Una convivencia incomoda


Foto: Marta G. Brea
El Celta fue incapaz de buscarle una salida a los dos jugadores que Luis Enrique invitó a marcharse del equipo. Andrés Túñez y Fabián Orellana tendrán que afrontar una situación incómoda en el equipo vigués al menos hasta que en enero se reabra el mercado de fichajes. A priori, parece difícil que el técnico cambie de opinión. En ese caso, el defensa parece contar con menos opciones que el atacante para entrar en las convocatorias.

Andrés Túñez y Fabián Orellana se quedan en el Celta, al menos hasta que en enero se abra el mercado de fichajes. Ambos afrontan una difícil situación, pues el técnico dijo públicamente que no cuenta con ellos. Saben que serán la última opción para Luis Enrique. Incluso tendrán por delante a los juveniles que empujan con fuerza. Los próximos tres meses pueden resultar duros para dos jugadores que son internacionales con Venezuela y Chile, selecciones que quieren disputar el Mundial de Brasil. Puede producirse una incómoda convivencia en el vestuario. Las dificultades, a priori, parecen mayores para Túñez que para Orellana, aunque el compostelano da la impresión de ser más fuerte mentalmente que el chileno.

Al defensa le cuesta convencer a los técnicos. Le pasó con Paco Herrera y con Abel Resino, que acabaron apostando finalmente por un futbolista que destaca más en los partidos que en los entrenamientos. Luis Enrique, en cambio, no le dio la oportunidad de comenzar la Liga. En mitad de la pretemporada lo invitó a marcharse del club al que llegó en edad juvenil. Herrera le abrió los brazos para que se fuese cedido al Zaragoza. El extécnico del Celta incluso tentó a Vila. Quería contar en la Romareda con la pareja de centrales que tuvo en Balaídos.

Después de intensas negociaciones, una diferencia de 40.000 euros impidió que Túñez se marchase a la capital aragonesa. El jugador no quería rebajarse el salario que recibe en Vigo -en torno al medio millón de euros- y el Celta no estaba dispuesto a ceder más en las negociaciones con el conjunto maño.

Al límite del cierre del mercado de fichajes de verano se frustró la marcha de Túñez a un recién descendido a Segunda División que le garantizaba los minutos de juego que le negaban en Vigo.

El Celta y el jugador han salido perjudicados de esta fallida cesión, pues disminuirá la cotización de Túñez en el mercado futbolístico. Además, tendrá muy complicado que le llame el seleccionador de Venezuela.

En la posición de zaguero izquierdo, Luis Enrique cuenta con Fontás y Aurtenetxe. Además están David Costas, Cabral y Vila por la derecha. Samuel se recupera de su grave lesión de rodilla y el juvenil Goldar asoma con fuerza tras su buena pretemporada con el primer equipo. Con tantas alternativas, parece casi imposible que Túñez vaya convocado en algún partido de Liga. Tampoco está claro si le darán alguna oportunidad en la Copa del Rey, el torneo que le sirvió para convencer a Eusebio Sacristán de que estaba capacitado para jugar en el Celta.

A Orellana, que fue suplente en el primer partido de Liga, le puede salvar la escasez de futbolistas de ataque que tiene Luis Enrique. Con el juvenil Santi Mina renqueante y con Mario Bermejo recuperándose de una grave lesión de rodilla, el chileno peleará con David Rodríguez por ser alternativa a los titulares. Necesitará mentalizarse para superar el reto.

Javier Conde / Faro de Vigo

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