Alex López forzó la amarilla según insinúa Herrera.

Foto: Ricardo Grobas

El pasado sábado ya en muchos lugares se pensaba que la amarilla vista por Alex López fue sospechosa. El resultado que se estaba produciendo, el lugar de la falta y la aparatosidad de la misma llevaban a concluir lo mismo. Tras varias teorías de la conspiración, Herrera sugirió entre líneas la razón que le llevó a pedirle al ferrolano que forzará su quinta amarilla y así tenerlo fresco para el resto de mes.

La pregunta que desencadenó la “confesión” fue sobre si el equipo notaría la baja de Alex López para iniciar el juego ante el Alcorcón: “Un poquito menos de futbol desde atrás, porque es un jugador que no tiene relevo en ese sentido. Tiene relevo con otro estilo de juego con otra idea, es el hombre que situamos para que sea nuestro canalizador, nos ayude a sacar la pelota desde atrás con sentido.”

Hasta aquí todo normal, alabando las características de su pupilo y exponiendo las razones que le llevan a ser titular de forma habitual. Pero Herrera se explicó de más: “Precisamente  la tarjeta del otro día nos viene bien, porque en este partido iba a tener más dificultades y lo limpiamos para lo que resta. Hasta las vacaciones, casi podríamos utilizarlo los tres partidos porque luego viene un descanso.”

Confirma lo intuido, ordenó a Alex forzar la amarilla. Sabía que Alcorcón era un campo y un equipo que no iba bien con su juego. Prefirió perderlo este partido, y no en otro, para poder utilizarlo en los tres restantes del año: Guadalajara en liga, y la eliminatoria de Copa del Rey ante el Espanyol.

¿Qué opináis, se equivoca Herrera o es una buena gestión de su jugador?