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| Foto: LFP |
Pape Cheikh es otro de los jugadores que estarán en el punto de mira este verano. Juan Carlos Unzué debe decidir qué hacer con el canterano, que este mes de enero fue ascendido al primer equipo por el club, dándole un dorsal entre los 25, a pesar de que no contaba mucho para Berizzo, quien lo tenía en muy buena consideración, trabajando con él en todo aquello que consideraba que debía mejorar para triunfar en el fútbol profesional.
El técnico navarro decidirá sobre el joven futbolista, que ha experimentado una gran mejoría gracias a su trabajo con el primer equipo. Berizzo no permitió que regresase al filial el verano pasado, y apostó por él, aún sabiendo que no podría darle minutos. Quería tenerlo cerca, controlado para afinar su progresión, algo que agradeció públicamente el propio jugador, quien calificó al preparador argentino como su padre futbolístico.
Tras estar este año con la selección Sub-21, aunque finalmente no formó parte de la lista definitiva para la Eurocopa, su futuro es brillante. Nacido en 1997, es tan joven que tiene por delante mucho fútbol y el talento suficiente para brillar. El club quiere que siga creciendo, pero sabe que sin minutos puede estancarse, por lo que no se vería con malos ojos una cesión que le permitiese encontrar los minutos que tal vez no tenga en Vigo. La opinión de Unzué en este aspecto será muy importante. Si el técnico considera que lo mejor es una cesión, el club buscará alternativas para ceder al jugador. Seguramente no lo tendrá difícil para encontrar un equipo ideal.
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