Dorsales históricos del Celta | #25 Iriney


En 1995 La Liga impuso un dorsal fijo para los jugadores de todos los equipos de Primera y Segunda División. Este curso se cumplen 25 años de esa medida que hoy vemos con absoluta normalidad. En este cuarto de siglo han sido muchos los jugadores del Celta que han portado los 25 dorsales del Celta. En esta serie de entradas queremos destacar a los que más veces han vestido cada número. Los “dueños” de los dorsales del Celta.  Consulta aquí todos los dorsales. 

#25 Iriney (69 partidos)  

Apodado "El mago" en su brasil natal es un mediocentro de contención, duro y luchador, con poco manejo de balón y gran capacidad de sacrificio. Tras unos años en varios equipos brasileños, el más destacado el Sao Caetano, dio el salto a Europa en el invierno de la temporada 2002-03 para formar en el Rayo Vallecano, equipo que descendería ese mismo año a Segunda y al siguiente a Segunda "B".

En el verano de 2005 el Celta lo rescató para jugar en Primera División, haciéndose con la titularidad al lado de Oubiña en una primera temporada muy positiva a nivel personal y colectivo, ya que el equipo alcanzó la clasificación para la Copa de la UEFA. El segundo año no fue tan positivo. Entre los problemas de lesiones, la marcha del equipo y la competencia que tenía con el uruguayo Pablo García, vivió un año bastante gris a pesar de que consiguió anotar sus dos únicos goles en su carrera en España. En un Celta- Levante de las últimas jornadas de la Liga sufrió una grave lesión que le tendría en el dique seco los seis meses siguientes.

A pesar de la lesión, el Celta decidió renovar el contrato de Iriney de forma unilateral, algo que el jugador no aceptó. No se presentó en Vigo cuando se inició la pretemporada, llevó al Celta a los Tribunales y la justicia le dió la razón al jugador para fichar por el equipo que considerase oportuno. Así, en el mercado de invierno de la Temporada 2007-08 fue reclutado por el Almería para jugar en Primera División.

En 2009, tras cumplir su contrato, ficha por el Real Betis Balompié. El conjunto verdiblanco, por entonces en Segunda División, perseguía el ascenso de categoría como único objetivo. No pudo lograrlo a la primera tentativa, pero sí a la segunda, en la que además competía contra el Celta. Militó un año en la máxima categoría, pero decidió no aceptar la propuesta de renovación que le presentó el Betis y fichó por el Granada, en una decisión muy criticada en Sevilla, donde creen que fueron motivos económicos los que llevaron a Iriney a Los Cármenes.  En Granada militaría un año, tras el que sería cedido al Watford, que militaba en la Segunda División inglesa. 

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