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Foto: Ricardo Grobas |
La política de cesiones es de hecho moneda de curso corriente, no sólo entre los clubes menos pudientes, sino también entre los colosos del fútbol europeo. El ejemplo más claro lo representa esta temporada el Real Madrid, que no ha dudado en hacerse con los servicios del mexicano Javier Chicharito Hernández, del Manchester United, para completar su ataque después de verse obligado a vender a regañadientes al argentino Ángel di María.
El Celta es uno de los cuatro equipos de la Liga española que no cuenta con un solo futbolista cedido en sus filas. Comparten esta condición con el cuadro celeste el FC Barcelona, que es tras el Manchester United el equipo que más dinero se ha gastado en traspasos en el mercado estival que acaba de cerrarse (157 millones); el Athletic de Bilbao, cuyo mercado está sumamente limitado; la Real Sociedad, que este verano ha vendido más que comprado, y el vigente campeón de Liga, Atlético de Madrid.
La política de contención salarial y las ventas de los últimos años han saneado las arcas del Celta, que en un par de años alcanzará la deuda cero sin verse forzado a vender para sobrevivir. El buen momento económico de la entidad ha permitido de hecho al club celeste rechazar ofertas por valor de 38 millones de euros, según anunció recientemente Carlos Mouriño.
La restricción de cesiones en el Celta contrasta vivamente con la política de fichajes seguida por la mayoría de los clubes de la zona baja, especialmente los recién ascendidos. La palma se la lleva el Córdoba, con nueve jugadores prestados, seguido muy de cerca por el Deportivo, un club en graves dificultades económicas que se ha visto obligado a reforzarse a coste cero, con seis, los mismos que ha incorporado el Rayo Vallecano.
Llama la atención el gran número de futbolistas incorporados a préstamos por el Valencia, uno de los pesos pesados del campeonato, que ha realizado, con una docena de fichajes de los cuales casi la mitad son prestados.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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