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| Foto: EFE |
El Celta de Claudio Giráldez ha encontrado su mejor versión lejos de casa. Sus números como visitante en LaLiga hablan por sí solos: 11 puntos sumados fuera de Balaídos que lo colocan entre los mejores equipos del campeonato cuando juega a domicilio. Solo Real Madrid y Barcelona, ambos con un encuentro más, superan el registro celeste en esta clasificación parcial.
El conjunto vigués ha firmado tres victorias consecutivas como visitante y encadena además dos empates que consolidan su excelente trayectoria lejos de Vigo. En total, seis salidas en las que únicamente el duelo en Elche se saldó con derrota. Más allá de los resultados, el equipo ha mostrado una regularidad destacable: ha logrado marcar en todos sus desplazamientos, con un balance de nueve goles a favor por siete en contra.
Rendimiento sólido también en Europa y Copa
La solvencia del Celta fuera de casa no se limita a LaLiga. En la Europa League han demostrado el mismo carácter competitivo, con una victoria y una derrota en sus compromisos a domicilio. En la Copa del Rey también cumplieron en su estreno, superando la primera ronda como visitantes. Un patrón que refleja personalidad, concentración y capacidad de adaptación en entornos adversos.
El contraste con la temporada pasada
El contraste con el pasado curso resulta significativo. Durante toda la temporada anterior, el Celta tan solo sumó 19 puntos como visitante en Liga, y en la primera vuelta apenas había logrado 4. En aquel entonces los buenos resultados en Balaídos compensaban las carencias fuera. Esta campaña, sin embargo, la situación se invierte: únicamente han conseguido 5 puntos como locales, lo que les impide ocupar posiciones europeas pese a su sobresaliente desempeño lejos de Vigo.
Números casi calcados a los de hace un año
A pesar de estos altibajos entre casa y fuera, el recorrido global del equipo en Liga es muy similar al del curso pasado, aquel que terminó con clasificación europea. Hoy acumulan 16 puntos; hace un año, a estas alturas, sumaban 17. Solo uno más. La diferencia radica en cómo se está distribuyendo el rendimiento: ahora el impulso llega desde los viajes.
Si el Celta logra equilibrar su fiabilidad como visitante con un rendimiento mínimamente sólido en Balaídos, puede volver a soñar con instalarse en los puestos que dan acceso a competiciones europeas.
