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| Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo |
David Costas fue una de las grandes novedades de Berizzo en el once inicial. Lo había anunciado ayer, confiando en que el de Chapela respondiese a las exigencias. Y no fue un partido fácil para el canterano, que hizo un penalti a Rodrigo evitable a pesar de tener la posición perdida, y heló el corazón de la afición con una cesión nada mas reanudarse el partido tras el descanso que obligó a Rubén Blanco a despejar de forma forzada.
Hay que tener en cuenta que el partido tenía una enorme dificultad para el futbolista. Después de no jugar un partido en Primera División desde hace un año y medio, y tras solo haber jugado el partido de Lieja en la Europa League, donde además el gol rival llegó tras un fallo suyo, este partido era una oportunidad envenenada. Podía salir bien o salir mal, y al final seguramente ni una ni otra, lo que muy buena noticia para él.
Al término del partido, el propio Berizzo felicitó al de Chapela por el partido, festejando su buena actuación. Insistimos, la felicitación es lógica, aunque habría que ver que pasaba si el Celta no fuese capaz de remontar el tanto de Parejo.
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