Herrera fue claro y preciso. El mensaje vertido en el día de
ayer en sala de prensa resulta contundente. Está rabioso el técnico celeste por
la incapacidad de su equipo por mostrar al 100% la calidad que atesora,
problema que el catalán achaca a la falta de alma, la ausencia de un espíritu
competitivo que según él ha costado varios puntos. “Nos tiene que doler cada
derrota”, repitió con ahínco, “no podemos caer en la autocomplacencia”. Al
Celta se le ha terminado ya el tiempo de agarrarse a las victorias morales. Es
cierto que su fútbol probablemente haya merecido otros marcadores, pero la
realidad es tozuda y sitúa al equipo vigués al borde del descenso tras cinco
jornadas sin vencer. Una victoria en Zaragoza se antoja tan necesaria como
balsámica: por salir de la zona complicada de la tabla y para sumar de una vez
por todas a domicilio.
Salvo contratiempo
de última hora, Herrera podrá disponer de su equipo de gala en la Romareda. Cabral
regresa tras su sanción y Roberto Lago se ha recuperado de sus dolencias. La
eterna duda del acompañante de Aspas es el único interrogante en una alineación
que se puede entonar casi de carrerilla. Por su gol del pasado domingo y por la
fe que tiene Herrera en su sociedad con el moañés, Park probablemente sea el
hombre elegido.
Desterrada la idea
del 4-3-2-1, habitual en las últimas salidas, el Celta recuperará su esquema
tipo. Varas estará en la portería con una defensa de cuatro con Hugo Mallo,
Cabral, Túñez y Roberto Lago. Borja Oubiña y Álex López ocuparán el doble
pivote, mientras que Augusto Fernández y Michael Krohn-Dehli se situarán en los
costados. Arriba, Park y Aspas repetirán en la delantera.
En Zaragoza, las
aguas no son tan turbulentas como el curso pasado. Los de Manolo Jiménez se han
convertido en un equipo aguerrido, intenso y con una idea de fútbol definida.
Dos victorias ante Granada y Deportivo –esta última después de ir perdiendo por
dos goles de diferencia- y derrotas con buena imagen en el Bernabeu y el Camp
Nou son su carta de presentación de cara a un partido ante el Celta en el que
el técnico sevillano podrá contar con todos sus hombres.
De esta forma,
el equipo maño también formará de inicio
con su once de gala. Roberto estará bajo palos,
con Sapunaru, Loovens, Álvaro y Abraham en defensa. Movilla y Apoño
jugarán en el centro del campo con Víctor Rodríguez y Montañés en las bandas.
Arriba, como dupla atacante, Aranda y el goleador Hélder Postiga.
Delgado Ferreiro,
del comité vasco, será el encargado de dirigir un encuentro entre dos equipos
con vistas puestas a la permanencia en la categoría. Los aragoneses están en el
buen camino, tanto en lo que a fútbol como a resultados se refiere. Mientras,
los vigueses no encuentran la fórmula para completar la ecuación, especialmente
a domicilio. Ha llegado el momento de puntuar fuera de casa, de dar un golpe
sobre la mesa y demostrar el nivel del conjunto en el electrónico. Herrera ya
ha alzado la voz, quiere un equipo con alma.


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