El problema de Dani Abalo


Foto: atlantico.net
En los últimos partidos, se viene confirmando lo que todos ya intuíamos: el Celta tiene la plantilla más compensada en muchos años. Si bien hemos perdido al que, junto a Dani Aranzubía, es el portero más seguro de la categoría, ahora tenemos dos grandes porteros, quizás de un nivel inferior a Falcón, pero ambos de un nivel que podríamos considerar de notable, y además son “made in A Madroa”.

En defensa, tenemos tres centrales de un nivel muy parecido, si bien casi todos coincidimos en señalar a Túñez y Catalá como los de más solvencia, más Oier, que, pese a ser lateral, ha demostrado poder rendir a un nivel tan bueno, o incluso superior, al de los otros tres centrales de la plantilla. Además, a diferencia de lo que ocurría la temporada pasada, Roberto Lago y Hugo Mallo tiene dos reservas de garantías.

En la media, pese a las importantísimas bajas de Michu y López Garai, pasa algo parecido, tenemos a cuatro de los mejores mediocentros de la categoría. Es verdad que la mayoría coincidiríamos en decir que Borja Oubiña y Álex López están un peldaño por encima. Pero la diferencia radica más en el fútbol que queremos realizar que en la calidad de los futbolistas. Borja Oubiña y Álex tienen más calidad con el balón en los pies y nos aseguran una mayor posesión, pero el trabajo defensivo de Bustos e Insa es tan bueno, o incluso superior, al de sus compañeros en el mediocentro vigués,lo que los hace propicios para un estilo más de contención.

Y de medio en adelante, aún sin el por muchos celtistas añorado Roberto Trashorras, los recursos son práticamente ilimitados: Iago Aspas, Bermejo, David Rodríguez, Orellana, Joan Tomás, Dani Abalo, Toni… y por encima de todos ellos destaca el nombre de un tal Quique De Lucas.

El problema de Dani Abalo radica ahí, ¿cómo darle minutos si su posición idónea es la misma que la del único hombre de la plantilla que todos señalaríamos como un peldaño por encima del resto?

No se puede concebir de otra forma, dar minutos a Dani Abalo es sinónimo de sentar a Quique De Lucas, y Qique de Lucas es, probablemente junto a Álex López, el único hombre que ni Paco Herrera ni ninguno de los entorno a 12.000 socios-entrenadores que  tiene el Celta, sentaría en el banquillo en su sano juicio.

Dani Abalo nos demostró a todos el martes que quiere volver a ser ese extremo que en sus inicios en Balaídos nos hizo pensar a todos que sería el dueño de la banda derecha celeste durante muchos años. Por lo de pronto, Dani ha dado el primer paso en su resurrección. Lo que le queda es seguir trabajando y confiar en el buen criterio de Herrera en la distribución de minutos.

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