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| Foto: RC Celta |
El debut de Gonçalo Paciência tenía su miga esta noche. El portugués llegó a Vigo, firmó su contrato como nuevo jugador celeste, y sin tiempo para entrenar con el grupo se puso las botas y partió en el once inicial frente al Al-Shabab. Y pese a todas las dificultades logró convencer a Balaídos, en gran medida merced al golazo que anotó a la media hora de partido, un disparo desde el pico del área, por el perfil izquierdo, batiendo al rival con un bello disparo de rosca al que no pudo llegar el guardameta visitante.
Pero más allá del gol, lo que se le vio al ariete luso fue lo que prometió en la primera entrevista para Celta Media. Muchísima participación, trabajo incansable y un buen entendimiento con Aspas, a pesar de que nunca antes habían jugado juntos, ni tan siquiera en un entrenamiento. También mostró alguna debilidad, pero el trabajo de Coudet, y del propio Paciência, debe ir encaminado a enmascarar sus puntos débiles y hacer más visibles sus fortalezas, como sucedió en la primera parte, en la que participó en los tres goles.
De momento, en su debut se ganó a Balaídos, que lo ovacionó cuando fue sustituido, dejando un gran recuerdo de su primer partido como jugador celeste. El próximo fin de semana empieza lo bueno, lo que de verdad vale e importa, y es ahí donde debe ganarse más ovaciones.
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