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| Foto: Faro de Vigo |
La trayectoria de Iago Aspas en el Celta irá siempre ligada al Deportivo Alavés, y aquel partido salvador en junio de 2009, hace más de 16 años, cuando en su debut como jugador del primer equipo salió en la segunda parte par sellar la salvación del equipo celeste, evitando así el terrible trance que supondría un descenso a Segunda B con imprevisbles consecuencias en pleno proceso concursal del club.
Desde entonces el conjunto alavesista ha sido uno de los que mejor se le ha dado a lo largo de su carrera. Buena prueba de ello es que con el gol logrado el pasado sábado, ya son 11 los que ha marcado al equipo babazorro en su trayectoria profesional, los mismos que a Athletic, Barcelona y Real Sociedad, y solo uno menos que ante el Sevilla.
Pero mientras que para marcar 12 goles ante el Sevilla necesitó 23 partidos, y para hacer 11 ante Athletic, Barcelona y Real Sociedad necesitó respectivamente 19, 24 y 26 partidos, ante el Alavés ha jugado 18, uno menos que ante los leones, y bastantes menos que ante el barceloneses y donostiarras.
Aunque en la memoria de Iago Aspas siempre estará aquella eliminaotria de semifinales de la Copa del Rey en 2017, cuando se estrelló una y otra vez contra un inconmensurable Pacheco en el partido de vuelta, impidiendo que el equipo celeste disputase la final de la competición del k.o. 16 años después de su última experiencia.
Pese a todo, no cabe duda que es un equipo que se le da bien, y también los aficionados del Alavés lo conocen, siendo despedido entre pitos, pero también con algún aplauso. El propio Aspas mostró su respeto por la afición en la celebración del gol, pidiendo disculpas tras su habitual celebración con beso y reivindicación del escudo del Celta.
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