Cuando el próximo lunes arranque el partido en San Mamés entre el Celta y el Athletic, dos jugadores rivales se buscarán, incluso sin quererlo. Gustavo Cabral se volverá a cruzar con Aritz Aduriz, en el mismo terreno de juego donde hace unos meses salió mal parado.
Aquel día el Celta se jugaba gran parte de sus opciones de jugar en Europa de forma directa, sin pasar por la previa, ante un rival directo que acudía al encuentro con las mismas urgencias que los celestes, que dominaron el partido durante los primeros minutos, con un fútbol espectacular que obtuvo recompensa cuando Orellana se plantó ante el meta rival y lo batió con elegancia.
Con 0-1 en el marcador, comenzó la batalla entre Aduriz y Cabral, y cumpliendo con los pronósticos, fue el vasco quien se impuso. Primero marcó un gol, y posteriormente provocó la expulsión de Cabral con una serie de acciones que sacaron del partido al futbolista argentina, incluso antes de ver la cartulina roja.
No era la primera vez en la que ambos jugadores sufrían un encontronazo. Y en tal escenario, el rojiblanco siempre es el ganador. Más le valdría al central celeste que se dedique a jugar, sin más, y obvie las provocaciones de Aduriz, que por supuesto surgirán durante el partido. Aduriz es el némesis de Cabral, e intentará serlo también este lunes. Con él no va el espíritu navideño.
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