Valladares desconfía del Celta


Foto: Ricardo Grobas
El Celta sigue teniendo el sueño de disfrutar de una nueva ciudad deportiva lo antes posible y hace medio año pactó con el Concello que su construcción se realizará en Valladares, en unos terrenos que figuraban en el plan de urbanismo con destino a la ciudad del deporte. El pasado 15 de marzo se inició un expediente que, hasta la fecha, sólo ha tenido la continuación del inicio del levantamiento de la parcelaria para determinar con exactitud las fincas afectadas de cara a la necesaria expropiación, vía pactada para la consecución de los 235.000 metros cuadrados de los que constará la intervención.

Todos los pasos están siendo vigilados con especial interés por la comisión de afectados creada por los vecinos de la parroquia, preocupados por cómo puede afectar la construcción de un complejo que incluiría, según se adelantó, diez o más campos de fútbol, un centro de alto rendimiento, un pabellón deportivo multiusos, un edificio administrativo, una residencia para los futbolistas y hasta un hotel. Según Henrique Viéitez, miembro del Bloque Nacionalista Gallego y presente en la comisión de afectados, los cálculos vecinales hablan de que se verían afectadas más de 30 viviendas, lo que supone casi un centenar de personas, además de otras fincas con construcciones menores y de un par de empresas.

Los vecinos lamentan que desde el Concello no se ha dado respuesta a todos sus requerimientos sobre esta importante actuación. Además, se asegura que, aunque hay un colectivo que sí se muestra proclive a vender, la mayoría no está en absoluto por la labor. 'Hay mucho desconocimiento sobre lo que representa la construcción de la ciudad deportiva del Celta en la parroquia. No estamos por la labor de que se sitúe ahí', señala Henrique Viéitez.

La intención de la comisión de afectados es seguir informando a los parroquianos sobre el particular en próximas asambleas. Al parecer de los vecinos, no se está llevando a cabo un desarrollo adecuado de esta intervención, ya que opinan que debe suponer la realización de un par de figuras urbanísticas subsidiarias, tanto para la reubicación de los vecinos afectados como por la construcción de las infraestructuras viarias imprescindibles.

Dentro de los colectivos vecinales de Valladares existe cierto hartazgo al considerar que se ven afectados por demasiadas actuaciones de envergadura, como el Parque Tecnológico, el nuevo hospital, la Ciudad del Frío o incluso el segundo cinturón. El sueño céltico de disponer de una ciudad deportiva encontrará obstáculos.

Santi Alonso / Atlántico Diario

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