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| Foto: EFE |
El Camp Nou es uno de los estadios más complicados del mundo, y por supuesto de la Liga. Lo sabe bien el Celta, que tuvo que esperar 73 años para conseguir una victoria después de la lograda en los años cuarenta gracias a los goles de Roig. Ninguno de los que habitualmente entran en esta web habían visto al Celta salir triunfante del estadio azulgrana hasta aquel 1 de noviembre de 2014, en la primera temporada de Berizzo al frente del banquillo, cuando el Celta se impuso gracias a un gol de Larrivey en el minuto 54.
Desde ese partido, el Celta no ha vuelto a rascar nada del coliseo catalán, saliendo goleado de sus enfrentamientos ante el equipo de Messi, pero aquel día de noviembre lo logró. Hasta ocho jugadores de la actual plantilla estaban aquella noche en el Camp Nou, de hecho, la defensa se parecía mucho a la que podría jugar el próximo sábado.
Sergio era el guardameta, con una defensa de cuatro formada por Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez y Jonny. Radoja y Pablo Hernández formaban en la salida de máquinas. El resto del equipo titular ya no está en el Celta: Krohn-Dehli, Orellana, Larrivey y Nolito. En el banquillo estaba Rubén Blanco, esperando oportunidades en su primer año en el equipo senior. En la segunda mitad también jugaron Borja Fernández, Madinda y Charles.
Repetir aquella gesta será prácticamente imposible. Lo vivió en primera persona Juan Carlos Unzué, segundo entrenador de Luis Enrique aquella noche, y que este sábado intentará dar la sorpresa ante su ex equipo. La historia no miente y habla de las dificultades que siempre ha tenido el Celta para ganar en el Camp Nou. Recientemente ha logrado vencer con más “facilidad” en el Santiago Bernabéu, pero el estadio azulgrana parece un coto vedado para el Celta.
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