Hace unas semanas recordábamos los dorsales históricos del Celta, y a partir de este fin de semana recordaremos los dorsales malditos, aquellos que vistieron jugadores sin fortuna en el Celta, y que queremos someter a votación para que elijáis al futbolista bluff por excelencia que ha portado cada uno de estos dorsales desde la Temporada 1995-96.
En el número 7 nos encontramos con otros dos futbolistas con un perfil muy diferente. Nada tienen que ver uno con el otro, ni por la época en la que llegaron, ni por su rendimiento, ni por el recuerdo que han dejado, pero ambos, en el fondo, fueron un bluff.
A día de hoy, sigue siendo el futbolista mejor pagado en la historia del Celta con un salario que rondaba los 2 millones de euros. Disputó 88 partidos y marcó 6 goles, tenía una calidad excelsa, pero tan solo se le recuerda por la patada a Tristán. Nada más. Escaso bagaje para un futbolista que salió demasiado caro al conjunto celeste. No solo a nivel económico, sino también a nivel de imagen.
Bien distinto es el caso del uruguayo, aunque la decepción fue similar, puesto que Fajardo llegó a Vigo para dar al Celta un salto de calidad en el lateral e incluso como extremo. Empezó como titular, pero una lesión lo apartó del once inicial y ya no volvió a aparecer. Llegó como un futbolista versátil, que podía jugar en varias posiciones, pero la realidad es que no rendía bien en casi ninguna de ellas. Decepción total.
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