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| Foto: Miguel Ángel Molina |
Una de las noticias más positivas de la noche de ayer fue el regreso al equipo de Facundo Roncaglia. Extrañaba enormemente la ausencia del argentino, que solo había disputado unos minutos ante el Betis, contra quien fue titular aunque no terminó el partido por una lesión. Desde entonces no había vuelto al equipo, y eso que hubo tres partidos en seis días donde Unzué repartió los minutos entre los otros tres centrales.
Ayer por fin tuvo su oportunidad, pero no de titular, sino saliendo desde el banquillo. Fontàs fue el sacrificado. El preparador navarro comentó que buscaba más velocidad en la zaga por las incorporaciones de Pablo Maffeo y Portu por la banda derecha, y ese fue el motivo por el que decidió poner a Roncaglia, aunque pocos minutos después tuvo que irse al lateral derecho para reemplazar al lesionado Hugo Mallo, entrando Cabral para el centro de la zaga.
Lo que vimos ayer de Roncaglia hace aún más inexplicable la ausencia de Roncaglia durante los últimos partidos. Está claro que Unzué tiene más elementos de juicio que nosotros para tomar cierto tipo de decisiones, y por supuesto sus preferencias y lo que necesita para cada partido, pero viendo jugar a Roncaglia cuesta entenderlo. Incluso demostró que su salida de balón no es tan horrorosa, moviendo bien al equipo desde atrás cuando el balón pasaba por sus pies, y como lateral también rindió decentemente. Lo mejor de la noche es recuperarle y ver que sigue estando alerta y rindiendo bien. Lo normal es que a partir de ahora vuelva a tener minutos. Otra cosa sería muy extraña.
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