El heredero inesperado


Foto: Marta Grande
Cuando el pasado verano Roberto Lago abandonó el Celta, dejó un hueco en el lateral izquierdo tras seis años en los que el Celta solo se había tenido que preocupar de buscarle un suplente, a veces ni eso, o un jugador que pelease con el del Calvario por la titularidad. La marcha de Lago dejaba un vacío al que optaba Carlos Bellvís, que había sido su suplente durante los dos últimos años, pero obligaba al Celta a buscar en el mercado otro futbolista para esa demarcación. 

Durante el verano sonaron varios jugadores. Abraham, José Ángel, que era un jugador del agrado de Luis Enrique por su recorrido, pero sobre todo Roberto Canella. Descartados los dos primeros por su elevado coste, el sportinguista fue el jugador que más sonó, aunque finalmente también fue inviable su contratación. 

Ante la falta de fichajes, Luis Enrique improvisó durante el verano, reconvirtiendo a Toni Rodríguez, que nunca había actuado como defensa, en lateral izquierdo, y fue el coruñés el que arrancó la temporada ocupando el puesto de lateral zurdo. Ya con la temporada iniciada, el club fichó a Jon Aurtenetxe, que fue central durante toda su carrera, pero que en el Athletic de Marcelo Bielsa actuó como lateral izquierdo. Toni siguió siendo titular durante los primeros partidos del campeonato, pero su rendimiento no convencía, recibiendo críticas de un sector de la afición, que se hacían extensibles al técnico. 

Aurtenetxe tuvo también su oportunidad en el lateral izquierdo, pero no acabó de aprovecharla, y entonces Luis Enrique decidió probar a un futbolista que no había tenido oportunidades hasta ese momento: Jonny Castro Otto. El canterano, originariamente lateral derecho, había actuado como lateral por la banda izquierda en diversas ocasiones cuando jugaba en el juvenil, así que el técnico asturiano decidió probarlo en esa demarcación, pero en el primer equipo y en Primera División. 

La prueba no pudo salir mejor. Tras un par de partidos, nadie discutía su titularidad, y parecía que todos, desde el propio Luis Enrique hasta el aficionado más escéptico, tenían claro quién debía de ser el lateral izquierdo titular. Gracias a la irrupción de Jonny, el Celta solucionó el problema de la banda izquierda, una de las pesadillas de principios de temporada, así que en el regreso de Roberto Lago a Vigo se encontrará con Jonny como el heredero del puesto que dejó vacante hace más de medio año. Un heredero hasta cierto punto inesperado, aunque viendo su rendimiento pudiese parecer que ha jugado en esa posición toda su vida. 

No son pocos los que creen que Jonny no solo ha hecho olvidar a su predecesor, sino que lo mejora en muchos aspectos. Tal vez sea pronto para realizar este tipo de valoraciones, pero lo cierto es que el rendimiento de Jonny ha sellado completamente el debate sobre el lateral izquierdo. No sabemos si Jonny hará carrera por la banda izquierda o regresará a su perfil natural, pero de momento ya ha demostrado esa versatilidad que tanto entusiasma en Praza de España. 

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