Carlos Mouriño hizo ayer lo correcto. El club ha tomado la decisión acertada, la de escuchar al Concello y abrir la puerta a un posible acuerdo para seguir en Balaídos. Obviamente después las dos partes tendrán que llegar a un acuerdo del que se beneficien todas las partes, lo que seguramente no será sencillo, pero aplaudimos que haya tendido la mano a Abel Caballero para cerrar un acuerdo satisfactoria para todos.
Y no vamos a ser nosotros quienes tiremos de hemeroteca para recordarle a Mouriño aquella de que la marcha de Balaídos era “irreversible”. No lo era, y nos alegramos, aunque no justificamos los excesos verbales, y está bien que uno no sea prisionero de sus palabras y que se anteponga la decisión adecuada a la coherencia con lo dicho, porque lo más incoherente es no hacer lo mejor para el club.
Esta semana será clave. El Concello tiene una propuesta para el Celta, y creo que todos estamos deseando que se alcance ese acuerde que permita dar carpetazo a un tema que nos ha tenido muy entretenidos este año, y que a su vez ha provocado un importante aburrimiento entre la afición. Lo mejor para el Celta es seguir en Balaídos, en buenas condiciones obviamente, pero también conviene recordar que Abel Caballero, con sus virtudes y sus defectos, está defendiendo un bien que también es de todos.
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