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| MARTA G. BREA |
Hace nada, aseguraba que era consciente de que debía tener paciencia. Pero le cuesta. Al entrenador celeste, Paco Herrera, empiezan a no cuadrarle las piezas y, aunque todavía no se ha quejado, sí que empieza a dejar sensaciones de inquietud ante la tardanza no de los tres fichajes que espera, sino siquiera de uno. El técnico es consciente de que es prácticamente imposible que comience la competición con la plantilla cerrada, pero sí confía en que alguno de los refuerzos esperados llegue antes de que el balón eche a rodar.
De ahí la metafórica 'ala caída' con la que expresaba su sentir sobre la tardanza de los fichajes. Tras el choque contra la Ponferradina, el entrenador se mostró resignado a contar con la actual plantilla y, aunque evitó un mensaje contundente, sí aprovechó el altavoz para que su mensaje se escuchase en Praza de España.
Porque el choque ante la Ponferradina diseñó el equipo base de Herrera de mediocampo hacia atrás –con una línea de cuatro formada por Mallo, Cabral, Túñez y Lago, y los mediocentros Oubiña y Álex López–, pero dejó más dudas en la zona de ataque. De Lucas, Bermejo y Aspas apuntan a titulares, pero la banda izquierda no tiene un claro dueño y en ella podrían entrar Toni o Joan Tomás. En la recámara, Dani Abalo, todavía no descartado.
Atlántico
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