El pasado verano, la ciudad de Vigo quedó excluida de la lista de sedes seleccionadas por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para albergar el Mundial de Fútbol 2030. Este hecho ha generado una fuerte polémica y ha llevado al alcalde de Vigo, Abel Caballero, a cuestionar públicamente la transparencia del proceso de selección, lanzando duras críticas hacia la gestión de la Federación.
Según ha explicado Caballero, la candidatura de Vigo fue presentada con toda la documentación en regla y un proyecto que describió como "excepcional". Sin embargo, la única respuesta recibida por parte de la RFEF fue un correo electrónico sin firmar en el que simplemente se indicaba que Vigo no había sido seleccionada como sede. "Es una gran muestra de transparencia", ironizó el alcalde, subrayando la falta de información detallada sobre los motivos de la exclusión.
Ante esta situación, el Concello de Vigo envió una carta a la Federación solicitando la publicación de las puntuaciones otorgadas a todas las sedes candidatas en cada uno de los apartados evaluados. Para Caballero, esta información es fundamental, ya que la RFEF, al estar financiada con fondos públicos, debería garantizar la transparencia en todos sus procesos. Sin embargo, la respuesta obtenida fue que Vigo había sido valorada de forma negativa en el apartado de estructura financiera.
Este argumento no convence al alcalde, quien defendió la solidez económica de la ciudad y resaltó que Vigo es "la única ciudad candidata con deuda cero". Además, cuestionó los criterios aplicados a las demás sedes y pidió conocer cómo habían sido evaluadas, dejando entrever sospechas sobre el proceso al no recibir los datos solicitados. "Yo sólo digo que me den los datos, es ahí cuando sospechamos porque no nos lo dan", afirmó.
Caballero también señaló la falta de claridad en la comunicación oficial, cuestionando por qué fue el presidente de la Federación Gallega de Fútbol, Rafael Louzán, quien anunció la exclusión de Vigo, en lugar de la propia RFEF. El alcalde planteó si Louzán tomó la decisión por sí mismo o si pudo haber recibido presiones para hacerlo.
En su intervención, Caballero dejó claro que, de no recibir las explicaciones y la transparencia exigidas, el concello no descarta recurrir a los tribunales para aclarar la situación y exigir una mayor transparencia en un proceso que afecta directamente al futuro deportivo y económico de Vigo.
