Pablo Fernández, preparador físico del Celta: "Intentaremos que la presión sea cada vez más prolongada y más intensa"


Foto: M. Moralejo
Un discurso apasionado y una sonrisa fácil acompañan a Pablo Fernández, el Profe, el responsable de poner a punto físicamente a un Celta que ha llegado al inicio liguero con las pilas cargadas y ha sorprendido por su fútbol intenso y de presión. La fama de su exigencia y de su capacidad para lograr que las plantillas estén a un nivel físico óptimo le preceden, y aunque ya se muestra satisfecho con el estado de forma de los jugadores, cree que todavía hay margen de mejora.

-¿Cómo valora el estado físico con el que ha llegado la plantilla al arranque de la Liga?
-Siento que el equipo está en un muy buen estado físico. En la mayoría de los casos los jugadores han mejorado mucho, muchos están a gran nivel y otros tienen posibilidad de mejorar. En un porcentaje alto el equipo está en muy buen nivel.

-¿Cuál ha sido la principal mejora que se ha intentado impulsar?
-Fundamentalmente se han mejorado las cualidades de fuerza, la fuerza explosiva y la fuerza reactiva, que son aspectos que necesitábamos evolucionar porque se traducen en mayor agilidad y en mayor velocidad.

-¿Cómo diseñan la planificación física del equipo?
-Planificamos todo el año dividiéndolo en bloques de carga concentrada para una determinada cantidad de partidos. Estamos terminando el primero y en total dividimos el año en tres o en cuatro. Este primer bloque nos ocupa doce semanas, y estamos en la décima. Luego iniciaremos otro, y siempre van seguidos. A nivel diario nuestro porcentaje de tarea específica no es muy elevado, y en cuanto a la intensidad hay días más fuertes y otros en los que se descarga.

-Ha asombrado que el equipo llegase tan fuerte al arranque de la Liga, ¿hay margen para que vaya todavía a más?
-Hay un montón de cosas que suceden en una temporada, los viajes, las lesiones, las selecciones, que impiden que puedas determinar el futuro. Nosotros lo que hacemos es intentar que cada jugador esté en su mejor estado de forma desde el primer día. Algunos alcanzan ese nivel más rápidamente y a otros les cuesta un poco más, pero eso es una labor constante. Lo importante es que el equipo trabaja muy bien, ha desarrollado cualidades que a nuestro gusto debía lograr, y sigue haciéndolo.

-¿Cómo se encontró a los jugadores?
-No todos partían de la misma situación. Hay algunos, como Hugo Mallo, que viene de una recuperación de hombro, que ha mejorado mucho y que tengo la sensación de que tiene mucho todavía por crecer, o como Pablo Hernández, que también venía lesionado. La semana pasada ya realizó trabajo normal y de a poquito irá completando su mejor forma.

-Una presión tan alta como la que exhibe el Celta exige un fondo físico muy bueno. ¿Es posible que el equipo mantenga ese nivel durante todo el curso?
-Es lo que vamos a intentar hacer. Queremos que el equipo sostenga la intensidad que el entrenador tiene prevista permanentemente, no durante un período de tiempo. Lo que intentaremos es que esa presión sea cada vez más prolongada y más intensa. Uno nunca se conforma. Para conseguirlo hay que jugar con la planificación y la carga, para que el Celta siempre llegue a cada partido de la forma que queremos. Todos los puntos, de los primeros a los últimos, son importantes.

-¿Entonces, físicamente es posible?
-Sí, en el fútbol nada es imposible, uno puede llegar hasta donde quiera si se lo propone, se planifica y se esfuerza. Nosotros nos ilusionamos con que no exista un límite.

Pablo Fernández tiene muy claro que el fútbol intenso que el Celta propone puede ser adictivo. «Cuando un equipo se acostumbra a jugar con presión, con intensidad, lo disfruta, siente, cuando uno domina el juego, que lo controla y no quiere abandonarlo». Para conseguir eso, un buen fondo físico es vital, y por eso examinan la evolución.

-Esta semana comprobará la evolución desde la pretemporada.
-Sí, hacemos algunos trabajos de evaluación física con pequeños test de velocidad, de fuerza. Normalmente los realizamos cuando analizamos el final de un bloque. En este caso, lo hicimos a principios de temporada, ahora lo volveremos a hacer, y planificaremos el próximo ciclo acorde con los resultados obtenidos.

-¿A la espera de lo que arrojen los test, ya percibe la mejoría?
-Sí, objetivamente ya notamos esa evolución, esa mejoría.

-Durante su etapa en O´Higgins el equipo chileno sorprendió por la ausencia de lesiones importantes. ¿Cómo se equilibra una exigencia física tan alta con la prevención?
-Nosotros lo atribuimos mucho al trabajo de fuerza, que también es una cualidad preventiva para que el jugador esté equilibrado, simétrico, para que no tenga inconvenientes posturales que le traigan condicionantes en la carrera o en la ejecución de acciones. Luego, intentamos ser cuidadosos, puntillosos y muy ajustados.

-¿Ha percibido mucha diferencia en cuanto a exigencia entre la liga chilena y la española?
-A mayor exigencia, el jugador es mejor, y esta es una liga más exigente. Creo que las diferencias no son físicas puntualmente, sino que son técnicas, tácticas. El jugador comprende mejor, cognitivamente tiene más soluciones.

-¿Qué sensación general le transmite el equipo?
-A todo el cuerpo técnico nos agrada, nos sentimos identificados. Nosotros intentamos que el Celta se entregue, que sea intenso, que no se dé nunca por vencido, que todo el tiempo vaya a por más y que tenga una mentalidad superadora. Así pensamos nosotros, actuamos y así queremos que el equipo actúe, más allá de que las cosas le salgan o no le salgan. Que no se entregue jamás. Si podemos lograr eso siempre, estaremos más que satisfechos.

Lorena García Calvo / La Voz de Galicia

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