El delantero sueco ha calado hondo entre la afición celeste, pero su magnetismo va más allá de los aficionados del club vigués, alcanzando también a gran parte de la ciudad. Pocos jugadores son tan conocidos como Guidetti, pero además donde más ha calado hondo es en la población más joven.
En los últimos tiempos hemos visto vídeos de varios colegios, donde los niños cantan con fervor la canción que el grupo sueco Badpojken compuso como homenaje para uno de los héroes del campeonato europeo Sub-21 ganado por la selección escandinava. Ayer lo vimos en el colegio Martín Códax, donde fue recibido como un auténtico héroe.
Muchos de esos niños que se desgañitaban cantando su canción están ahora mismo decidiendo cual será su equipo, y es muy posible que ese sea el Celta. Pocas veces hemos visto tanta unanimidad en un colegio con la visita de un jugador del Celta, a pesar de ser el equipo de la ciudad.
Los niños que hoy crecen y mañana poblarán los estadios de fútbol, y pagarán por ver este deporte en la tele, están demasiado intoxicados por todo lo relacionado con los dos grandes de la Liga, así que la presencia de Guidetti es el perfecto contrapunto, que les permite comprobar que las estrellas que los visitarán en su colegio no visten de blanco ni de azulgrana, sino de celeste. Y que además “molan” más.
Guidetti, además de su rendimiento en el campo, aporta un valor añadido fuera del mismo al club. Se ha convertido en un auténtico creador de celtistas. Dentro de unos años cuando los ahora niños sean adolescentes, nos cuenten porque se han hecho del Celta, el nombre de Guidetti resurgirá con mucha fuerza. Bueno sería que el Celta retuviese a un jugador que ayudará a que el club sobreviva en el futuro gracias a su afición. Incluso sin bajos comerciales que explotar en Balaídos.
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