 |
| Foto: LFP |
Claudio Beauvue ha conquistado a la afición céltica en apenas cuarenta minutos de juego. Los 10 minutos del partido ante el Krasnodar, y la media hora que jugó ayer, en la que demostró todas las virtudes de las que venía precedido. Su enorme capacidad para el salto le convierte en un futbolista único para el juego aéreo. No recuerdo en Vigo a ningún jugador con esa capacidad para impulsarse y mantenerse en el aire.
Como es lógico, el Celta siempre le buscaba cuando sacaba en largo, y allí estaba él, peleando por todos los balones, y casi siempre ganándolos, alguna vez incluso su propia fortaleza hace que le señalen faltas, en muchos casos inexistentes, pero es evidente que su imponente físico tiene más ventajas que inconvenientes.
Ayer le faltó encontrar bien a sus compañeros con el balón a ras de suelo, pero el Villarreal es un equipo duro, que no deja espacios, y que en ese momento estaba bien encerrado atrás. No fue un momento sencillo para el internacional por Guadalupe, que nunca se cansó de luchar y pelear. Su sacrificio tendrá su recompensa en otro encuentro, como el jueves la tuvo con el golazo de cabeza que maravilló a Balaídos.
0 comentarios:
Publicar un comentario