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| Foto: Faro de Vigo |
Ilaix Moriba celebró ayer su cincuentenario con el Celta con un partidazo ante el Alavés en Mendizorrotza. El de Guinea Conakry llegó al Celta en el verano de 2024 cedido por el RB Leipzig, y gracias a su rendimiento se ganó la continuidad en Vigo después de que el club realizase una importante inversión para hacerse en propiedad con sus servicios.
No está decepcionando el mediocentro, que es un fijo para Claudio Giráldez, que tanto insistió en que el Celta apostase por él, y el de ayer volvió a ser un buen ejemplo de lo acertada que fue la decisión tomada en Príncipe. Moriba disputó un encuentro muy completo, y fue creciendo con el paso de los minutos, siendo clave en el tramo final cuando el equipo céltico trataba de mantener el valioso botín en el marcador.
El balance de Ilaix Moriba en sus 50 primeros partidos con el Celta es de 17 victorias, 14 empates y 19 derrotas. Buenas cifras, en sintonía con lo que está siendo el equipo desde su llegada. A su rendimiento añadió 1 gol, y una única expulsión, en aquel encuentro de Gran Canaria en el que inexplicablemente no pudo acabar el partido sobre el terreno de juego.
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