Lo que pudo ser y no fue


El Celta ha reformado durante este verano el estadio de Balaídos. Han sido reformas superficiales, ninguna de ellas estructurales, salvo la supresión del foso. En realidad, no deja de ser un lavado de cara tendente a "ir tirando" de aquí a los próximos años antes de que la crisis ceda paso a un nuevo tiempo en el que se puedan acometer otro tipo de reformas tan necesarias en este estadio. 

En los últimos años, muchas veces se ha hablado de la reforma de Balaídos, pero nunca estuvo tan cerca como allá por finales de 2002, cuando parecía simplemente un hecho a falta de la aprobación definitiva. El Celta pretendía crear en el entorno de Balaídos el mayor centro de negocios de Galicia. Un complejo deportivo, comercial y recreativo situado frente a Citroën, en la misma zona donde está actualmente el estadio y muy cercano a Navia, todavía por entonces sin edificar. Los gobiernos (Concello de Vigo y Xunta de Galicia) estaban de acuerdo, y CaixaNova había dado el visto bueno a la operación (por entonces siempre lo daban). 

La idea pretendía dotar a la zona de algo más que un nuevo estadio y la reforma contemplaría la construcción de las gradas por fases, para que el Celta no dejase nunca de jugar en el mismo recinto. 

El Nuevo Balaídos (01) contaría con 110 palcos VIPS, situados en la mejor zona del estadio y formando un anillo en torno a su perímetro. Los palcos se precipitarán sobre el campo para favorecer la visión de los espectadores que acudan a la zona VIP. El estadio contemplaba la creación de restaurantes con vistas al terreno de juego y vías de conexión para acceder de forma directa al centro comercial (06). Este complejo de negocio (06) constaría de tres pisos. Bajo el área comercial, sin embargo, se proyectaban otros dos pisos subterráneos destinados a aparcamiento. El parking contaba con un mínimo de 3.000 plazas.

Sobre el centro comercial se construiría un hotel (05) y un área recreativa con piscinas (02), cancha de baloncesto (03) y parque infantil (04). Esta zona recreativa ers la más susceptible de sufrir variaciones, aunque todas las partes implicadas querían que el proyecto definitivo esté aprobado antes de las elecciones municipales que se celebraron en la primavera de 2003. 

Otra de las actuaciones fijadas en este proyecto coincidía con el saneamiento del río Lagares (07) y su recuperación como zona verde o de paseo para la ciudad olívica. La ordenación del tráfico en la zona pasaba por una vía de circunvalación (08) del complejo y de los accesos. El Real Club Celta pretendía que las obras de reforma del estadio vigués se adjudiquen al final de este año. De ser así, esperaban que el Nuevo Balaídos fuese una realidad para la Temporada 2005-06. 

La parcela de propiedad municipal sobre la que se pretendía intervenir comprendía el estadio y las pistas de atletismo anexas. Se trataba de una superficie de 73.686 metros cuadrados, aunque para su edificabilidad se establecía un aprovechamiento máximo de 95.000 metros con fines comerciales y terciarios.

Un proyecto que finalmente no contó con el apoyo de todos los implicados, especialmente Citroën, a quién no se ofreció la garantía de que el complejo no afectaría a su producción, lo que unido a las diferencias tan habituales entre todos los estamentos vigueses echó por tierra un proyecto que podría haber muy grande al club. Otra vez será. A ver si algún día nos toca. 

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