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| Trossard, a su llegada a Vigo (Foto: Marta G. Brea) |
Pocas veces un jugador de un equipo contrario, sin ser excesivamente conocido, llama la atención tanto como lo hizo el pasado jueves Leandro Trossard en las filas del Genk. Era un comentario habitual al término del partido hacer referencia al dorsal 14 el equipo flamenco. Y no es para menos, ya que su actuación hizo mucho daño al Celta, ya que suyos fueron los dos pases en los goles del Genk.
Un futbolista con su edad, apenas tiene 22 años, y su talento, es un auténtico caramelo para muchos equipos, y a buen seguro que protagonizará muchos culebrones en cuanto se abra el próximo mercado de fichajes. Tal vez el Celta debería estar entre los candidatos a hacerse con él. Entre otras cosas porque encaja perfectamente en el proyecto del club.
Me explico. El Celta siempre quiere fichar a jugadores de perfil bajo, que son relativamente baratos. Es un extremo izquierdo, una posición que el propio Berizzo ha reconocido que quieren reforzar, y está acostumbrado a jugar en un sistema con tres interiores y tres delanteros. Además tiene capacidad para jugar como mediapunta, pero su posición inicial es la de extremo.
Su carrera está marcada por las cesiones. En las cuatro anteriores temporadas ha sido cedido por el Genk a varios equipos: Lommel United, Westerlo y nuevamente Lomell United, hasta que el año pasado fue cedido a un equipo de la Jupiler League, el Louvian, con el que demostró que podía ser un jugador muy útil en la máxima categoría belga. Por eso el Genk lo repescó definitivamente. Lo tiene bien atado, con contrato hasta el 30 de junio de 2020, y transfermarkt lo tasa en 2,5 millones, pero jugando como ayer en la Europa League, seguro que su tasación sube de forma considerable. Seguro que Felipe sabe mejor que yo lo que tiene que hacer, y con permiso de Garry pase milimétrico, me atrevo a recomendar este futbolista al Celta.
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