¿Un equipo sin carácter ganador?


Foto: Óscar Vázquez 
Que la mente juega un papel determinante en el fútbol es algo cada vez más demostrado, tanto o más que el propio físico. La historia del balompié está plagado de casos de equipos que lograron vencer a los elementos con una fortaleza mental increíble, y también otros equipos que fracasaron por carecer de esta virtud.

En ese sentido, vemos un artículo hoy en La Voz de Galicia, en el que se ahonda en este tema. Cuenta además con la participación de Juancho Armental, Psicológo deportivo, que trabajó anteriormente para el Celta. Juancho explica de manera gráfica lo que muchos pensamos acerca de este equipo.

El psicólogo sostiene, desde su punto de vista y sin ánimo de crítica, que "el equipo en gran medida transmite la sensación de ser inmaduro, algo que no tiene que ver con la edad, sino a nivel psicológico. No hablo de calidad, sino de capacidad mental para soportar el llevar arriba a un equipo como el Celta. Futbolísticamente son buenos, pero a nivel mental no sé si están al nivel", cuestión que se nota más cuando los célticos se tiene que examinar ante su público: "El nivel de estrés es mucho mayor. Cuando el equipo está fuera se siente más aliviado, pero esto es deporte de alto nivel y tienes la selectividad todos los domingos". Apunta que la solución pasa porque exista gente madura "capaz de soportar la demanda de este club, que no es otra más que ascender".

Ya comenté el otro día en la Tertulia de El Fútbol es Celeste que en este equipo faltan jugadores con carácter ganador, en una plantilla marcada por la cantera. El propio club, según se publicaba en Faro de Vigo la semana pasada, es consciente de este pequeño defecto en la cantera y está intentando inculcar carácter ganador a los jóvenes que forman parte de las categorías inferiores.  Es cierto que si miramos a los canteranos del Celta, con la excepción de Iago Aspas, cuyo carácter tiene cosas buenas y otras no tanto, el resto son jugadores de perfil bajo y con poco carácter ganador. Si a esto unimos que tampoco los jugadores llegados de fuera son ganadores natos en general, podemos encontrar la raíz de este problema.

No obstante, y tras analizar la plantilla, caemos en la cuenta de que los malos resultados en  Balaídos no son solo de este año, sino prácticamente desde la llegada del club a Segunda División. La semana pasada publicaba La Voz de Galicia que solo se habían logrado el 29% de los puntos en juego en Balaídos, lo que significa que la media es inferior a un punto, es decir al empate. Quiero decir esto que el problema no viene de ahora, sino de atrás. De los jugadores que descendieron a Segunda en la Temporada 2006-07 no queda nadie, salvo Jonathan Vila y Dani Abalo, que eran jugadores del filial con presencia testimonial en el equipo, y, por supuesto, no queda nadie del cuerpo técnico. Por tanto, el problema no es solo de este equipo, sino más bien del club. Los únicos que estamos desde la Temporada 2006-07 somos los aficionados y el Presidente. Y el problema sigue siendo el mismo.

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