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| RICARDO GROBAS |
El debate está abierto. Quedan ocho días para el cierre del mercado de invierno. El mes de enero se antojaba clave para reforzar aquellas posiciones en las que el Celta necesitaba mejorar su rendimiento. Los problemas residían en el juego en ambas áreas. El conjunto vigués se apresuró para incorporar a un defensor. Vadim Demidov llegó en los primeros días de 2013. La incorporación del internacional noruego servía también para suplir la baja por lesión de Samuel Llorca.
El apartado de llegadas dejó de ser prioridad en la actualidad céltica. Se empezó a priorizar sobre las salidas. Joan Tomás y Cristian Bustos abandonaban el equipo para poner rumbo al AEK de Larnaca y al Sporting de Gijón, respectivamente. La primera plantilla se quedaba con un efectivo menos ante la grave lesión que Hugo Mallo sufría en el partido de Copa del Santiago Bernabéu.
¿Qué puestos reforzar? Esa era la gran pregunta. La falta de gol es alarmante. Muchos se decantan por incorporar a un atacante. Sin embargo, otros creen que se debería fichar a un lateral derecho para que Paco Herrera tenga a su disposición a otro lateral derecho (Jonny es el único jugador específico para esa posición). De momento, el Celta ha incorporado a Daniel Pranjic, un futbolista experimentado y polivalente. Su versatilidad le permite jugar en cualquier lugar del flanco izquierdo. En principio, el internacional croata ayudará en la sala de máquinas a un Borja Oubiña que tampoco tiene recambio natural.
El director deportivo del Celta, Miguel Torrecilla, señaló en la presentación de Pranjic que seguirán en el mercado en busca de una oportunidad. De momento, el conjunto vigués sigue mostrando una falta de pegada preocupante. Se volvió a demostrar en Málaga, donde los fallos ante la portería contraria evitaron que el cuadro de Paco Herrera sumase los tres puntos en La Rosaleda. ¿Es necesario el fichaje de un atacante? ¿Debería llegar Orellana o un jugador de otro perfil?
Carlos I. Castrillón / Faro de Vigo
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