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Dorsales históricos del Celta | #25 Iriney


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#25 Iriney (69 partidos)  

Apodado "El mago" en su brasil natal es un mediocentro de contención, duro y luchador, con poco manejo de balón y gran capacidad de sacrificio. Tras unos años en varios equipos brasileños, el más destacado el Sao Caetano, dio el salto a Europa en el invierno de la temporada 2002-03 para formar en el Rayo Vallecano, equipo que descendería ese mismo año a Segunda y al siguiente a Segunda "B".

En el verano de 2005 el Celta lo rescató para jugar en Primera División, haciéndose con la titularidad al lado de Oubiña en una primera temporada muy positiva a nivel personal y colectivo, ya que el equipo alcanzó la clasificación para la Copa de la UEFA. El segundo año no fue tan positivo. Entre los problemas de lesiones, la marcha del equipo y la competencia que tenía con el uruguayo Pablo García, vivió un año bastante gris a pesar de que consiguió anotar sus dos únicos goles en su carrera en España. En un Celta- Levante de las últimas jornadas de la Liga sufrió una grave lesión que le tendría en el dique seco los seis meses siguientes.

A pesar de la lesión, el Celta decidió renovar el contrato de Iriney de forma unilateral, algo que el jugador no aceptó. No se presentó en Vigo cuando se inició la pretemporada, llevó al Celta a los Tribunales y la justicia le dió la razón al jugador para fichar por el equipo que considerase oportuno. Así, en el mercado de invierno de la Temporada 2007-08 fue reclutado por el Almería para jugar en Primera División.

En 2009, tras cumplir su contrato, ficha por el Real Betis Balompié. El conjunto verdiblanco, por entonces en Segunda División, perseguía el ascenso de categoría como único objetivo. No pudo lograrlo a la primera tentativa, pero sí a la segunda, en la que además competía contra el Celta. Militó un año en la máxima categoría, pero decidió no aceptar la propuesta de renovación que le presentó el Betis y fichó por el Granada, en una decisión muy criticada en Sevilla, donde creen que fueron motivos económicos los que llevaron a Iriney a Los Cármenes.  En Granada militaría un año, tras el que sería cedido al Watford, que militaba en la Segunda División inglesa. 

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Dorsales históricos del Celta | #24 Catanha


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#24 Catanha (147 partidos)  

Catanha fue un jugador muy voluntarioso, que lo daba todo en el terreno de juego, pero que quizás se confundió de deporte. Yo lo veo mas en otro tipo de juego. Las primeras temporadas con nuestro club, dado el vendaval de juego ofensivo que proporcionaba el sistema de Victor Fernández con constantes llegadas al área rival por ambas bandas con Karpin y Gustavo López o por el centro con brillantes acciones de Mostovoi, le permitieron terminar las primeras temporadas anotando un considerable número de goles.

La llegada de Lotina, paradigma de un juego más racano, sin Karpin por la derecha, con Gustavo López con aquella frescura de los primeros años perdida, y un Mostovoi que iba perdiendo la estrella poco a poco, y que se desesperaba con la ineficacia del hispano-brasileño, acabaron por hundir definitivamente al combativo jugador. En su barrio todos eran humildes: su familia, sus amigos..., así es la vida al norte de Brasil. Es por ello que Catanha, el mayor de cinco hermanos, siempre ha tenido que luchar duro para poder ganarse la vida y ayudar a quienes le rodean. Aún hoy en día el futbolista se preocupa por su familia brasileña, a quienes envía dinero para que puedan vivir bien.

Desde bien pequeño había algo que le impulsaba a creer que podía llegar a ser un gran futbolista. La religión siempre ha estado muy presente en su vida. Por encima de todo el dinero, de la fama, de las alegrías o las tristezas, para el delantero lo primero es Dios, a quien nunca se cansa de agradecer todo lo que ha hecho por él.

Catanha lee la Biblia en el vestuario justo antes de saltar al terreno de juego porque, según el propio jugador, recibe una fuerza especial antes de los partidos. Esto puede resultar algo poco habitual dado la vida que rodea el mundo del fútbol, pero él siempre ha defendido que hay que mantener una línea de sacrificio, alejada del dinero, la fama, y sobre todo, nunca olvidar quién eres y de dónde vienes.

Desde muy pequeño siempre tuvo claro lo que quería ser de mayor: futbolista. Así, con 13 años se fue a jugar con los juveniles del Fluminense de Rio de Janeiro, donde no le dieron muchas oportunidades porque había muchos jugadores. El club cedió a varios de ellos, entre los que se encontraba el delantero, que fue a parar al Sao Cristovao. En este equipo empezó a jugar más y su debut en Primera División llegó con 18 años contra el Flamengo. Catanha estaba viviendo su sueño y lo hacía con jugadores como Vagner o Ronaldo, con quienes coincidió.

Tras su paso por varios equipos brasileños se marchó a Portugal, lo que significo su salto a Europa sin ningún padrino. Ningún representante ni jugador que le apoyara en su carrera. Y tras un año, recaló en la Liga española: en el Salamanca.

Su paso por el Salamanca no fue el esperado porque el brasileño sólo consiguió anotar un gol y fue cedido al Leganés. En la siguiente temporada pasó a formar parte del Málaga dónde permaneció dos años y llegó a marcar 50 goles, lo que supuso su consagración como gran delantero en España. El club andaluz, con Catanha como referente, logró el ascenso a Primera pero para entonces muchos clubes importantes ya habían mostrado su interés por contar con el delantero. Y ahí, en un club de élite, estaba su destino. Catanha cambiaba Andalucía por Galicia.

El delantero llegó a Vigo como un icono, como una estrella. El club, que por aquel entonces presidía Horacio Gómez, pagó 2300 millones de pesetas al Málaga, lo que convertía al brasileño en el fichaje más caro del club gallego. A partir de aquí, ya sabemos como continúa la historia.

En el mercado invernal de la temporada 2003-2004, Catanha encontró acomodo en un equipo ruso de cuyo nombre no puedo acordarme. Aplicó el vini, vidi, vinci en su primera actuación. En pocos minutos desde su debut ya había anotado un gol desde el punto de penalty. Pero ahí se acabó todo. No volvió a marcar un solo gol. De ahí a Os Belenenses y tampoco puede triunfar en el futbol portugués, donde otrora había sido idolatrado.

Tras pasar por el Atlético Mineiro brasileño, Catanha firma en enero del 2006 por el CD Linares de la Segunda División B de España, club que tuvo que abandonar a finales del 2007 debido a la grave crisis por la que atravesaba el equipo andaluz.

En el año 2008, el día 9 de Septiembre ficha por el Estepona, por entonces, de la Tercera División del Fútbol Español, acabando la campaña con el ascenso a Segunda División B, siendo una de las piezas claves en el ascenso. Despúes regresó a Bradil, para terminar su carrera en las ligas menores. Ha sido internacional con la Selección de fútbol de España en tres ocasiones debutando en el partido España 2:0 Israel el 7 de octubre de 2000.

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Dorsales históricos del Celta | #23 Michael Krohn-Dehli


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#23 Krohn-Dehli (108 partidos)  

El primer danés en la historia del Celta fue un futbolista de una enorme clase, fichado para jugar como extremo por la banda izquierda, a pesar de ser diestro, y que acabó destacando como interior o pivote. Su clase se intuía desde su más tierna edad, siendo vigilado y seguido de cerca por varios equipos europeos mientras desarrollaba su formación en el Rosenhoj, Hvidovre o Brondby. 

Muy pronto, a los 19 años, se lo llevaría el Ajax, iniciando su aventura en Holanda de la mano de Danny Blind, una trayectoria marcada por los altibajos, con constantes idas y venidas. Ronald Koeman lo descartó sin llegar a debutar en el primer equipo, por lo que probó suerte en el RKC Waalwijk, pero sería represcado posteriormente por el Ajax, que lo cedería al Sparta de Rotterdam. Con el equipo de la capital apenas pudo jugar 4 partidos de Liga, regresando en el año 2008 a Dinamarca. 

Para él fue casi como comenzar de cero. Krohn-Dehli se había pasado su juventud futbolística viendo demasiados partidos desde el banquillo, y el regreso a su país natal suponía todo un reto para él, pero en el Brondby renació como futbolista. Fue titular indiscutible durante cuatro años y alcanzó la internacional disputando la Eurocopa de 2012, ya con 29 años de edad.

La EuroCopa, que se disputó en Polonia y Ucrania significó su espaldarazo definitivo, situándose en el panorama del fútbol europeo tras anotar dos goles en esta competición. El Celta, que buscaba un sustituto para Orellana en su regreso a la Primera División, anduvo listo y se hizo con sus servicios, previo pago de una cantidad próxima al millón de euros. 

A Vigo llegó como extremo izquierdo, pero las referencias que había sobre él eran bastante escasas. Llegó ya con la liga iniciada, siendo uno de los últimos refuerzos de un Celta que tenía ante sí el gran reto de mantenerse en la categoría tras cinco años de travesía por el desierto de la Segunda División. Eso no le impidió debutar nada más llegar a Vigo, en un partido que el Celta perdió en Anoeta, pero en el que Krohn-Dehli dejó muy buenas sensaciones. 

Estas sensaciones se confirmaron en el choque ante el Getafe. Krohn-Dehli era titular indiscutible, pero aún dejaba ciertas dudas entre la afición, que fueron despejadas completamente ese día. El Celta venció con dos goles de Augusto y Park Chu-Young, que debutaba ante su afición, pero el gran protagonista fue el danés y sus dos asistencias de gol, que sería su marca de identidad durante su estancia en Vigo. 

Krohn-Dehli había llamado la atención en la Euro por sus goles, pero en Vigo no pudo ser un goleador, tan solo marcó dos en 108 partidos, pero sí un gran asistente, de esos que recordaremos durante muchos años. Su visión de juego era espectacular, y ante el Valladolid dibujó uno de los pases más bonitos que se han visto jamás en Balaídos. El rival era el Valladolid, en una fría mañana de enero. Krohn-Dehli recuperó el balón en campo propio y envió un pase letal a Iago Aspas. 

Este pase inolvidable significó prácticamente su última aportación al equipo en toda la temporada. A partir del mes de enero, Krohn-Dehli bajó significativamente su rendimiento, hasta el punto de que sus participaciones con el equipo se fueron reduciendo. Herrera lo había probado como interior, aunque no acababa de encontrar su sitio, y en la banda aportaba cada vez menos. 

La explicación estaba en su físico. Krohn-Dehli no había tenido pretemporada al comenzar la liga danesa nada más terminar la Eurocopa. A Vigo llegó sin descanso y acabó pagándolo con un final de temporada muy criticado. El equipo también vagaba camino a la Segunda División. Se tomó la decisión de despedir a Herrera y llegó Abel, que salvó al equipo con dos victorias épicas en las últimas jornadas que enviaban al eterno rival de los célticos, el Deportivo, a Segunda División. 

De cara a la siguiente temporada, Krohn-Dehli tenía claro lo que necesitaba. Se preparó durante el verano y trabajó muy bien en la pretemporada para aguantar el largo curso que se avecinaba. Los problemas físicos del primer año no volvieron a aparecer, más bien al contrario, ya que el danés destacó a partir de ese momento por su capacidad física. 

En el banquillo céltico había cambios, con la llegada de Luis Enrique, que comenzó contando con el danés en la primera jornada de Liga, donde dejó otra asistencia para el recuerdo, en este caso a Álex López, pero con el paso de las jornadas fue desapareciendo del equipo titular. El técnico asturiano siempre lo colocó en el interior, dejando a un lado la opción de ponerlo como extremo. 

Además, llegado el mes de noviembre lo probó en los entrenamientos como pivote defensivo, y se atrevió a ponerlo en esa posición en un encuentro de Copa del Rey frente al Athletic, que resultó un auténtico desastre. El Celta perdió 4-0, y uno de los goles encajados llegó tras una pérdida imperdonable del danés, que parecía haber firmado su último partido como mediocentro defensivo. 

Pero Luis Enrique no era un técnico que se rindiese fácilmente, y el danés aceptó el reto de probar nuevamente en esa posición. Y terminó convenciendo cuando fue requerido para esa posición, sacando de la titular a un Borja Oubiña que llegó muy renqueante al término del campeonato. El Celta firmó además un final de Liga espectacular, que le llevó de pelar por la permanencia a acabar el curso en una muy tranquila novena posición, con el danés como uno de los referentes y líderes de la recuperación. 

Así, Krohn-Dehli encaraba la tercera temporada de su contrato en Vigo con el status de jugador clave para el equipo. El Celta tenía la opción de renovar unilateralmente su contrato un año más, pero las condiciones de esta renovación eran muy exigentes, así que renunció a ello y optó por negociar una renovación de más años en términos más favorables. 

Este asunto marcó al temporada, pero el rendimiento del jugador no decreció un ápice. Llegó a la pretemporada como un auténtico tiro, siendo junto a Nolito el jugador más destacado del verano en un Celta que realizó una gira exitosa por Inglaterra. En el banquillo había un nuevo inquilino, ya que Luis Enrique se había ido al Barcelona y llegaba Eduardo Berizzo, que le concedió la manija del centro del campo. 

Y fue un acierto. Krohn-Denli se echó el equipo a sus espaldas, y se convirtió en uno de los mejores jugadores del equipo, junto a Nolito y Orellana. El danés actuó en todas las posiciones de la medular, desde el pivote defensivo hasta la mediapunta, aunque generalmente lo hizo como interior. Con la total libertad otorgada por Berizzo, Krohn-Dehli dio rienda suelta a su magia. 

Para el recuerdo quedará un pase de gol en Elche, que daba la victoria en el descuento a los vigueses. Krohn-Dehli recogía el balón en la frontal del área y con una perfecta cuchara asistía a Nolito para que este marcase el único tanto del partido. No fue su única asistencia gloriosa. Se repetirían durante todo el año, las que aprovecharon sus compañeros fueron menos que las que desperdiciaron. 

Krohn-Dehli alcanzó un nivel impresionante en su tercera campaña, así que pronto comenzaron a aparecer equipos interesados en su contratación. Desde el Brondby de su ciudad natal, hasta varios clubes españoles pasando por alguno de la Premier League. El danés vivía el mejor momento de su carrera. Totalmente asentado en la selección danesa y como una de las estrellas del Celta. 

Retenerlo era una misión imposible para el Celta, que además se encontraba con un cambio en la fiscalidad española que le obligaría a abonar una cantidad inasumible para sus arcas. La afición se organizó y cantó el "Krohn-Dehli quédate" en el miuto 23 de varios partidos, pero su continuidad no se confirmó.  En el mes de marzo, Krohn-Dehli pasó reconocimiento médico con el Sevilla en una clínica privada de Vigo. Unos días después firmaría un contrato de dos años, más otro opcional con los hispalenses, que se proclamaban un mes después campeones de la UEFA Europa League por cuarta vez en su historia. 

Al margen de los temas contractuales, el rendimiento de Krohn-Dehli en su última temporada fue espectacular, y no bajó ni un ápice tras llegar a un acuerdo con el club andaluz. El danés fue uno los referentes de un Celta que dejó para el recuerdo una temporada maravillosa, mejorando lo ofrecido un año antes, y terminando la Liga en octava posición, muy cerca de regresar a competiciones europeas. 

Finalizada la temporada anunció su adiós y confirmó oficialmente su fichaje por el Sevilla. En su último partido como jugador del Celta recibió una calurosa ovación de la grada en su despedida. El celtismo agradecía su compromiso, su profesionalidad y reconocía su inmensa clase. Pocos jugadores a lo largo de la historia celeste mostraron en Balaídos la clase de Michael Krohn-Dehli.

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Dorsales históricos del Celta | #22 Gustavo Cabral


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#22 Cabral (198 partidos)  

Nacido en Isidro Casanova, una pequeña localidad del área metropolitana de Buenos Aires, en el seno de una familia muy ligada al fútbol, ya que su hermano pequeño Yonathan también es futbolista.  Debutó en el fútbol profesional en las filas de Racing de Avellaneda, club con el que debutó en diciembre de 2003, con apenas 18 años edad. Con el paso de las jornadas fue ganando confianza hasta hacerse con la titularidad a partir del año 2006. Antes de eso viviría una de sus grandes experiencia como futbolista. 

Corría el año 2005 cuando el "Sargento" fue llamado por Alfio Basile para disputar el Mundial Sub-20 que se celebró en aquella ocasión en Holanda. Cabral portó el dorsal número 2.  Cabral formó parte de una selección argentina plagada de futuras estrellas. Liderada por un incomparable Leo Messi, contaba con Pablo Zabaleta, Oscar Ustari, Gago, Ezequiel Garay, Armenteros, Neri Cardozo o un jovencísimo "Kun" Agüero, que sería protagonista dos años más tarde. 

A su lado, la promesa de Racing, fue titular en todos los partidos, los cuales jugó al completo, salvo en la final ante Nigeria, que se perdió tras ver una tarjeta amarilla ante Brasil en las semifinales y ante España en cuartos. Mala suerte para un Cabral que no pudo saborear en el campo el título de campeón del mundo.  Su buen rendimiento en “La Academia” y con las inferiores de Argentina le llevarían a uno de los grandes del país.  

En enero de 2008 sería contratado por River Plate, que se hizo con el 50% de su pase a cambio de 1,5 millones de dólares, aunque posteriormente el equipo franjirrojo compraría la totalidad de su pase. En River alcanzaría sus primeros títulos, el Torneo de Clausura 2008, además de disputar encuentros de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. 

Las cosas no le irían tan bien en su segunda temporada en River. Permanentemente cuestionado por los hinchas, acabó perdiendo presencia en el equipo, y sería transferido a Estudiantes Tecos, un club mexicano, en el que estuvo una temporada, antes de regresar a su país, para enrolarse en el Arsenal de Sarandí. 

Todo lo que sucedió a partir de entonces fue extraño. En este club nunca llegó a jugar, y acabaría cediendo al futbolista al Levante por un año, el que le quedaba de contrato con el conjunto argentino. En el equipo granota no jugó nada durante la primera vuelta, pero se convirtió en titular en la segunda vuelta. El equipo valenciano intentó ampliar su contrato, pero Gustavo Cabral decidió aceptar la oferta del Celta, que regresaba a Primera después de 5 años en Segunda División. Firmaba por dos temporadas, a razón de unos 650.000 euros por cada una de ellas. 

Gustavo Cabral llegó a Vigo  para ser la referencia de la zaga, formada por futbolistas con escasa experiencia en Primera División, y en la que el argentino debería convertirse en el pilar sobre el que se pudiese sostener un equipo con pocos partidos en Primera División. El argentino fue titular desde el comienzo de la temporada, ilusionando a la afición por su solidez defensiva y su facilidad para sumarse al ataque. Tuvo en sus botas el empate ante el Málaga, en la jornada inaugural, y en la cuarta fecha logró un sorprendente gol en Valencia. 

Todo era un camino de rosas para Cabral hasta que llegó el derby de Balaídos. El zaguero celeste vio dos amarillas en un intervalo de poco más de cinco minutos, lo que dejó al Celta en inferioridad numérica. Dos jornadas después reapareció en Vallecas, actuando como mediocentro y repitió lo sucedido en el derby, dejando al Celta con un hombre menos en la primera mitad. Su estrella se apagó entonces, las críticas de la afición arreciaron, y aunque siguió siendo titular terminó por perder su status tras la llegada de Demidov en el mercado invernal. 

Su confianza bajó hasta límites insospechados llegando a ser un jugador no alineable. Abel Resino, técnico del Celta tras la destitución de Paco Herrera. le dejó en la grada en más de una ocasión, y cuando Demidov se lesionó prefirió a Vila antes que a él. Sin embargo, la Liga le había dado una segunda oportunidad cuando el porriñés fue sancionado y pudo jugar en la penúltima jornada en Valladolid. No solo realizó un buen partido, sino que anotó el gol que abría la victoria celeste e iniciaba la remontada salvadora. El villano tuvo su cuota de héroe finalmente. 

El arranque del curso 2013-14  de Gustavo Cabral fue un desastre. El argentino no anduvo nada fino en las primeras jornadas de Liga. Ni él ni Fontàs, su compañero de zaga, parecían dar estabilidad a la defensa, lo que llevó a Luis Enrique a realizar ciertas modificaciones atrás que llevaron a Cabral al banquillo, siendo relegado a la suplencia por un juvenil como David Costas. 

Fue un golpe duro para Cabral, que encajó bastante bien, optando por el trabajo y la mejora de sus prestaciones. Luis Enrique comenzó a alternar a ambos centrales, dejando de forma aleatoria a uno u otro en el banquillo, pero el paso de las semanas favoreció a Cabral, que se hizo con la titularidad en los últimos meses de competición, mejorando mucho su rendimiento si lo comparamos con el de principio de temporada.  Cabral volvía a demostrar ser un central con grandes condiciones, traicionadas en ocasiones por esas desconexiones que le llevaban a cometer errores decisivos.

En el verano de 2014 llegaba un nuevo entrenador a Vigo, su compatriota Eduardo “Toto” Berizzo, y Cabral completó su mejor temporada desde que llegara a Vigo. Después de dos primeras campañas una tanto irregulares, Cabral logró de la mano de Berizzo, asentarse totalmente en el equipo, siendo titular indiscutible desde el primero hasta el último de los partidos. 

Su entendimiento con Fontás fue muy bueno, y aunque el curso no estuvo exento de alguna “cabralada”, lo cierto es que su rendimiento, en líneas generales, fue bastante bueno. El argentino terminó la Liga como uno de los jugadores líderes en recuperación de balones de toda la Liga, lo que da una idea de la buena temporada realizada por el ex del Levante. 

Además volvió a acudir a su cita con el gol, aunque fuese en la última jornada, después de muchos partidos en los que tuvo ocasiones para inaugurar su casillero por su poderío en el juego aéreo.  Fue uno de los jugadores de campo, el otro fue Krohn-Dehli, que superó los 3.000 minutos de juego. 

La Temporada 2015-16 comenzó de forma accidentada, después de que un joven de Portugalete denunciase a Gustavo Cabral por agresión. El denunciante acabó con el labio partido, una brecha en la cabeza y diversas contusiones por todo el cuerpo. Sucedió después de un partido disputado en Eibar, cuando los jugadores del Celta acudieron a esta localidad bilbaína. El futbolista negó estas acusaciones, y obtuvo el respaldo del club, que realizó un comunicado defendiendo la honorabilidad del jugador.

En lo estrictamente deportivo, Gustavo Cabral siguió mejorando su rendimiento. El central argentino elevó su status dentro de la plantilla, pasó a ser el segundo capitán y se convirtió en el líder absoluto de la zaga, especialmente tras la ausencia de Andreu Fontàs por lesión. A Cabral le tocó asumir mayor cuota de responsabilidad para dirigir a sus compañeros en la retaguardia. 

A nivel individual, Cabral vivía el mejor momento de su carrera deportiva, algo que reconocía incluso el propio jugador. También vivió episodios para olvidar, donde los excesos verbales con el árbitro del Real Madrid, o los roces con Aduriz le costaron perderse varios partidos, alguno de ellos muy importante, especialmente los de la recta final de la Liga.  Un pequeño borrón que no debe empañar una gran temporada del argentino, que se ganó la renovación del club, que le ha amplió su contrato hasta el año 2019. Además, el Celta lograba regresar a Europa 10 años después, lo que le permitiría debutar en competición europea. 

Durante sus cuatro primeros años en el Celta, Gustavo Cabral había demostrado que podía ser capaz de lo mejor o de lo peor. En la Temporada 2016-17 destacó más por lo primero, pero también volvió a dejar alguno de sus despistes habituales que suelen tener terribles consecuencias. Algo así le sucedió en el partido de vuelta ante el Genk, en los cuartos de final de la Europa League, cuando un error suyo sirvió para que Trossard anotase un gol que metía el miedo en el cuerpo a los célticos.

Sin embargo, el Celta no estaría en esa ronda sin haber superado previamente a otros equipos, y en la eliminación del Shakhtar Donetsk vivió un gran momento Cabral. El Celta logró forzar la prórroga con un gol casi en tiempo de descuento, y en los 30 minutos extra marcó el 0-2 que dejaba fuera a los ucranianos gracias a un gol de Cabral. 

No fue el único tanto para el argentino, que marcó tes goles este curso. Su mejor cifra como jugador del equipo vigués, con el que ese  año disputó 45 partidos como titular, y que rindió mejor que nunca en su quinta temporada en Balaídos.  

Su sexta temporada en Vigo representó uno de los años más complicados a nivel personal. Desde su llegada a Vigo, Cabral había sido casi siempre habitual en el once inicial, salvo con Luis Enrique, que rotaba mucho en todas las posiciones. Con Unzué el nuevo técnico que llegó para sustituir a Berizzo,  comenzó siendo titular, y formó pareja más o menos estable durante la primera vuelta junto a Sergi Gómez.

En la segunda vuelta cambiaron las cosas. Roncaglia, que había estado fuera del equipo durante la primera mitad del curso, volvió a contar para Unzué, y Cabral cedió su puesto en el once a su compatriota. En las últimas jornadas tuvo alguna que otra oportunidad, y al final acabó disputando 28 partidos oficiales, 22 como titular, es decir más de la mitad de los que jugó el Celta, pero en la comparación con temporadas anteriores se notó que este no fue su mejor año. 

La última temporada del central argentino en el Celta, la 2018-19,  estuvo marcada por los entrenadores que pasaron por el club. Su participación dependió en gran medida del inquilino del banquillo. Comenzó jugando bastante con Antonio Mohamed, y desapareció totalmente del equipo tras la llegada de Miguel Cardoso al banquillo celeste. 

Sin embargo en la última fase de La Liga, ya con Fran Escribá como director de orquesta, volvió a disponer de minutos, terminando la temporada como titular, y firmando un balance de 25 partidos, 22 de ellos como titular, en la que sería su temporada de despedida del Celta después de siete años, y con 229 partidos oficiales a su espalda, en los que llegó a anotar 9 goles, alguno muy importante. Cabral quedará siempre ligado al club vigués y perdurará en la memoria de todos los que lo hemos visto en Balaídos. 

Tras dejar el Celta ficharía por el Pachuca, de la Liga MX, a la que regresaba después de casi una década. 

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Dorsales históricos del Celta | #21 Sergio Fernández


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#21 Sergio Fernández (82 partidos)

Defensa central formado en las categorías inferiores del Real Sporting de Gijón con quién debutaría en Primera División en la jornada 20 de la Temporada 1995-96 en el partido Sporting- Salamanca (3-2). Permanecería en el equipo sportinguista hasta la temporada 1998-99, con el club en Segunda División.

En el verano de 1999 llegaría al Celta de Vigo, convirtiéndose en una pieza importante en los esquemas de Víctor Fernández. Cuando llegó a Vigo era uno de los defensas más prometederos de España y su rendimiento en su primer año le hizo entrar en las quinielas para formar parte de la selección española. Su altura no estaba reñida con un buen manejo del balón.

Sin embargo, su gran lastre fueron las lesiones. Durante la Temporada 2000-01 no pudo disputar ni un sólo minuto debido a problemas de lesiones, y en las siguientes temporadas su rendimiento siempre se vió debilito por sus constantes problemas físicos, lo que le impidió completar temporadas más redondas.

En la Temporada 2002-03 consiguió la clasificación para la Champions con el Celta, y en el siguiente ejercicio debutaría en la máxima competición continental de clubes. Como contrapartida, ese mismo año viviría su segundo descenso, el primero con el Celta, lo que le obligaría a disputar la Temporada 2004-05 con el club vigués en segunda, alcanzado de inmediato el ascenso a la División de Honor.

En la Temporada 2005-06 conseguiría clasificarse para la UEFA con el Celta, pero su temporada fue bastante amarga, ya que fue titular indiscutible hasta la jornada 27, para a partir de ahí desaparecer del equipo. Se achacó a problemas de lesiones, pero la realidad es que el fondo de su ausencia era el tema de la renovación de su contrato, que finalizaba ese mismo año. Finalmente, club y jugador no llegaron a un acuerdo para renovar y el jugador quedaba libre al finalizar ese año.

Su último partido con el Celta fue el 11 de marzo de 2006 en el estadio Lluis Compnays de Barcelona ante el Espanyol. El Celta perdería por 2 goles a 0. Los goles espanyolistas serían obra de Tamudo y Fredson.

En el verano de 2006 ficharía por el Real Zaragoza, entrenado entonces por Víctor Fernández, quién ya lo había dirigido en su etapa en el Celta de Vigo. Se convirtió en titular con el conjunto maño, a pesar de algunos problemas físicos, hasta el descenso a segunda del Zaragoza. En noviembre de 2008 ficha por el Osasuna, con quien jugaría hasta el verano de 2012. Concluído su contrato con los navarros decidió regresar a su casa para jugar en el Sporting, entrenador por su amigo Manolo Sánchez Murías, ex compañero suyo en el Sporting y en el Celta. Sin embargo, las lesiones le obligaron a retirarse antes de concluir la temporada. Sergio anunció el 21 de octubre de 2012 que colgaba las botas. 

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Dorsales históricos del Celta | #20 Jesuli


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#20 Jesuli (157 partidos) 

El sevillano, jugador irregular donde los haya, demostró en Vigo lo mejor que ha dado en su carrera deportiva. Tuvo momentos gloriosos, como un gol soberbio ante el Mallorca en la primera temporada de Lotina, gol que nunca se borrará de nuestras retinas por la belleza estética de su ejecución. Ya antes había marcados goles similares, de extraordinaria factura. Desde el pico del área, un balón con una rosca endiablada que se cuela en la escuadra del palo largo. Sensacional.

Sin embargo, aquí en Vigo, tampoco dio todo lo que de él se esperaba, un jugador demasiado inestable para optar al cariño de la grada, que nunca le perdonó ciertas cosas. Su afición a las salidas nocturnas unida a su poca discreción le otorgaron una fama de jugador-vividor de la que nunca fue capaz de huir. No extraña pues, que su salida al club fuera acogida con una indiferencia semejante. Nosotros nos quedamos con sus bellos goles, sus valientes internadas por la banda y su inteligencia en el juego. Tardaremos en encontrar un jugador con sus facultades, pero no es nada difícil encontrar un jugador con mejor actitud que él.

Jesuli se formó en la cantera del Sevilla, donde debutó en primera división la temporada 1996-97, cuando todavía no había cumplido los 20 años. En el verano del 2000 es traspasado al Celta, donde juega la copa de la UEFA y consigue la clasificación para la liga de campeones. La carrera de Jesuli en el Celta culmina con el descenso del equipo celeste en el año 2004. Tras el descenso vuelve a Andalucía y al Sevilla, pero su nuevo periplo ya no será tan exitoso, y sería cedido a equipos de segunda división, Real Sociedad y Tenerife.

Según el periódico El Mundo, Jesuli fue grabado por Iñaki Badiola, presidente de Real Sociedad, en una conversación donde confirmó que los jugadores de Tenerife recibieron alrededor de €6,000 cada uno por dejarse perder el último partido de la campaña 2007-08, frente al Málaga CF, resultado con el que los andaluces ascendían a primera división, mientras los vascos permanecían un año mas en la segunda división del futbol español.

Jesuli estaba lesionado, por lo que no jugó el partido antes mencionado. Durante la conversación, Badiola y Jesuli también especulan que el distribuidor del dinero posiblemente era Lorenzo Sanz (Ex presidente de Real Madrid), cuyo hijo, Fernando Sanz, ocupaba la presidencia del Málaga.

Los capitanes del Tenerife negaron estas acusaciones, declarando que probablemente se trataba de una broma de Jesuli, o eran declaraciones bajo presión de la real sociedad. Lorenzo Sanz declaró que la acusación era ridícula, mientras que un portavoz de la Real Federación Española de Fútbol inicialmente afirmaron que conocían el caso pero fue investigado y rechazado en ese momento. La federación, sin embargo, negó posteriormente que hubiese alguna denuncia formal en curso acerca del posible soborno.

Sorprendentemente, pocas horas después, Jesuli también negó que los jugadores de Tenerife hubiesen recibido dinero para arreglar el partido en un comunicado de prensa, mientras que Badiola insistió en los medios de comunicación que había recibido el consentimiento del jugador para grabar la conversación, y que el jugador estaba dispuesto a ir más allá con el tema.

Unos días más tarde, El Mundo publicó la segunda parte de la conversación grabada, donde se supone que Jesuli sabía que Badiola estaba grabando la conversación. En la actualidad Jesuli se encuentra retirado del futbol, y juega partidos de futbol Indoor con el Sevilla.

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Dorsales históricos del Celta | #19 Jonny


Foto: LFP
En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#19 Jonny (201 partidos) 

Criado como lateral derecho, Jonny desarrolló casi toda su carrera en el Celta como lateral izquierdo después de que Luis Enrique reconvirtiese su posición en la Temporada 2013-14. Nacido en el popular barrio de Matamá, fue ahí donde tuvo su primer contacto con el balón a los cuatro años, aunque sería el Casablanca su primer club, donde militó entre los siete y los nueve años. 

En categoría alevín, el Celta llamó a su puerta, siendo Javier Maté el director de la cantera. Toni Otero, que posteriormente ocuparía el puesto del ex guardameta del Celta, fue su primer entrenador como jugador del Celta, donde fue escalando por sus categorías inferiores hasta llegar al primer equipo. 

Jonny siempre fue una de las grandes promesas de la cantera céltica. Internacional con la selección española en las categorías inferiores, se proclamó campeón de Europa en 2012 con la Sub-19, donde compartió equipo con otro canterano como Denis Suárez.

El verano de 2012 fue clave en su carrera deportiva. Fue llamado por Paco Herrera para realizar la pretemporada, y decidió apadrinarlo. Lo cuidó, lo mimó y le exigió durante los amistosos de preparación, siendo especialmente insistente en un partido disputado en Barcelos ante el Gil Vicente, en el que se cansó de darle indicaciones durante todo el partido, llamándolo constantemente a la banda para corregir su juego. 

El canterano debutó con el Celta B en la Temporada 2011-12, que acabó con el descenso a Tercera División. En el siguiente curso pertenecería al filial, pero el recambio de Hugo Mallo en el lateral derecho para cualquier indisposición del de Marín. Y ese día llegó. Fue el 1 de septiembre de 2012 cuando Paco Herrera le dio la alternativa. 

Hugo Mallo pasó una mala noche antes del partido a causa de una gastroenteritis, y no se recuperó a tiempo. Paco Herrera llamó a Jonny a las doce del mediodía para incorporarse a la concentración del equipo. Cinco horas más tarde estaba debutando en Primera División sin que se notase. Jugó un partido completo, cumplió, aunque acabó el partido con calambres, seguramente por la tensión del momento.

Su sitio seguía siendo el filial, pero aún tendría una nueva oportunidad tras una grave lesión de Hugo Mallo en un partido de Copa ante el Real Madrid. El de Marín se perdía lo que quedaba de temporada, y el Celta decidió no fichar un lateral derecho, apostando por Jonny, que subió automáticamente al primer equipo. 

Jonny cumplió durante estos encuentros, aunque se le hizo larga la temporada, y acabó siendo suplente en los partidos decisivos, ocupando su puesto Carlos Bellvís, un lateral izquierdo más experimentado para los partidos en los que el Celta se jugaba la permanencia, objetivo que finalmente alcanzó. Además el filial subió a Segunda División B. 

Ya con ficha del primer equipo, Jonny comenzó la Temporada 2013-14 como suplente de Hugo Mallo, y con un nuevo entrenador en el banquillo celeste, el asturiano Luis Enrique. El equipo tenía en el lateral izquierdo al propio Bellvís, que seguía en el equipo, y a Aurtenetxe, que llegaba en calidad de cedido procedente del Athletic Club.

Ninguna de estas dos opciones convencía a Luis Enrique, que decidió probar a Toni Dovale como lateral en los primeros partidos del campeonato. El experimento no acabó de funcionar, y como tampoco Aurtenetxe acababa de dar un buen rendimiento, Luis Enrique decidió probar a Jonny como lateral izquierdo, una posición que no le resultaba del todo extraña ya que había jugado en las categorías inferiores en varias ocasiones. 

El de Matamá fue titular a partir de la segunda vuelta, y sería una condición que ya no perdería hasta su salida del club. Aquel año fue el jugador revelación del equipo, ganándose el respeto de la afición, y quedando en cuarta posición en el Ranking MoiCeleste, que se elabora con los votos de los lectores de moiceleste.com

En la Temporada 2014-15 el Celta volvía a contar con un nuevo entrenador en el banquillo: Eduardo Berizzo. El de Matamá comenzó el curso por el lateral derecho. Hugo Mallo terminaba de recuperarse de su lesión en la pretemporada, y no estaba en forma en las primeras jornadas, por lo que Berizzo optó por Jonny y Planas en los laterales. Cuando el de Marín volvió a encontrar su forma desplazó a Jonny al lateral izquierdo, donde rindió incluso mejor que en su puesto más natural. 

Su buen rendimiento tendría el premio de una convocatoria para entrenar con la selección española, cuando Vicente del Bosque era el seleccionador. Además seguía siendo un fijo en la Sub-21, con la que acumuló un buen número de partidos. Volvió a terminar en cuarta posición en el Ranking MoiCeleste. 

La Temporada 2015-16 fue la cuarta temporada en la élite demostrando una vez su increíble potencial. Ubicado casi de forma definitiva en el lateral izquierdo, volvió a cerrar el año con muchos partidos disputados, 36 en total, e incluso se encontró con el gol por partida doble, ya que se estrenó en la Copa, ante el Cádiz, y en Liga, ante el Eibar.

El de Matamá vivió una temporada de altibajos. Arrancó a un gran ritmo, con mucho nivel en las primeras jornadas, pero tuvo una mala época en la parte central de la temporada que le llevó a cometer errores impropios de un futbolista serio como él. En la parte final del curso demostró estar recuperado y volvió a dar un nivel muy similar  al que todos conocemos. 

Fue una temporada muy exigente para los zagueros del Celta. La lesión de Fontàs, y la apuesta del Celta por una plantilla escueta, le obligó a jugar de lateral por ambas bandas, e incluso de central cuando la ocasión lo requirió. Lo más positivo para el de Matamá es que rindió en casi todas las posiciones. Con tan solo 22 años ya acumulaba 131 partidos oficiales con la camiseta del Celta. El equipo logró la clasificación para la Europa League, diez años después de su última participación. 

El curso 2016-17 fue muy exigente, participando en tres competiciones. El canterano volvió a ser uno de los jugadores más utilizados por Eduardo Berizzo en la temporada que acaba de finalizar. 50 partidos contemplan al de Matamá, jugando los 90 minutos en 41 de ellos, todo un reto en el aspecto físico para una posición de lateral muy exigente en este Celta.

Y es que a Jonny, como en el caso de Hugo Mallo, se le veía todo el tiempo arriba, sin descuidar la faceta defensiva. La temporada del de Matamá ha tenido ciertos altibajos, aunque se puede considerar mejor que la anterior en la que tuvo más dudas. Empezó muy flojo, eso sí, pero fue corrigiendo estos errores con el paso de las jornadas, y acabó la temporada a un nivel más que aceptable. 

Sin ser un jugador que se caracterizase por su capacidad goleadora, lo cierto es que esee año se ha mostrado más incisivo, marcando incluso un gol en el Santiago Bernabéu, inusual por su concepción, ya que se plantó solo ante el meta rival con un desmarque de ruptura y recibiendo un pase de Iago Aspas en profundidad. El equipo alcanzaría las semifinales de Copa y de la Europa League, pero quedaría muy lejos de Europa. 

Para la siguiente temporada ese era el objetivo: Recuperar los puestos europeos, o al menos luchar por ellos. Con un nuevo entrenador en el banquillo, Juan Carlos Unzué, nada inquietaba la titularidad de Jonny. Planas terminó contrato y el Celta decidió no renovarlo, siendo Diego Pampín, un juvenil reconvertido a lateral, el recambio de Jonny, en una muestra de la confianza existente.

A la hora de la verdad no hizo falta un sustituto, ya que Jonny se perdió muy pocos partidos. Aún así, el club fichó a Robert Mazan en el mercado de invierno, pero el eslovaco apenas jugó. Jonny tuvo un rendimiento irregular en el primer tramo de La Liga, pero acabó a buen nivel, especialmente en comparación con sus compañeros, que bajaron el listón en el último tramo. 

A Jonny le quedaba un año más de contrato, y nunca negó su deseo de salir del club y probar nuevas experiencias en otros equipos u otras ligas. El Celta intentó renovar su contrato sin éxito, y en vista de que sería imposible decidió dar un ultimátum al jugador apartándolo del equipo para que buscase un equipo y no se fuese del club un año después gratis. 

Jonny, junto con Sergi Gómez, no viajó con sus compañeros al Stage de A Toxa, como medida de presión. Finalmente el Atlético de Madrid lo fichó por 6,8 millones más variables, y lo cedió durante un año al Wolverhampton de la Premier League. Se marchaba del Celta con apenas 24 años, y acumulando 221 partidos oficiales en los que marcó 5 goles.

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Dorsales históricos del Celta | #18 Daniel Wass


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#18 Wass (136 partidos)  

Una de las novedades con respecto a la anterior edición de los dorsales históricos del Celta la encontramos en el número 18. Daniel Wass se ha convertido en el jugador que más veces ha vestido este número, desbancando de esa posición a Juan Sánchez, quien durante muchos años fue el “dueño” de este número. 

Nacido en Gladsaxe, una comuna cercana a Copenhague, en la isla de Selandia. Futbolista polivalente que jugó en el Celta entre 2015 y 2018 como lateral derecho, interior o extremo derecho. Wass comenzó a jugar al fútbol en el BK Avarta, un equipo de un barrio de la capital danesa, hasta que en el año 2006, con apenas 17 años, fue captado por el Bröndby, con quien tras un año en el juvenil ascendió al primer equipo. 

Wass debutó en Superliga danesa en la Temporada 2007-08 con Tom Kohlert como entrenador. Disputó la mitad de los partidos esa temporada. Ya por entonces era un habitual en las categorías inferiores de la selección danesa, y ocupaba fundamentalmente la posición de lateral derecho, aunque ocasionalmente también lo había hecho por el otro costado. 

En su primera temporada sufrió una lesión que le obligó a parar durante un tiempo, pero en su segunda temporada disputó 28 encuentros. Entonces el técnico del Bröndby, Kent Nielsen, consideró que a Wass le vendría bien una cesión, motivo por el que salió cedido al Fredrikstad noruego, donde apenas disputaría 3 encuentros. 

A mitad de temporada regresaría de nuevo a su club, donde comenzaría a ser un jugador importante. Durante el receso de la Superliga 2010-11, anunció que no renovaría su contrato con el equipo y comenzó a hablarse de su pase al Benfica. En su camino se cruzó Henrik Jensen, que comenzó a ponerlo como extremo por la banda derecha, lo que cambiaría su vida como futbolista. 

En mayo de 2011 firmó con el Benfica, pero curiosamente no llegaría a disputar ni un solo minuto con la camiseta del club lisboeta, que lo cedió en su primera temporada el Evian francés. Tras un gran año con el club francés, donde se había revelado como un excelso lanzador de faltas, el Benfica lo traspasaba a este equipo por 2,5 millones de euros. 

En el Evian jugó durante 4 campañas, hasta que en 2015 el equipo descendió a la Ligue 2. El jugador tenía el compromiso del presidente de que saldría traspasado al final de la temporada, mucho más  tras el descenso, pero su salida no fue sencilla. Entonces apareció el Celta, que lo quería reclutar, pero también otros equipos importantes como el Inter de Milán o el Bayer Leverkusen. 

Ambos equipos hicieron una oferta final, pero el jugador ya se había decidido por el Celta, seducido por la tranquilidad de la ciudad y tras visitas las instalaciones del club. Además, había escuchado la recomendación de Krohn-Dehli, jugador danés con el que había coincidido previamente en el Bröndby, y que venía de jugar tres temporadas en el club celeste. 

Miguel Torrecilla, director deportivo del Celta por entonces, lo presentó como un jugador polivalente, y pocas veces estuvo tan acertado con su definición. Wass fue titular desde el minuto uno, y su rendimiento encandiló a la afición. Fue un amor a primera vista, tanto con el técnico Berizzo, como con la grada. 

Daniel Wass disputó 43 encuentros en su primera campaña con el Celta, y sería uno de los jugadores más valorados del equipo.  En ese año obtuvo la tercera posición en el Ranking Moiceleste y se convirtió en el mejor fichaje del curso, y eso que no lo tenía fácil pues debía hacer olvidar a su compatriota Michael Krohn-Dehli, un futbolista que había dejado el listón muy alto. Su regularidad y su capacidad para jugar en varias posiciones le hicieron indiscutible en el once inicial. 

Además el equipo logró la clasificación para Europa diez años después, con lo que la progresión del danés era más que evidente con su fichaje por el Celta. La temporada 2016-17 fue muy intensa para el Celta, y también para Wass, otra vez muy bien valorado por la afición -fue quinto en el Ranking Moiceleste de la Temporada 2016-17- y por el entrenador. 

El Celta llegó a las semifinales de la Europa League y de la Copa del Rey, con Wass como uno de los jugadores más importantes, dejando goles para el recuerdo, como el que le marcó al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa, o los marcos ante el Krasnodar en la eliminatoria de octavos de final de la Europa League. 

Para entonces había justificado su fichaje y la inversión realizada. En su segunda temporada en el Celta anotó 7 goles en 54 partidos. El club comenzó las negociaciones para renovar su contrato, que vencía en 2019, sin tener mucha suerte en sus primeras intentonas. 

En el verano de 2017 llegó un nuevo inquilino al banquillo del Celta: Juan Carlos Unzué. Pero la importancia del internacional danés se mantendría disputando 39 encuentros en los que marcó 4 goles. Además volvió a quedar en la quinta posición del Ranking MoiCeleste, lo que demostraba que seguía siendo un futbolista importante para la grada. 

Una vez más tuvo que tirar de polivalencia, ocupando generalmente una extraña posición a caballo entre el extremo y el interior, muy pendiente de los movimientos de Aspas para ocupar el espacio que dejaba el moañés. Su trabajo defensivo fue especialmente valorado por el técnico, para quien fue indiscutible desde el primer hasta el último partido. 

Paralelamente el club intentaba renovar su contrato, y aunque se produjeron acercamientos que invitaron al optimismo, el cambio de representante, pasando a formar parte de Stellar Group, echó al traste las negociaciones, ya que el Celta había roto relaciones con esta agencia. 

Al no escuchar una respuesta por parte del jugador, el Celta puso en venta a Daniel Wass, que declaró tras finalizar la Liga que su etapa en el club vigués había concluido y que estaba ansioso por disputar la Champions con un equipo español. 

Unas semanas después, el Valencia abonaría 6 millones de euros por sus servicios. Era el punto y final a la estancia de Daniel Wass en el Celta, tras disputar un total de 136 partidos, anotando 14 goles. 

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Dorsales históricos del Celta | #17 Benni McCarthy


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#17 Benni McCarthy (86 partidos)

Delantero centro conocido como Benni McCarthy. Destacó siendo muy joven en el equipo sudafricano Seven Stars y fue contratado por el Ajax de Amsterdam. En La temporada 1997-98 ganaría el Campeonato holandés con el Ajax marcando nueve goles en dieciséis partidos, así como la Copa de Holanda. En la temporada siguiente repetiría triunfo en la Copa.

En el verano de 1999 McCarthy fue traspasado al Celta, donde se haría con la titularidad nada más llegar, aunque en las siguientes temporadas iría perdiendo peso específicon el equipo. Benni se hizo famoso en Vigo por realizar excelentes pretemporadas (especialmente destacado en la Copa Intertoto que ganó el Celta en el año 2000) y temporadas donde bajaba claramente su rendimiento.

A mediados de la Temporada 2001-02, ante las pocas oportunidades que tenía en el Celta sería cedido al Oporto de José Mourinho que estaba realizando una temporada decepcionante. McCarthy realizaría un gran final de Temporada con los "dragoes" marcando 12 goles en 11 partidos. El jugador regresaría a Vigo para disputar la siguiente Temporada, la 2002-03. El regreso de Benni al Celta volvió a ser decepcionante. Su calidad no era puesta en duda, pero su rendimiento no era el deseado. El jugador alternaba actuaciones fenomenales con grandes jugadas y extraordinarios goles con otras mucho más insulsas por lo que hacía cundir entre los aficionados la desesperación.

Con el Celta jugaría un total de 66 partidos en Liga anotando 10 goles, siendo su mejor Temporada la primera, en la que anotaría un total de 8 goles, alguno de ellos de muy bella factura. Finalizada la Temporada 2002-03, con el Celta clasificado para la Champions League sería traspasado definitivamente al Oporto portugués.

Allí fue un jugador determinante en una de las mejores temporadas en la historia del Oporto, conquistando el campeonato nacional y la Copa de Europa, la competición de clubes más importante de Europa. El delantero fue el mejor goleadores de la Liga portuguesa con 20 goles y en la Champions anotaría cuatro goles más. Además ganaría también una Supercopa de Portugal.


En la siguiente temporada el rendimiento de Benni disminuiría y tan sólo marcaría 11 goles. En el inicio de la Temporadas 2005-06 el jugador manifestó su deseo de ir a jugar a la Premier League inglesa. Contrariado, permaneció en el Oporto, donde no consiguió volver a los niveles adquiridos en 2004.

En la Temporada 2006-07 sería traspasado al Blackburn Rovers inglés, con lo que cumplía su deseo de jugar en la Premir League. En febrero de 2010 fue traspasado al West Ham, donde jugó hasta abril de 2011, teniendo pocas oportunidades, y sin marcar ningún gol. Tras dejar el West Ham, estuvo entrenando un tiempo con el Ajax de Cape Town, pero acabó fichando por Orlando Pirates, con lo que volvía a su tierra natal.

Tras proclamarse campeón de su país en la Temporada 2011-12, Benni McCarthy anunciaba su retirada el día 6 de junio de 2013: "Ha sido una carrera profesional de 17 años en las que superé mis propias expectativas y tuve el privilegio de jugar a las órdenes de grandes entrenadores, incluyendo al mejor, José Mourinho", dijo, avanzando que su deseo era convertirse en comentarista de fútbol en la televisión. 

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Dorsales históricos del Celta | #16 José Ignacio


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#16 José Ignacio (89 partidos)

Centrocampista defensivo, fibroso, con melena y un hambre de balón que su delgadez parecía justificar, incansable en la recuperación y la colocación, Jose Ignacio nació como futbolista en el Club Deportivo Logroñés, con cuya camiseta debutó el 4 de diciembre de 1993, ante el Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou.

Tras el descenso del equipo riojano a segunda división, emigró al Valencia. En el club levantino permanecería dos temporadas jugando 61 partidos de liga y anotando un gol. Durante su etapa en Valencia, Javier Clemente le lleva a los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde juega como titular los cuatro partidos que disputa España antes de caer en cuartos de final con Argentina.

Tras dos años en Valencia, padece los vaivenes del equipo che y es traspasado al Real Zaragoza. En el equipo maño permaneció por cinco temporadas, consiguiendo el título de la copa del Rey en precisamente frente al Real Club Celta en Sevilla. Fue durante su estancia en el Real Zaragoza cuando debuta con la selección española absoluta de la mano de Jose Antonio Camacho.

Debutó con la selección en Vaduz, un 5 de septiembre de 2001 en un Liechtenstein – España (0-2), perteneciente a la fase de clasificación para el Mundial de Corea y Japón. Dos meses después jugaba su segundo y último partido con la selección española absoluta, frente a Mexico en un partido amistoso disputado en el estadio Nuevo Colombino (Huelva ).

En el verano de 2002, Jose Ignacio dejaba Zaragoza y llegaba al Real Club Celta de la mano de Miguel Ángel Lotina. Para Lotina, que le conocía de su etapa en Logroño, fue siempre un elemento importantísimo en el centro del campo celeste, y esa relación con Lotina originó que fuese un jugador discutido por la afición de Balaidos.

Pero lo cierto es que el jugador riojano en su primera temporada en Vigo fue titular indiscutible con 33 partidos de Liga y 3 goles, y una pieza importante en la clasificación para la Liga de Campeones. De la segunda temporada, de infausto recuerdo por el descenso del equipo a segunda división después de 10 temporadas consecutivas en primera, se recordará también para siempre la participación del Celta en la Liga de Campeones, y el gol de Jose Ignacio en San Siro frente al Milan que clasificaba al Celta para los octavos de final de la máxima competición europea.

Con la llegada de Fernando Vázquez al banquillo quedó marginado durante la etapa del club en Segunda División, a lo que se unieron una serie de lesiones que surgieron justo cuando había sido titular en un par de encuentros. La gota que colmó el vaso es que en la siguiente temporada, (2005-06) ya ni siquiera fue inscrito. Su comportamiento sin embargo siempre ha sido exquisito y nunca tuvo una mala palabra con nadie. Ya iniciada la liga llega a un acuerdo con la directiva celeste para desligarse del equipo.

Tras Dejar el Celta fichó por el Logroñés CF (ex Recreación), equipo del que sería después Director Deportivo.

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Dorsales históricos del Celta | #15 Pablo Contreras


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#14 Pablo Contreras (119 partidos)

Pablo Contreras es un futbolista chileno. Jugando como defensa central es uno de los más experimentados en su puesto y junto a Jorge Vargas fue titular fijo hasta hace poco en la defensa de la Selección Chilena. Debutó profesionalmente en Colo-Colo en el año 1997, donde desde joven comenzó a ganarse un puesto con el también defensa David Henríquez y siendo "apadrinados" por el experiementado central Pedro Reyes. Ya en 1998, con 23 partidos y 1 gol, se convirtió en un baluarte en la zaga colocolina. Con este club, consiguió 2 titulos, el clausura 1997 y el torneo nacional de 1998.

Su gran manejo, ya sea como defensa central o stopper, lo llevaron a ser transferido muy joven al AS Monaco en la temporada 99-2000, donde consiguió aceptables actuaciones en el futbol de ese país, ganando la liga francesa en el 2000 al igual que la supercopa francesa ese mismo año. Todo marchaba bien, en su estadía a Europa, pero una supuesta falsificación de pasaportes, lo obligó a salir del AS Monaco, donde jugó 34 partidos (26 por liga, 5 por Uefa y 3 por Champions), para tener un breve paso en el 2001 por Racing Club donde solo jugó 8 partidos.

Su pronto regreso a Europa se generó a mediados de 2001 cuando el Osasuna de Pamplona español, quizo contar con sus servicios. Su campaña fue muy buena 31 partidos y un gol, razones que lo catapultaron para ser transferido al Sporting Clube de Portugal donde disputó 30 partidos y consiguió 2 tantos, además de dos partidos en competiciones europeas. A finales de temporada nuevamente cambió de club, esta vez al Celta de Vigo que venía de una gran temporada clasificandose a la Champions League.

Pablo Contreras llegó a un gran equipo que demostró su gran nivel en Europa, logrando una histórica clasificación a Octavos de Final cayendo contra el Arsenal inglés. En esta competición, jugó 7 partidos. Sin embargo el Celta descuidó la liga, e increíblemente perdió la categoría finalizando penúltimo entre 20 equipos. Pablo esa temporada jugó 6 partidos y marco 1 gol. Ya en Segunda división, Contreras se consolidó en la defensa de un Celta que debía cuanto antes salir del infierno, y se transformó en una pieza clave del ascenso del equipo esa misma temporada, en la que consiguió 1 gol en 33 partidos disputados.

De vuelta en primera en la temporada 2005-2006 siguió su consolidación en Europa, logrando un meritorio sexto lugar que lo llevó a la copa Uefa esta temporada, aquí jugó 29 partidos y marcó 4 goles. Al igual que en la anterior experiencia Europea el Celta hace una aceptable campaña (donde Contreras juega 5 partidos), sin embargo no pudo demostrar eso en la liga, donde agonizó hasta la última fecha pero cayó nuevamente al pozo de segunda división. En esta temporada Pablo jugó 30 partidos sin conseguir goles. La segunda parte del 2007 fue pésima para Contreras en el Celta, no jugó casi nada y la confianza en el técnico habia desaparecido. Por este motivo en el mercado de invierno 2008, acordó su desvinculación del Celta para incorporarse por seis meses al Sporting Clube de Braga de Portugal, equipo que partcipaba en Copa de la UEFA, siendo eliminado en ronda de 32.

En junio de 2008, Contreras firmó un contrato por dos años conel PAOK FC de Salónica, contando con la confianza del director técnico del Paok, su ex compañero del Celta Zisis Vryzas. Ha sido 49 veces internacional con la selección absoluta chilena, marcando 1 gol.

Sus momentos de gloria los vivió con el seleccionado Sub-23, ya que se clasificaron a los juegos olímpicos de Sydney de 2000, de manera dramática e increíble (Contreras fue destacado por los medios y por los organizadores, como el mejor defensa de tal torneo), y luego en la cita olímpica obtener Medalla de Bronce tras superar a Estados Unidos. En ese equipo, figuraban nombres como Rafael Olarra, David Pizarro, Rodrigo Tello, Claudio Maldonado y Reinaldo Navia, además de los experimentados Nelson Tapia, Pedro Reyes e Iván Zamorano.

Fue castigado por la ANFP con 20 partidos de suspensión para vestir la camiseta de la selección adulta, por un escándalo en la concentración mientras se disputaba la Copa América 2007 de Venezuela. Luego de haber cumplido el castigo, el actual Director Técnico de la Selección Chilena, Marcelo Bielsa, nomina nuevamente a Pablo para jugar algunos partidos amistosos y disputar partidos de las clasificatorias rumbo a la Copa Mundial de Fútbol de 2010, en donde nuevamente se transforma en pieza clave de la defensa nacional chilena.

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