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Foto: Mora Moralejo/La Voz de Galicia |
Que la fecha elegida para el derbi no sentó bien en el vestuario céltico es un hecho evidente. La Liga decidió poner el partido para el 23 de diciembre a las 18:30, lo que supondrá un importante inconvenientes especialmente para los jugadores sudamericanos, que llegarán muy justos, o no podrán hacerlo a sus casas para pasar la navidad.
Pablo Hernández es uno de estos futbolistas y fue muy claro en una entrevista concedida al diario Marca: “En mis planes estaba pasar la Nochebuena con mi familia, pero jugar ese día en Riazor nos complica muchísimo las cosas. A los responsables de esta designación únicamente les deseo que disfruten al máximo de una celebración tan familiar. Otros no podremos hacerlo”, zanjó.
Claro, rotundo y duro. Así se muestra el Tucu con la Liga y la decisión de poner un partido tan especial en esa fecha. Es evidente que para los aficionados el horario es bueno, especialmente para aquellos que se desplacen de Vigo a Riazor, pero no para los futbolistas, que además cuentan con el agravio comparativo de que otros compañeros jugarán esa jornada el martes, cuatro días antes.
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