La leyenda negra de Iago Aspas


ALBERTO LIJÓ
El cambio de Iago Aspas en el partido del pasado domingo ante el Mallorca valió, por primera vez en tres temporadas, a Paco Herrera el reproche generalizado de la grada de Balaídos. El técnico celeste justificó luego la sustitución de su mejor atacante -el único de los celestes que parecía capaz de romper la igualdad del partido- en la tarjeta amarilla que el moañés había visto minutos antes de ser reemplazado por Mario Bermejo, así como en la necesidad de mejorar el juego aéreo del Celta en el tramo final del partido.

Los argumentos de Herrera, que consideraba prioritario mantener la igualdad de fuerzas después de ver como el equipo se quedaba en inferioridad en tres de los cuatro partidos anteriores (Rayo, Almería, en Copa, y Deportivo), chocan sin embargo con la querencia del preparador celeste a reemplazar esta temporada a Iago Aspas y alimentan la falsa creencia de que el moañés es, por su carácter indomable, carne de cañón para los árbitros

Los hechos son concluyentes. Aspas es el segundo futbolista titular del Celta más sustituido por Paco Herrera este curso. Le supera apenas el argentino Augusto Fernández, a quien el técnico ha reemplazado en nueve de los doce encuentros de Liga que el equipo vigués ha disputado hasta la fecha. Aspas ha sido titular en todos los partidos aunque sólo ha concluido cinco de ellos (Málaga, Real Sociedad, Granada, Barcelona y Rayo Vallecano). En los otro siete ha abandonado el campo antes de la conclusión del partido, cuatro en los minutos finales (Osasuna, Getafe, Sevilla y Deportivo) y tres (Valencia, Real Madrid y Mallorca) con tiempo por delante cuando estaba siendo el mejor atacante del Celta en el partido. En Mestalla, el moañés se retiró a los vestuarios en el minuto 72, visiblemente enfadado y tampoco encajó bien sus sustituciones en el Santiago Bernabéu (min.57) ni el domingo, contra el Mallorca (min.72).

El temperamento indómito de Aspas, un tipo que no soporta perder, ha generado el falso mito de que los árbitros lo tienen señalado. Puede que esto fuera así en su etapa en el filial, cuando el moañés era frecuentemente expulsado por sus protestas. Su trayectoria en el primer equipo celeste no es más conflictiva en este aspecto que la de otros delanteros del plantel. Un futbolista con tantas tablas como Quique de Lucas, por ejemplo, ha sido bastante más amonestado que el moañés en las dos últimas campañas.

Desde que se incorporó a la primera plantilla del Celta en el curso 2009-10 Iago Aspas ha recibido 21 tarjetas amarillas en 113 partidos y ha sido expulsado en dos ocasiones, ambas por doble amonestación. El artillero moañés fue expulsado por última vez el 3 de abril de 2011 durante un partido contra el Betis en el Benito Villamarín. Curiosamente, Aspas recibió la primera amarilla por protestar una decisión del árbitro, el extremeño Gil Manzano, desde el banquillo poco antes del descanso ( min.43) y fue expulsado casi al final del choque por cortar un balón con la mano. Esa temporada, primera de Paco Herrera al frente del banquillo céltico, Roberto Lago fue expulsado en cuatro ocasiones. Mallo, Falcón, Murillo y Trashorras dejaron también al Celta con un hombre menos a lo largo del curso.

La otra expulsión de Iago Aspas se produjo en la campaña 2009-10, en Balaídos, durante un partido contra la Real Sociedad. El moañés enfiló esta vez el camino de la ducha con dos tarjetas amarillas en apenas tres minutos, la primera por derribar a un contrario en la disputa de un balón (min. 41), y la segunda poner el balón en juego en una falta antes de que pitase el árbitro después de haber pedido distancia (min. 44).

En las cuatro temporadas que lleva en el primer equipo, el delantero morracense ha visto tarjetas amarillas de todo pelaje: siete por protestar, cuatro por derribar o agarrar a un contrario, dos por desconsideración, dos por simular una falta en el área, una por obstaculizar al portero, una por desplazar el balón, una por cortar el balón con la mano y una por hacer observaciones desde el banquillo y una por poner el juego el balón sin permiso del árbitro.

El pasado curso Aspas no fue expulsado y vio a lo largo del curso siete tarjetas amarillas que le valieron un encuentro de suspensión. Esta temporada ha sido amonestado dos veces en los doce encuentros disputados.

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