Hace unas semanas recordábamos los dorsales históricos del Celta, y a partir de este fin de semana recordaremos los dorsales malditos, aquellos que vistieron jugadores sin fortuna en el Celta, y que queremos someter a votación para que elijáis al futbolista bluff por excelencia que ha portado cada uno de estos dorsales desde la Temporada 1995-96.
Arrancamos con el número 6, dorsal que han vestido muchos jugadores, pero en el que destacan dos que han decepcionado por encima de todos los demás: Rubén González y Miguel Areias
Con el Celta inmerso en la pelea por la permanencia, llegó este portugués en el mercado de invierno. Era la primera temporada de un Mouriño que comenzaba a dar palos de ciego en materia de política deportiva. Areias debería discutirle la titularidad a Placente. Fue titular ante el Espanyol nada más llegar, el Celta perdió 0-2, y no volvió a disputar ni un solo minuto con el Celta de ahí a final de temporada. El conjunto vigués descendió a Segunda, y Areias abandonó el equipo.
A pesar del descenso a Segunda División, el Celta pagó medio millón de euros por Rubén González, una cifra que, visto el rendimiento del santiagués, le hacen candidato a bluff histórico. Rubén arrancó bien, rindiendo a buen nivel, pero fue bajando su rendimiento de forma alarmante y terminó destacando más por actos extradeportivos que por su juego. Tras perder en Zaragoza, con el Celta bordeando el descenso, se fue de juerga con Notario y Ghilas en la concentración que había organizado el equipo en Madrid, y no dudó en pedir al Presidente una primera por mantener la categoría.
0 comments:
Publicar un comentario