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| Foto: Agencia EFE |
Antes de que Álex López anotase el tercer tanto de la noche, todos los goles que había anotado el conjunto vigués a lo largo de esta temporada se repartían entre cuatro futbolistas, fundamentalmente entre tres de ellos: Larrivey, con seis goles, Nolito con cinco, y Orellana con tres, han sido los protagonistas habituales de los tantos célticos en las nueve primeras jornadas. Pablo Hernández contabiliza un gol, el anotado en el Vicente Calderón, mientras que Álex López se unió a la fiesta en el día de ayer.
Al término del encuentro, el preparador céltico celebraba la llegada de nuevos jugadores a la lista de goleadores, y esperaba que en el futuro, los goles del equipo estén más repartidos: "Ojalá los goles se repartan entre más gente y no dependamos de nadie", señalaba a la conclusión del choque el preparador argentino. Lo cierto es que la dependencia de los hombres de arriba está siendo uno de los factores más destacables de este arranque liguero.
Ninguno de los jugadores del centro del campo se está mostrando especialmente efectivo en facetas de ataque. Álex López ha protagonizado innumerables ocasiones de gol que no ha podido concretar, y Pablo Hernández también ha estado fallón cara al gol. Ni los centrales ni los laterales son jugadores que tengan mucho gol en sus botas, con lo que la responsabilidad y la presión anotadora son para los tres hombres de arriba. Una situación ciertamente mejorable, porque no siempre estarán al nivel que han mostrado en este arranque.
El gol de Álex López puede darle confianza al ferrolano, que tendrá que pelear con Pablo Hernández por la titularidad. En esa pelea, uno de los grandes beneficiados puede ser el equipo, y si ambos mejoran su acierto de cara al gol, el Celta habrá ganado mucho.
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