El fútbol croata ha sido un mercado en el que el celta ha pescado poco, pero siempre bien, aunque eso sí, las experiencias de los jugadores croatas en el conjunto celeste suelen ser breves. Podría ser ese el destino de Danijel Pranjic, que llega cedido hasta final de temporada con una cláusula de compra que el celta no ha ejecutado. Pranjic es el cuarto futbolista croata que milita en el Celta.
El primero de ellos fue Goran Juric, al que los más veteranos recordaréis. Este brillante defensa, que llegaba al Celta después de proclamarse campeón de Europa con el Estrella Roja, militó durante dos años en Balaídos, y aunque su carrera prometía ser larga en Vigo, terminó truncándose después de que se le detectase una importante cantidad de azúcar en la sangre, determinando los siguientes informes que padecía una diabetes de tipo I (Insulino-dependiente), presentando síntomas de cansancio y pérdida del apetito, además de sed intensa y poliuria, lo que le llevó a perder tres kilos. Juric, que dio un rendimiento espléndido, abandonó el Celta al finalizar su segunda temporada con el Celta, pero no dejaría el fútbol, y de hecho todavía jugaría 10 temporadas más en una muestra de tesón y constancia dignas de alabar.
Después de Juric, el segundo croata que militó en el Celta fue Stepan Andrijasevic. Mediocentro creativo o mediapunta que llegó procedente del Hajduk Split, a donde regresaría tras concluir su cesión. Su rendimiento aún se recuerda en Vigo como uno de los futbolistas más rentables en la historia del Celta. El croata disputó 25 partidos, anotando 9 goles, y siendo uno de los jugadores claves en aquel Celta de Txetxu Rojo que acabó disputando la final de la Copa del Rey, donde Stjepan tuvo un rendimiento sobresaliente.
Tras unos años sin futbolistas croatas en el Celta, el club cumplió el deseo de Víctor Fernández, que no era otro que el de contar con los servicios de Zvonimir Boban, toda una estrella que abandonaba el Milan para probar fortuna en la Liga española. Boban fue probablemente el mejor de los croatas que jugaron en el Celta, pero su estancia en el Celta fue muy breve. 4 partidos, en los que dio una asistencia de gol. Su salida se precipitó por el deseo del propio futbolista, decepcionado por la falta de oportunidades que le estaba dando el entrenador que tanto empeño había puesto en ficharlo. Renunció a su ficha y se fue para colgar las botas como jugador del Celta. A pesar de lo poco que jugó, su calidad se recordará siempre en Vigo.
Pranjic es el cuarto croata de la historia, y ante sí tiene el reto de ser recordado, una vez que abandone el Celta, como lo son sus compatriotas Juric, Andrijasevic y Boban. Tres excepcionales futbolistas que dejaron una huella imborrable en Balaídos. De él depende que no lo olvidemos en mucho tiempo.
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