Foto: Marta G. Brea |
Se suele decir que si la manta es corta, si te tapas la cabeza te descubres los pies, y viceversa. Algo así parece estar sucediéndole al Celta que ha pasado de ser una máquina ofensiva con graves problemas en la retaguardia a convertirse en un equipo firme en defensa pero romo en ataque. Es una tendencia aún no demasiado importante, ya que se ha producido en las últimas jornadas, pero con la excepción del choque ante el Sabadell, al Celta le está costando mucho encontrar el gol. Y de hecho, en aquel partido se fallaron ocasiones que evitaron una goleada de escándalo.
Cuentan que en Argentina, hace unos años, todos los equipos tenían escrito en el vestuario tres palabras que empiezan por G: Ganar, golear y gustar. Y no necesariamente por este orden. Probablemente, en estas tres palabras se defina el fútbol, o la aspiración que tiene un aficionado cuando accede a un recinto de fútbol. Eso es la excelencia, lo que buscan todos y lo que, por supuesto, buscarán hoy los de Paco Herrera. Todos queremos ganar, todos queremos que nuestro equipo marque el mayor número de goles y todos queremos que nos guste lo que vemos. Es tan obvio que hasta sobre decirlo.
Por eso será tan importante que el Celta resuelva ese atasco ofensivo que está teniendo en las últimas jornadas. Resolver los problemas de la zaga es fundamental. Considero que aún no lo están, pero al menos, por lo visto en los últimos encuentros, hay una mejoría notable. Ahora falta que la manta nos cubra de los pies a la cabeza, estar cerca de la excelencia, volviendo a ser ese equipo potente en ataque, el mejor de la categoría se llegó a decir, y no sea tan inocente en defensa. Logrando eso alcanzaremos las tres G, y probablemente, una cosa que empieza por A y que vale más las tres palabras que empiezan por G.
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