El fútbol sin Oubiña


Foto: Marta G. Brea
La baja de Oubiña complica a Paco Herrera, que tendrá improvisar en Pucela una solución para suplir al capitán, justamente cuando atraviesa su mejor momento de forma desde que regresó de la lesión. El Celta se ha acostumbrado con facilidad al regreso de Oubiña, que recuerda al futbolista que fue internacional absoluto no hace mucho, y tendrá que aprender a vivir y a sobrevivir durante al menos tres semanas sin el concurso del jugador vigués.

La principal alternativa para suplir a Oubiña es Cristian Bustos. El alicantino es el relevo casi natural del canterano, pero no ofrece las mismas prestaciones, ya que es un futbolista mucho más defensivo, con mucho trabajo en la destrucción, pero menos eficaz a la hora de dar salida al balón. Esa, precisamente, es una de las claves de este Celta, la facilidad que tiene para encontrar espacios apoyándose en los pivotes, ya que tanto Oubiña como Álex López tienen una gran dominio del esférico. En el caso de Bustos, su trabajo es más importante que su talento, pero este equipo se ha acostumbrado a vivir del talento de Borja.

Otra opción sería Natxo Insa, prácticamente descartada, salvo que las molestias que padece Bustos sean los suficientemente significativas como para que Herrera apueste por su ex pupilo en el Villarreal B. El caso de Natxo es diferente, aporta mayor tino con el balón en los pies, pero no abarca tanto tiempo ni es tan firme en defensa como lo puede ser Bustos. Suponiendo que el Valladolid saldrá a tumba abierta desde el minuto 1, parece que la elección de Herrera será Bustos, pero si ante un equipo podemos echar de menos a Oubiña es precisamente ante el Valladolid, donde la batalla del centro del campo se tornará dramática y cada balón ganado o perdido, será aire para unos u otros. Sea como sea, el Celta tiene que acostumbrarse a jugar sin Oubiña.

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