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| Foto: Xoan Carlos Gil/La Voz de Galicia |
Miguel Cardoso puso ante la Real Sociedad una revolucionaria e inédita zaga con muchas novedades con respecto al último partido de Antonio Mohamed, donde solo repetía David Juncà en la banda izquierda. La revolución no venía marcada solo por el cambio del titular del banquillo, sino que en gran medida era obligada por las circunstancias.
Hugo Mallo y Gustavo Cabral no pudieron jugar ante los donostiarras por estar sancionados. El capitán vio la quinta amarilla frente a los blancos, mientras que Cabral fue expulsado, por lo que se perdió ese encuentro. De cara al partido del sábado frente a la Sociedad Deportiva Huesca, el técnico luso podrá contar con todos sus efectivos en la defensa, y será ahí cuando podamos ver cuál es su idea para una de las posiciones más delicadas del equipo.
Los problemas defensivos se han repetido desde que comenzó la temporada prácticamente, y no son algo nuevo en el Celta, que ya en años anteriores ha sufrido muchísimo por este motivo. Este verano el club decidió apostar por Néstor Araujo, por quien pagó 7 millones de euros, y por Junior Alonso, cedido con una opción de compra de unos 5 millones de euros. Además recuperó a David Costas y dio salida a Sergi Gómez y Andreu Fontàs.
Los cambios en la zaga no han mejorado al equipo en defensa, y Miguel Cardoso tendrá por delante un arduo trabajo para gestionar la cantidad de goles recibidos por el Celta, indispensable si se sueña con estar arriba y no sufrir para salvar la categoría. Este fin de semana contará con todo el equipo para ello.
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