Alejo: "El Celta siempre está en mi mente"


Foto: Jorge Lens/La Voz de Galicia
Alejo Indias es uno de los grandes jugadores del Celta en los años noventa. Su nombre quedará siempre ligado a la final de Copa de 1994, ya que él fue quien falló aquel penalti que permitía al Zaragoza hacerse con el título. Sin embargo, la carrera de Alejo en el Celta va mucho más allá de aquella pena máxima. La Voz de Galicia publicó este martes una recomendable entrevista a la que podéis acceder a través de este enlace. 

El futbolista extremeño, jugó en las categorías inferiores y de ahí pasado al Figueres, desde donde saltó al Celta en 1992. El ex céltico lo cuenta así: “Estaba jugando en el Figueres, en Segunda, y recibí la oferta con mucho entusiasmo. El director deportivo se puso en contacto conmigo, me encantó la idea y me fui a jugar a Vigo. Tenía 25 años y mi idea era estar el mayor tiempo posible. Jugar en la máxima categoría no era fácil y con la ilusión de echar raíces en el Celta. Fueron cinco temporadas muy buenas”, comentó. 

A pesar de marcharse del club hace 20 años, el extremeño recuerda con mucho cariño al club: “A Vigo me unen dos cosas muy importantes: Una es que estuve jugando en el Celta muy a gusto y muy bien en todos los aspectos cinco años, y la otra que mi hijo Iago nació allí, y por este motivo, el club y la ciudad siempre están en mi mente. Estoy satisfecho y orgulloso de tener un hijo vigués a raíz de la etapa que pasé allí”, comenta al referirse a Iago Indias, jugador del Espanyol B. Como su padre juega de defensa central, aunque también lo puede hacer como pivote. 

El ex jugador reconoce seguir de cerca al Celta: “Siempre estoy muy pendiente, lo veo a no ser que me lo impida el trabajo, y además tengo amigos allí. Nunca he dejado de pensar en el Celta, es un equipo simpático y admirado por la mayoría, así que con más motivos si lo conociste desde dentro”. Afición que intenta trasladar a su vástago: “Hablamos muchas veces del Celta y de Vigo aunque se fuera de allí con año y medio. Ha estado, tiene amigos y vemos juntos algunos partidos. Ojalá haya un vigués más en Primera en el futuro”, comenta. 

Uno de sus mejores recuerdos fue la respuesta de la afición tras fallar el penalti en el Vicente Calderón: “El celtismo estuvo a mi lado y no me recriminó nada en ningún momento. El penalti lo falla el que lo lanza, no una ciudad entera. Puedes acertar o fallar y la afición del Celta lo entendió y no tuvo ningún problema ni en esos días ni en los tres años posteriores en los que seguí jugando en el Celta”. 

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