y Jonathan Aspas. Este último pertenecía también a aquel filial. Formaron parte del filial aquel día jugadores como Dani, Bru, Pablo Suárez, Jorge Rodríguez, Richy, Jonathan Aspas, Isaac, Nacho Franco, Alberto García, Goran Maric, Cristóbal, Marcos Rodríguez o Edgar. Muchos de ellos acabaron jugando algún partido en el primer equipo. 

A pesar de haber sido siempre lateral izquierdo, Rafa Sáez, técnico del filial, pidió a Roberto Lago que jugase de mediocentro, posición en la que se desenvolvió con relativa frecuencia en su etapa con el segundo equipo del Celta. Roberto Lago formó parte del filial durante las siguientes tres temporadas, en las que jugó un total de 82 partidos, anotando 4 goles. Su debut con el Celta se produjo en un partido amistoso disputado en Balaídos ante el Boavista, en el que actuó en el doble pivote junto a Jonathan Vila.

El 19 de noviembre de 2006 llegaría su primera convocatoria con el primer equipo. Y no sería en un partido cualquiera, sino en el derby disputado en Riazor. En un principio Fernando Vázquez  convocó a Iago Aspas, pero al haber sido expulsado ante el Alcorcón con el filial el día anterior, no podía ser convocado para este choque. De tal modo que Vázquez llamó a Lago, que no llegó a debutar en aquel partido, ni tampoco lo haría a lo largo de la temporada. 

Finalizado aquel curso, el Celta dio con sus huesos en Segunda División, y Roberto Lago subió al primer equipo. El conjunto céltico ficho a un búlgaro recomendado por el entrenador Stoichkov, Peter Zanev, que pelearía con Lago por la titularidad. La realidad sin embargo fue que Zanev jamás le discutió la plaza a Roberto Lago, que acabó la temporada con 33 partidos disputados y contando para todos los entrenadores que tuvo el equipo, que fueron cuatro: Hristo Stoichkov, López Caro, Antonio López y Alejandro Menéndez.  Y eso a pesar de que su debut en Liga se produjo ante el Córdoba, en agosto de 2007, jugando como lateral izquierdo. 

La siguiente temporada fue más compleja. Roberto Lago se encontró con la dura competencia de Fajardo y de Fabiano Lima. En un principio no entraba en los planes de Pepe Murcia, que lo puso a jugar en Castellón para darle una lección, confiando en que Arana, uno de los extremos más incisivos del momento, le pasase por encima. Así fue, y Roberto Lago desapareció del equipo por un periodo de dos meses, limitándose sus apariciones a los partidos de Copa ante Real Sociedad y Espanyol. Ante los "pericos", anotó un gol y volvió a ganarse un sitio en el equipo, aunque seguiría alternando la suplencia con la titularidad durante varias jornadas.



Al regreso de las vacaciones de navidad, Roberto Lago ya se había asentado en la titularidad, y la llegada de Eusebio Sacristán al equipo reforzó su condición. Para entonces, el Celta tenía ante sí la dramática batalla de evitar el descenso. El conjunto de Eusebio llegó a la antepenúltima jornada con la obligación de derrotar al Alavés para asegurarse matemáticamente su permanencia. Roberto Lago fue titular aquel día y jugó los 90 minutos el día que Iago Aspas debutó en Balaídos y anotó dos goles que dieron la salvación al Celta. 

El Celta se había salvado de una probable desaparición. Inmerso en graves problemas económicas y en medio de un proceso concursal, el club apostó por la cantera y depositó en Roberto Lago, uno de los abanderados de su apuesta por A Madroa, parte del futuro del club. Aún así, se reforzó en verano con Pedro Botelho, que llegó cedido por parte del Arsenal, y que debería disputarle el puesto en el once. El año arrancó mal para el Celta y Lago, que sufrió un golpe de calor en el partido inaugural disputado en Balaídos ante el Numancia. Las altas temperaturas registrados aquellos días en Vigo, y el horario del partido, seis de la tarde, provocaron que Lago tuviese que retirarse al descanso. No sería la última vez que el lateral zurdo celeste demostrase su escasa querencia por el calor. El Celta perdió aquel día. 

Un año más, Roberto Lago tuvo que sobreponerse a un mal inicio. No fue titular en Liga desde la primera jornada hasta la décima, pero ya no perdería dicha condición. Durante esa temporada Roberto Lago dio un salto de calidad muy importante y se convirtió en titular indiscutible del Celta, adueñándose por completo del lateral zurdo, jugando 32 partidos y anotando un gol. El Celta deambuló toda la temporada por la zona baja, aunque terminó salvándose con relativa tranquilidad, pero vivió su mejor momento de la temporada en la Copa del Rey, donde eliminó a dos Primeras como Tenerife y Villarreal, y plantó cara a todo un Atlético en cuartos de final. Lago disputó aquellos partidos y se dio a conocer al gran público. 

A pesar de la holgada salvación, el Celta necesitaba algo más, y por eso decidió cambiar de entrenador, contratando a Paco Herrera y dejando marchar a Eusebio, que finalizaba contrato. A Lago nadie le discutía el puesto, ya que el club solo fichó a Murillo, un central que se reconvertiría en lateral cuando fuese necesario. Lago lo jugó todo, salvo los partidos en los que estaba sancionado o lesionado. Fue un mal año a nivel disciplinario, ya que fue expulsado en tres ocasiones, la mayor parte de ellas de forma muy rigurosa. El Celta completó un gran año, en el que se clasificó para el play-off de ascenso, pero falló en la tanda de penaltis. Lago jugó los dos partidos ante el Granada. 

Y sería el Granada precisamente el gran protagonista de los siguientes meses. El conjunto presidido entonces por Quique Pina se interesó muy vivamente por Lago. El Celta aceptó en un principio su traspaso y cuando todo hacía prever que recalaría en Los Cármenes, frenó el traspaso al no aceptar las condiciones de pago propuestas por el conjunto nazarí. Los planes de Roberto Lago de jugar en Primera deberían esperar. La cantidad que ofrecía el Granada superaba el millón de euros. 

Unos meses antes, en enero de 2011, el club había renovado en masa a todos los canteranos del club, pero Roberto Lago no apareció en aquella foto. Problemas con el representante dificultaban cualquier negociación, según indico el Presidente Mouriño en aquel momento. Su contrato vencía el 30 de junio de 2013, y su renovación daría mucho que hablar durante los siguientes meses. Cada cierto tiempo aparecía una noticia en la prensa que daba por cercana su renovación, pero no acababa de llegar.

Pero volvamos a lo estrictamente deportivo. Roberto Lago había perdido la oportunidad de jugar en Primera, pero pronto tendría otra oportunidad, esta vez con el Celta, su equipo de toda la vida. El club contrató a Carlos Bellvís, que había descendido con el Tenerife a Segunda B y se entrenaba en solitario. Se pretendía que Lago tuviese un recambio de ciertas garantías que le permitiese mantenerse en alerta. Si ese era el objetivo, desde luego que se logró, ya que Lago firmó una de sus mejores temporadas y fue clave en el ascenso del Celta. Lago disputó 35 partidos y anotó 1 gol. Trabó una gran amistad con Hugo Mallo, Iago Aspas y Orellana, y unido al resto de los compañeros logró el ascendo directo en la última jornada ante el Córdoba. 

Nuevamente su nombre se vinculó a varios equipos que pretendían su fichaje. El tema de su renovación seguía dando que hablar. Lago no renovó, pero prefirió seguir en el Celta, que le daba la oportunidad de debutar en Primera. No tardó mucho en adaptarse a la exigencia de la categoría, aunque al equipo le costó un poco más. El del Calvario vivió un año marcado por los rumores que le situaban en el Getafe. A partir del 1 de enero de 2013 era libre para negociar y firmar con cualquier equipo. Y así fue. El Celta disputó en enero un partido de Copa del Rey ante el Real Madrid en el Bernabéu, y viajó desde allí hasta Barcelona, donde jugaba el fin de semana un partido de Liga ante el Espanyol. 

Durante la mini concentración del equipo en la capital catalana, Roberto Lago estampó su firma como jugador del Getafe para la siguiente temporada. Unos meses antes, Carlos Mouriño había asegurado que el Celta no se podía permitir el salario que pedía el jugador. Un dato tal vez exagerado. La firma de aquel contrato en Barcelona no gustó a Paco Herrera, que insinuó en rueda de prensa que su rendimiento podía bajar por este hecho. Más tarde se retractó de sus propias declaraciones.



El caso es que Paco Herrera no acertó. Roberto Lago siguió dando el mismo rendimiento, aportando la misma brega que durante los cinco años anteriores en el club. El Celta rondó el descenso y se vio en Segunda durante muchas jornadas, pero terminó salvándose de forma agónica ante el Espanyol, en el que supondría el último partido de Lago como jugador del Celta. Más tarde, se despediría del club y de la afición en una conferencia de prensa en la que las lágrimas hicieron acto de presencia: "No es fácil despedirme después de 18 años en este club. Aquí me he criado como futbolista, pero también como persona. Todos los valores que tengo son gracias a este club. Todo lo que he vivido en el Celta no creo que lo vuelva a vivir en otro sitio” aseguró el futbolista de O Calvario al mismo tiempo que dejaba abierta la puerta para un posible regreso en el futuro: “salir y tener éxito fuera y luego acabar mi carrera donde ha nacido todo ese éxito sería magnífico".

El  ya exjugador celeste buscaba nuevos retos. “Era el momento de crecer. El Getafe es un club consolidado en Primera y que lucha por entrar en Europa. Quizás había otras opciones con más nombre, pero escogí esta porque creo que era lo mejor para mí” afirmó. Asimismo, reconoció que el aspecto económico fue una parte decisiva para tomar la decisión: “esto es corto, tengo casi 28 años y por eso creo que es el momento de ver cómo se me valora fuera”.

Para concluir, Lago admitió que los últimos meses habían sido complicados, con gente dudando de su compromiso con el club. No obstante, prefirió recordar los episodios felices de estos 18 años como jugador celeste: “el ascenso del año pasado y salvarse esta temporada en la última jornada después de estar prácticamente condenados fue algo espectacular, una cosa maravillosa". Quiso acordarse también de los dos entrenadores que han marcado su carrera, Rafa Sáez y Paco Herrera: "Rafa me hizo debutar en juveniles de División de Honor con dos años de antelación y luego en Segunda división B también apostó muy fuerte por mí. Con Paco Herrera me acabé consolidando en el primer equipo. Han sido tres años magníficos y a muchos de nosotros nos ha ayudado a madurar tanto dentro como fuera del campo", destacó. Finalmente, se despidió con estas palabras: “ahora me tocará apoyar al equipo desde fuera, como cuando era pequeñito. Seré un vigués y un celtista de corazón".

Con el Getafe firmó un contrato por cuatro temporadas, que le ligaría a la entidad madrileña hasta el 30 de junio de 2017. 

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