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| Foto: RC Celta |
Iago Aspas defendió ayer la filosofía de Miguel Cardoso. El ariete moañés se incorporó apenas cuatro días antes del partido ante la Real Sociedad, tras sus compromisos con la selección española, y apenas tuvo tiempo para trabajar con el preparador luso antes de ese encuentro, pero bendice la propuesta de Cardoso y le apoya públicamente de cara al futuro.
Eso sí, el jugador reconoció que “Vamos un poco apurados para lo que él quiere”, algo que puede significar un aviso para navegantes. Implantar su filosofía no es algo que se consiga de un día para otro, como se vio el otro día ante la Real Sociedad, con muchos desajustes, especialmente en la salida de balón, que necesitan mucho trabajo y crear automatismos entre los jugadores para poder ejecutarlos sin el riesgo que entrañaba cada inicio de jugada el pasado lunes.
Pero si en algo coinciden casi todos los jugadores de la plantilla es en lo bien que ha trabajado el cuerpo técnico desde su llegada a Vigo, algo que contrasta con la opinión que tenían del anterior entrenador y sus ayudantes. Lo que se pudo ver ante la Real Sociedad es un Celta que está muy lejos de lo que se espera de él, pero que, al menos, tiene un plan. Ahora hay que pulirlo y trabajarlo, y con paciencia el resultado puede ser atractivo para el espectador y sobre todo efectivo.
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