Un año del regreso del hijo pródigo


Foto: Marta Grande
Hace exactamente un año se anunciaba el fichaje de Iago Aspas por el Celta. El moañés regresaba a Vigo después de dos temporadas en Liverpool y Sevilla, convertido en el primer fichaje del Celta para la Temporada 2015-16, inaugurando el mercado de fichajes de una forma inmejorable. 

Era el regreso del hijo pródigo, del canterano que salvó al Celta del descenso a Segunda B,  que aupó al Celta con sus goles a la máxima categoría, y que lo mantuvo con su magia, dejando en caja 10 millones de euros. No se podía pedir mucho más, o tal vez sí. Todos sabíamos que acabaría regresando a Vigo, pero pocos imaginaban que lo haría solo dos años después, y por la mitad de lo que costó en el verano de 2013. 

El regreso de Aspas no fue simbólico. Aquellos que creían que su fichaje no era muy buena idea se quedaron reducidos a la mínima expresión cuando acabó la temporada. Aspas fue el máximo goleador del equipo, con 18 tantos contando todas las competiciones, y volvió a ser clave marcando en partidos muy importantes. Aspas fue un jugador omnipresente durante toda la temporada, clave en el esquema de Berizzo, y capaz de jugar tanto de delantero centro como pegado a una banda, sin que su rendimiento se resintiese. 

Además, dejó goles para el recuerdo, algunos de ellos de bellísima factura, y fue elegido el mejor jugador de la temporada teniendo en cuenta las votaciones de nuestros lectores tras cada partido. Fue el primer fichaje del verano y, sin duda, todo un acierto. 

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