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| Foto: Pierre-Philippe Marcou/Getty Images |
Cuando queda poco menos de una semana para que arranque el Mundial, ya nadie duda que Iago Aspas debe ser el 9 de la selección española. El delantero del Celta se ha ganado a pulso el respeto de la prensa nacional, habituada a mirar solamente hacia lo que tiene más cerca. El moañés ha hecho que viren la mirada hacia el noroeste para fijarse en un futbolista con poco nombre, aunque cada vez más, que está reuniendo méritos para ser el delantero titular en el Mundial.
Eso sí, una cosa es que ya todos lo pidan, y otra es que finalmente lo sea. La sensación es que Lopetegui confía en él, pero no lo suficiente para darle la alternativa en los partidos importantes. Así ha sido durante la fase de clasificación, a pesar de que Aspas aprovechó los minutos que tuvo, y goleó cada fin de semana con el Celta. Primero Morata, que fue el delantero titular en esa fase, y finalmente Diego Costa tras ese medio año de parón que tuvo a comienzos de curso.
A Aspas le cuesta un mundo lo que a otros parece costarles muy poco. Por eso tendrá que seguir ganándose los minutos y las oportunidad. Por su calidad y su capacidad de desequilibrio en los partidos importantes, debería ser un fijo a poco que Lopetegui haya seguido su carrera desde aquel debut ante el Alavés, cuando ni la presión de su primer partido en Balaídos, ni lo que había en juego, pudo con él a pesar de su inexperiencia.
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